2 de junio

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Extraño lo que eras.

Extraño lo que yo era cuando te tenía.

Extraño lo que éramos cuando nos teníamos a ambos.

El tiempo, maldito testigo de tus enojos y mis arrebatos, todos sanos pero complicados.

Al punto llegamos de no querer volver pero tampoco avanzar.

No veíamos las estrellas pero tampoco la luz del día.

No llovía sobre nuestros besos, sin embargo no solías tocar mis labios; pero me tocaste el corazón.

Y extraño eso.

El punto medio.

La posibilidad.

Los casi algo.

Ambos nos emborrachamos y vomitamos ilusiones que jamás materializamos.

Pero nos gustaba la adrenalina de lo desconocido.

Eso extraño.

Nos quedamos en el punto medio. Y ese pequeño error nos hizo mediocres.

Por eso tú no has regresado a mi, porque te mereces a alguien mejor.

Y yo merezco a alguien que sí tenga ganas.

Anatomía de un sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora