el verano en que amé. (Conrad Fisher y tú)

Capitulo 8.

A la mañana siguiente Belly golpeó mi puerta temprano y se acostó a mi lado contándome que ayer las chicas del grupo le habían preguntado a quien llevaría al baile y ella no estaba segura porque no sabía a quien preguntarle antes de llamar a su refuerzo.

—Si quieres invitar a Jeremiah entonces pregúntale, es muy fácil, le dices, oye Jere, ¿puedes ser mi acompañante? Así no sufro sola y Steven tiene un amigo también—reí.

—No es tan fácil t/n, si me rechaza creo que no podría volver a mirarlo a la cara y todo se pondría incómodo.

Entiendo ese sentimiento.

—Bells, si Jeremiah te rechaza entonces le falta un tornillo en su cabeza, ¿Quién no te haría el honor de acompañarte? Si yo fuera hombre lo haría sin problema—subí y baje mi ceja.

—¡No seas tonta!—se rio.

—Anda Bells, debes ser valiente y solo pregúntale, directamente y sin rodeos además, si te dice que no, siempre puedes preguntarle a Cam Cameron.

—¿Cómo mi plan B?—preguntó confundida.

—Aunque suene mal, debes tener un acompañante, no puedes bailar sola, y si el primero té dice que no entonces vas al segundo y si él también te dice que no te vas al tercero hasta tener tu reemplazo.

—Pero solo tengo a Jeremiah y a Cameron—me miraba confundida.

—Busca un tercero por si las dudas y que sea alguien de confianza.

—¿Conrad?

Negué mi cabeza.

—¿No es acompañante de Nicole?

—No creo, solo iré a preguntarle a Jere, no creo que me diga que no, pero tendrá que ser más tarde, debo ir a dejar a Taylor a la estación de buses.

—Oh claro, ¿ya se hablan?

Negó—No, ella evita el tema y ayer discutimos, me dijo que cambié y que no me reconocía, ¿crees que es verdad?

—Sí.

—¿Cambie?—preguntó asustada.

—Belly, es normal que la gente cambie, es imposible que alguien siga siendo el mismo siempre, todos maduramos e intentamos ser mejores, y si tú cambiaste para tu estar a gusto contigo misma entonces nadie puede decirte nada de eso.

—¿Crees que me volví superficial? El otro día discutí con Conrad y me dijo y cito "deberías ir a verte al espejo un poco más" y si me dolió.

Idiota.

—Isabel—dije sería—. Tú puedes mirarte en el espejo cuando quieras y cuánto quieras, porque eres una mujer increíble y muy linda, el idiota de Conrad está amargado por algo pero nadie sabe qué, no le des mucha importancia a lo que te diga.

—¿De verdad lo crees?

—Claro Bells, intentaré hablar con él, lo prometo.

—Gracias, de verdad necesitaba hablar contigo a solas.

—Ya sabes dónde encontrarme—le sonreí.

—No quiero que el verano acabe—protesto enterrando su cara en la almohada—. No estoy lista para entrar a mi último año y ser capitana del equipo de voleibol es consumidor.

—Pero te gusta ser capitana, además de que el último año tiene nuevas oportunidades, puedes hacerlo el año más increíble, eso solo depende de ti.

—Tienes razón.

—Lo sé, soy muy sabia.

—Me gustaría seguir esta charla pero debo ir a dejar a Taylor, nos vemos luego.

—Me levantaré para despedirme de Taylor.

Belly asintió y salió de mi habitación, entre al baño para darme un ducha rápida, y me puse un enterito rojo con blanco, y mis zapatillas altas, debajo mi bikini negro.

Baje a la cocina y las madres estaban ahí.

—Hola mamá—la saludé dándole un corto abrazo.

—Cariño—respondió.

Me acerqué a Susannah y la abracé aunque ella casi me mato, ha estado muy cariñosa este último verano.

—Se que fuiste tú la que me tapó anoche, muchas gracias cariño.

La mire confundida.

—Pensé que estabas dormida.

—Digamos que estaba entre despierta y dormida—sonrió.

Y por último salude a Laurel, que tenía una cara sonriente.

—Vaya Laurel, no puedes ocultar la cara de felicidad—le dijo mi madre.

—¡Cállate Jo, tú hija está aquí!—se tapo la cara.

—Cleveland le está haciendo muy bien a nuestra Laurel—se burló Susannah.

¿El mismo Cleveland de Conrad?

—Ya me voy, solo pasaba a saludar y a robarme un muffin, iré a él quincho por si me necesitan o y avísenme para despedirme de Taylor.

Salí de la casa y el viento estaba frío, me senté mirando los retratos que Susannah había estado haciendo de nosotros, pero solo miraba al de Conrad.

—Maldito idiota.

Puse los audífonos en mi oídos y August de Taylor Swift comenzó a sonar.

Salt air, and the rust on your door, I never needed anything more.

Whispers of are you sure? Never have I ever before.

back when we were still changing for the better, wanting was enough, for me it was enough, to live for the hope of it all.

Mi mente era un remolino de todo, quería entender a Conrad y sus actitudes de mierda para poder ayudarlo, quería decidir por mi y elegir lo que yo quiero hacer, quiero ayudar a belly, quería ayudarlos a todos pero no era posible.

Realmente no es el verano que pensé, se siente distinto... Como si fuera el último verano.

Le envié un mensaje a Lila contándole las últimas novedades y estaba escribiendo, probablemente se tardaría un rato.

—Solo necesito una señal.

Fije mi vista en la puerta trasera y ahí estaba Conrad mirando en mi dirección, intenté alejar la mirada pero me hizo señas para que me acercara.

—No vayas, no seas mensa.

Le hice una seña de que no iría y él llegó a mi lado.

—¿Cómo estás?—preguntó.

—Estoy bien, pensando en muchas cosas—sonreí débil.

—¿Qué pasa?—se sentó a mi lado.

—Nada, no te preocupes.

—No me pidas que no me preocupe por ti, sabes que siempre lo haré.

—Pues vaya forma de preocuparte—me burle agria—. ¿Taylor ya se va?

—Sí, es por eso que te hice una seña, se esta despidiendo.

—Gracias, iré a despedirme.

Ambos nos levantamos de la mesa y caminamos a paso lento, en un momento nuestras manos se tocaron pero me aleje.

No es bueno para mi.

Me despedí de Taylor aunque volvería luego para el partido de voleibol qué hay en el club para ayudar a ganar fondos.