No pude mantener mis ojos abiertos.
Todo sucedió muy rápido. Como las bombas que explotan en tu cara sin apenas dar tiempo a esconderte.
Caí. Estrepitosamente. De una forma gloriosa.
Caí. Como las estrellas fugaces, que rozan el cielo y después la tierra.
Y me pregunto si hubiera sido menos doloroso despertar en el mar de los pesares.
Crecer, esperar, morir.
Morir no de tiempo sino de espera.
La espera eterna y ajena de los que no comprenden, de los que hablan en silencio y lo dicen todo.
Entender el silencio es ahogarse con verdad.
Y no hay nada más doloroso.
Entonces caí, más bien me lancé.
Hoy no entiendo muchas cosas, desapercibidas pasan como fantasmas ante mi ignorancia, pero las señales del silencio aún duelen.
Porque el silencio grita.
Grita "ya basta" y "pude haberlo hecho", pero no lo hice.
Sigo cayendo.
Así me doy un paseo por la vida, y escucho excusas gratis.
Un día caeré en silencio, y no lo notarán.
Ya habré tocado el suelo, con los ojos cerrados.
Tal vez fue un sueño.
Un sueño que no dijo nada, que me habló del silencio.
Un mal sueño.
¿Lo fue?
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Anatomía de un sueño
Poetry"Anatomía de un sueño es mi tercer libro y está dedicado finalmente a todos mis lectores. A lo largo de 3 años he escrito para ellos sus historias de vida. Las he romantizado a través de 60 poemas que llevan sus nombres y sus vivencias unidos a mi s...