Capitulo 23.

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—¿Así que como va todo en Brown?

Estaba sentada en mi cama de la residencia hablando por videollamada con Conrad, tenía un periodo libre antes de ir a clases.

Regular, mi compañero de cuarto es simpático al menos, pero nos vemos pocos por los horarios y en cuanto a las clases son pesadas pero nada que no pueda soportar.

Recuerda no exigirte tanto, eres humano y debes descansar, quiero que estés bien para cuando nos veamos Connie.

Siempre estaré bien para verte.

Lo sé, ahora dime, ¿cómo está Susannah?

Mamá está cansada, hablé con Jeremiah ayer y dice que ya no puede hacer mucho sin cansarse, así que trataré de ir lo más pronto a casa, intento ir lo más que puedo, pero las clases no me dejan.

El tratamiento la tiene agotada.

Asintió—Así es, pero aún sigo esperando que funcione.

Lo hará, no pierdas la fe.

Tengo que mostrarme fuerte por ella y por jer.

Hice una mueca, el hecho de que él pensara que no tenía derecho a estar preocupado o triste era malo para el, le pasaría la cuenta en algún momento.

Espero que si vas me cuentes buenas noticias—sonreí.

Espero lo mismo.

—Connie siento tener que dejarte, el deber de estudiante me llama pero te llamaré luego.

Ve con cuidado.

Adiós Connie.

Adiosito.

Con pesar tome mi mochila y camine al campus, odiaba las horas de derecho penal pero ni modo, si quería sacar el título debía pasar estos ramos.

—Hey—salude a Nina—. ¿Hiciste la actividad que dejo el maestro?

—Sí, ¿tú?

—También—asentí.

Nina fue la primera que se me acercó cuando llegue a la universidad, y se convirtió en una amiga, es bastante agradable.

—Oh, ya va a empezar.

Dos horas de clase con el peor maestro del mundo fueron insufribles, no es posible que sea tan aburrido para dar clases, solo lee sus presentaciones y nada más, no es didáctico.

—El señor Schmitt es aburrido—hablo Nina—. Oye, ¿tienes algún plan para hoy en la noche? Mis amigos y yo iremos a comer por ahí cerca por si quieres ir con nosotros, ya sabes, un finde loco.

—Mmmm, hoy tengo que ir a la lavandería, ya sabes que son dos semanal y pues, lo siento pero quede con mi novio.

—No te preocupes, lo entiendo, ¿tú novio es del campus? Si es así, ambos pueden ir.

Me reí—No, mi novio está en Brown.

—¿Esa no está en Rhode Island? Está a cuatro horas y algo de aquí.

Asentí riendo—Sí, eligió una universidad cerca de su pueblo para no alejarse de su familia.

—Oh vaya, debe ser difícil estar lejos de él.

el verano en que amé. (Conrad Fisher y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora