el verano en que amé. (Conrad Fisher y tú)

Capitulo 19.

Steven, Taylor, Isabel y Jeremiah nos habían insistido para salir todos juntos a un restaurante en la ciudad, querían celebrar que después de tanto tiempo estaríamos todos juntos otra vez.

—Estoy muy emocionada de ver a la pequeña Belly, se que tiene mucho que contarme y por el teléfono no es lo mismo.

—Aunque no lo creas, yo igual quiero ver a mi hermano, aunque todo haya sido complicado entre nosotros es lo único que me queda aparte de papá y de ti, no me gustaría perderlo a él también.

—No lo harás, el hecho de que Jeremiah sea un poco explosivo para sus cosas no significa que él no te quiera, eres su hermano mayor y algún día verá la responsabilidad de serlo.

—Creo que no me perdonará lo de la casa muy pronto—me abrazó.

—Oye—pase mis brazos por detrás de su cuello—. Eso ya fue hace algún tiempo, no creo que siga con rencor, la casa es suya y no la perderán jamás.

—Lo sé, espero que él lo vea así.

—Sería un tonto si no lo hace.

—¿Has hablado con Steven?—cambio el tema.

—Lo hice—asentí—. Ahora que estamos de vacaciones a estado con Taylor lo más posible, ya sabes cómo es él cuando se enamora. Es un romántico sin remedio.

—¿Lo es?—preguntó.

—Pensé que ya lo sabías—me reí—. Sí tú eres su mejor amigo.

—Ambos sabemos que ese puesto es tuyo.

—Lo sé, pero puede tener dos mejores amigos, su ventaja es que somos pareja y generalmente casi siempre estamos juntos.

—Oye T/N, hablando de eso—me soltó y me sentó a su lado.

—¿Eh?

—¿Tú estás cómoda con lo que estamos haciendo?

—¿El que?—pregunté.

—Estar siempre conmigo, a veces siento que dejas a tus amistades de lado por quedarte conmigo y me siento un poco culpable por ello.

—No deberías sentirte así, no he dejado a mis amigos de lado, trato de ser pareja contigo y con ellos, aunque amo estar contigo soy consciente de que ambos tenemos otros amigos y no siempre podemos estar juntos.

—No lo digo con la idea de pasar menos tiempo juntos pero solo era una duda que tenía, lo siento.

—No me pidas perdón—le acaricié la mano—. Era una duda que tenías y tenías que comunicarla conmigo, siempre que tengas alguna inquietud dímelo.

—Lo haré.

Bajamos a el living, mi mamá no estaba en la casa, como era típico estaba con Laurel, la ausencia de Susannah aún se siente e intentamos sobrellevarlo cómo podemos.

—¿A qué hora es la comida?—pregunté.

—Es a las nueve.

—Tenemos mucho tiempo aún, podemos ir a dar un paseo por ahí si quieres.

Le vi la cara y solo eso me bastó para saber que la idea no le gustaba, Conrad solía ser un poco introvertido en cuanto a multitudes se refería, y lo entendía, así que al final optamos por quedarnos viendo una película, estirados en el sillón.

—Hora de arreglarnos—pauso la película.

—Nooooo—me volteé a verlo horrorizada—. No puedes pausar Harry Potter y el Cáliz de fuego en la mejor parte.