Capitulo 5.

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A la mañana siguiente aún estaba enojada con Conrad por actuar como un verdadero imbécil pero me contuve por ser el cumpleaños de belly así que me bañe, me vestí y puse mi mejor cara para que nadie preguntara.

Baje a la cocina y las madres le estaban haciendo pancakes, su favorito y pues, mientras tanto yo envolvía mi regalo porque ayer me dormí y se me olvidó.

—Buenos días—apareció belly.

—¡Feliz cumpleaños belly!—me abalancé sobre ella—. ¡16! Estás gigante.

—Gracias t/n me alegra de que estés conmigo para celebrar y casi seas una hermana para mi.

—¿Cómo que casi Isabel Conklin?—dije intentando sonar seria.

—Sabes a lo que me refiero.

—Lo sé cariño, feliz cumpleaños—la volví a abrazar y le entregue su regalo.

Había decidido regalarle un dije con su inicial para que pudiera utilizarlo en el baile o cuando quisiera y una tiara de su gusto, y aparte le regale unas rodilleras para sus partidos de voleibol, porque sí, la pequeña belly era un deportista de las mejores.

La siguiente en saludarla fue Susannah y después mi madre, al final Laurel pudo saludarla pero duro segundos porque el Fisher menor y Steven bajaron a saludarla e hicieron un estruendo gigante. Estábamos en el sofá viendo los regalos de belly Laurel le da un libro de poemas de primera edición, con su favorito marcado; todo el mundo lo recita de corazón.

Susannah le regala un collar de perlas que una vez perteneció a su madre. Jeremiah le da un amuleto de buena suerte para sus llaves, para que apruebe su examen de conducir. Steven le da una sudadera de Princeton, hasta que llegamos a Conrad quien dijo que lo olvido, pude ver la cara de decepción de la Conklin menor pero la disimulo, eso aumento mi enfado con el, ya me escucharía el muy idiota.

Él problema es que tenía a una clase con Cleveland y no sé si alcanzaría a hablar con él.

—¿Una zambullida antes de ir a buscar a Taylor?—ofrecí.

—Nunca le diré que no a una.

Belly seguida por todos exceptos las madres nos zambullimos en la piscina y nadando por debajo noté que cierto chico que he ignorado se intento acercar así que nade lo mas rápido a la orilla y me salí.

—Bells, jere, me secaré y sacaré el auto.

—En realidad—me interrumpió Belly—. ¿te molesta si voy solo con Jere?

La mire y ella asintió disimuladamente en dirección al chico.

—Claro que no, entonces volveré a la piscina.

Me zambullí otra vez y al final solo quedamos Conrad y yo debido a que Steven debía ir con Shayla, su no novia.

—¿Podemos hablar?—se acercó.

—¿De que quieres hablar? ¿de lo imbécil que has sido conmigo o de que hayas olvidado comprarle un regalo a la chica que hemos visto crecer? Sigues sumando negativas.

—¿De todo?—preguntó confundido.

—No tengo ganas de hablar contigo, tú actitud me marea, te enojas conmigo por querer salir con alguien mientras tu estas con Nicole, no la conozco pero creo que no deberías estar celoso de con quien salgo, eso no esta bien para ella.

—Ella y yo... no sé que somos.

—Mientras sean algo no puedes ser así conmigo.

—¿Por qué?—se acerco.

¿Este es tonto?

—¿Por qué haces esto?—me aleje.

—¿Qué hice?

—¡Recordarme que existes! ¿por qué? ¿quieres que te persiga como una estúpida hasta que me digas algo que nunca va a pasar? ¡pues te lo digo yo! ¡no necesito esto!

—¿De que estas hablando? ¿Te crees perro para andar persiguiéndome? solo quería pedirte disculpas para que volviera todo a la normalidad.

—Nada va a volver a la normalidad porque tu no eres el Conrad de hace un año, algo cambio en ti y entiendo que estés sintiendo la presión de la universidad, es un gran cambio pero Steven y yo estamos en la misma situación que tú y tu solo nos alejas a todos, ¿Qué sucedió? Conrad somos amigos, se supone que tú puedes confiar en mi.

—Solo necesito un abrazo, por favor.

Aún confundida lo abracé y por un momento sentí que este era el chico de siempre, el del que me había enamorado tres veranos atrás. No está nueva versión gruñona y arisca.

—¿Qué sucede?

—Nada, estoy bien, ahora debo irme con Cleveland—me soltó y salió de la piscina, y entró a la casa como si no hubiese pasado nada.

—Conrad me confundes tanto.

Salí de la piscina y me puse un vestido por encima y camine hacía la playa, creo que el mar puede ayudarme.

Me metí al mar a una distancia en la que no pudiese morirme ahogada y solo me quede ahí, procesando todo lo de los últimos días.

—¿Qué hago? ¿me olvido? ¿lo intento? ¿dejo de pensar en esto y hago algo productivo con mi vida? ¿elijo a que universidad quiero ir?

No le había dicho a nadie pero había sido aceptada en Princeton y en Stanford para estudiar leyes, el problema es que mi madre quería que fuera a Princeton porque era mas cerca de casa y para no estar tan sola, Steven iría allí, mi mamá piensa que puedo encontrar amigos y que sean eternos así como ella, Laurel y Susannah, pero yo no era como mi madre, me resultaba más complicado hacer amigos.

Salí del mar y me estiré en la toalla y en el momento recibí una llamada de mi mejor amiga Lila, ella se fue de vacaciones con sus padres y su novio.

—Lila—salude.

—¡LILA NADA! NO ME HE ENTERADO DE NADA Y HACE MUCHO NO ME HABLAS.

—Perdóname Lila, han sido unas semanas muy locas, belly será una debutante y los humos en la casa Fisher están raros.

—¿Cómo ha estado todo con Conrad?

Sí, mi mejor amiga sabía de mi crush con Conrad, fue la primera en notarlo.

—Confuso, el ha estado muy raro y tiene una situationship con una chica que es compañera de Belly.

—Que idiota, el se lo pierde ¿no has conocido a nadie?

—La verdad es que sí, o sea a Alex ya le conocía por su hermana pero no quiero usarlo, no quiero que sea mi Getaway Car.

—No es un getaway car porque no volverías a verlo.

—No lo sé.

—Cariño, estás soltera, tienes diecisiete años y eres hermosa, has lo que quieras, es tu verano.

—Tienes razón Lila.

—Siempre la tengo.

—Quien fuera tú, con novio y en Italia.

—Te ofrecí venir pero dijiste que no.

—Lo sé pero Cousins es lo que espero de cada verano.

—Corrección, lo esperas a él.

Mire la hora por encima y era tarde.

—¡Mierda debo volver a la casa! Belly ya debe haber vuelto, lo siento Lila debo irme, te llamo luego.

Corte la llamada y corrí para llegar a la casa de los Fisher.

el verano en que amé. (Conrad Fisher y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora