12 de octubre

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Los dos hicimos un pacto: comprar amor y vender las posibilidades de disfrutarlo.

¿Por qué?

Porque de eso se trata ¿no?

En un pacto siempre sales perdiendo y más si es con la vida, que te noquea y te cambia una cosa por otra.

Así de fácil.

Y, así de fácil llega la ilusión, los suspiros, los mensajes que te tienen sonriendo en las mañanas, las charlas a las 4 a.m, cuando los humanos, por defecto se hacen más sinceros.

Difícil es aceptar que el perfume que impregna una piel solo está en tu cabeza, que no vas a tener su mano como apoyo en las derrotas, que soñar con tocar sus mejillas está casi prohibido, que los besos ansiosos de contacto físico morirán a tres metros.

Es difícil amar sin ver, sin acariciar, sin tropezar, sin sostener. Pero es aún más difícil y trágico no amar ni sacrificarse por ello.

Anatomía de un sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora