capitulo 3.

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A la mañana siguiente como habían prometido, Belly y Jeremiah fueron hasta donde se estaba hospedando su tía Julia, lo que nos dejaba a Conrad y a mi solos. No quería incomodarle así que evitaba toparme en su camino, ahora estaba en la piscina, mientras que el fue a la playa.

—¿Cómo crees que les fue a los chicos?—preguntó distrayéndome—. La tía Julia será difícil de convencer. 

—Espero que bien, y que hayan ido por comida también sería genial—intenté agregar un poco de humor pero no sirvió en lo absoluto.

—¿Tienes hambre?

—No.

—¿Estás segura? porque puedo ir a comprar algo, si voy ahora volveré pronto.

—No es necesario, no debes preocuparte por mi.

Sé que fui una perra al usar las mismas palabras que el me había dicho un año antes pero el ya no tenía que preocuparse de mi, no éramos novios ni mucho menos amigos.

—Sabes que lo haré de todos modos.

—Pues debiste habértelo pensado antes de bloquearme de todos lados y dejarme como si nada, ¿no es así?—me salí de la piscina—. Solo espero que todo esto se solucioné pronto y así no tengas que seguir incomodándote con mi presencia. 

Admito que no fue el mejor comportamiento y que debí actuar como adulta pero me dolía y a diferencia de el yo no podía fingir que no estaba ahí.

Fui hasta la que solía ser mi habitación y me di una ducha rápida, me vestí y baje hasta la entrada principal, y justo venían llegando belly con Jeremiah.

—¿Cómo les fue?—preguntó el Fisher mayor quien venía de la parte trasera.

—No muy bien—respondió su hermano—. ¿Ya hablaste con papá?

—No.

Belly me miró y tomo las bolsas con comida.

—Llevaremos eso adentro.

—¿Lo haremos?—pregunté confundida.

—Sí.

—Esta bien—asentí.

Ambas entramos a la casa y dejamos  a los hermanos conversando atrás, pusimos las cosas en la cocina, belly me contó que la señora fue un gran dolor en el trasero, no los invitó a pasar y no quería recibir las flores, lo que sí fue que vieron a Skyler.

—¿Así que es no binario?—pregunté.

—Lo es.

—Mmm, ¿aún así puedo decirle sky, verdad?

—Obviamente, ese es su nombre, no seas mensa t/n.

—¡Hey! no soy muy conocedora del tema, y eso esta genial.

Con Belly estuvimos un rato conversando en la cocina hasta que su novio se la llevó, lo que me dejo en silencios incómodos con el hermano mayor.

—¿Por qué me miras tanto?—pregunté molesta—. ¿Tengo algo en la cara?

—No... solo es la costumbre.

—No deberías tenerla aún, no me has visto en seis meses, ¿lo olvidas? Y cuatro desde que me bloqueaste de todos lados.

—Me odias, ¿no es así?

Negué.

—¿Crees que si te odiará estaría aquí? No te odio, pero me lastimaste y esto es muy reciente para mi, solo mantén tu distancia y yo intentaré ser civilizada contigo.

el verano en que amé. (Conrad Fisher y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora