Capitulo 10.

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Conrad y su padre habían tenido un tenso encuentro que se vio interrumpido por Jeremiah, quien intentó cambiar la conversación a los fuegos artificiales.

—¿Estás bien?—me acerqué a él.

—No sé a qué viene, arruina todo.

—Conrad, deberías desahogar lo que sientes con alguien, no es bueno que tengas esos sentimientos en ti, te haces daño.

—Es un poco complicado.

Puse mi brazo sobre su hombro.

—Siempre me tendrás a mi Connie, lo prometo.

—Espero que sea así.

Le iba a responder pero llego la madre del oji azul llego a su lado así que me fui para darles privacidad.

A lo lejos vi a belly un tanto ebria así que decidí seguirla y error, se fue a la ducha que había en el patio cuando Jeremiah estaba dándose un baño para sacarse la tierra.

—Oh no—susurre.

No alcance a escuchar mucho solo algo de que el cabello mojado era romántico y blah blah.

—Demonios belly, mala bebedora.

Belly se fue tambaleando e intente seguirla y de paso salude a Jeremiah pero se me perdió, así que volví al lado de la piscina y me senté al lado de mi madre.

—¿Cómo estás cariño?—me preguntó.

—Estoy muy bien, aunque detesto un poco el hecho de que el padre de los Fisher esté aquí, el ánimo de Conrad cayó cuando apareció—susurré.

—Yo también, no me cae bien.

Mire a mi madre sorprendida y me di cuenta de que había tomado un poco y por eso me dijo que lo odiaba, mi madre sobria nunca admitiría lo que piensa, se mordería la lengua para evitar problemas, como yo.

—Mamá trata de no tomar demasiado porque después te poner parlanchina y no quiero que sueltes lo que estamos hablando.

—Yo debería estar cuidándote a ti, no al revés—balbuceo.

—Descuida mamá, no daré mucho problema hoy, cuidaré a los que vea muy borrachos—me reí.

Me volteé a la puerta trasera cuando la voz de Susannah aviso que traía la torta, demonios amaba esa torta, pero desgraciadamente no pudimos comerla porque belly tambaleó y se llevó a la madre de los Fisher con ella y la torta sería comida de hormigas ahora.

—¡Susannah!—me levanté con la intención de ayudarla pero Conrad ya lo había hecho.

—¿Estás bien?—le preguntó el Fisher mayor a lo que ella asintió.

—Descuida cariño, solo fue un accidente, iré a limpiarme, ya vuelvo.

Mi mamá salió detrás de Susannah, y con eso Conrad quedo mas tranquilo.

Laurel reprendió a belly quien no dejaba de pedir disculpas hasta que su padre la llevó dentro de la casa. Intentamos que el ánimo no decayera hasta el momento de los fuegos artificiales, que como siempre, era cortesía de Jeremiah y su padre.

—¡Feliz cuatro de julio!—dijimos todos.

—Mamá iré al quincho, vuelvo pronto.

Me aleje de mi madre y  podías ver el lago iluminado por las demás familias que tiraron sus fuegos desde el quincho.

Saqué mi teléfono y le envié un mensaje a Lila, y tenía un mensaje de mi padre que ni me moleste el abrir, no quería que me arruinara la celebración.

—¿Puedo estar aquí?

—Claro que sí, es espacio de todos—me reí—. Bueno, de tu familia.

—¿Sabes? Pensé que esta celebración podría ser peor, mi padre me reclamó por dejar a belly beber tanto, pero no soy su niñero y ella sabe lo que puede aguantar, mi padre me pone de mal humor.

—¿Por qué serías tú el culpable de lo que belly bebé? No tiene sentido.

Nos acercamos un poco más al otro a mirar los fuegos y él se quedó en silencio.

—Te traje algo—sonrió llamando mi atención.

Lo mire confundida—¿a mi? ¿Por qué? No es mi cumpleaños y no hay nada especial.

—Por aguantarme siendo un imbécil.

Me enderece y lo mire fijamente mientras sacaba una pequeña caja negra de su bolsillo.

—Gracias por todo t/n, sé que pase lo que pase te tendré a ti.

Me extendió la cajita y juro que quería llorar, me regaló un anillo con un corazón, justo como el que me dibujó en mis panqueques el año pasado cuando debute.

—Es muy lindo, gracias Connie.

Levante mi vista para verlo y él estaba muy cerca, si nos movíamos un poco más nuestro labios se rozaban.

—Al diablo todo.

Tomo mis mejillas y estuvo apunto de besarme pero me aleje, admito que me dolió pero fue lo mejor, el estaba con Nicole y un poco ebrio.

can we always be this close? forever and ever.

No, no se puede.

El no es tuyo.

Cause you weren't mine to lose.

—¿Eh?—pregunté sorprendida.—Oh mira, los pájaros están en el agua.

Estúpida, intentaste no hacerlo raro y te salió peor, ¿un puto pájaro es tu excusa? Idiota.

—Perdóname, no debí haberlo hecho.

—esta bien, no te preocupes —me encogí de hombros—. No paso nada.

—Deberíamos volver a la casa, se esta poniendo helado.

—Si quieres ir tú, yo iré a la playa por un chapuzón—sonreí incómoda, quería estar sola.

—Entonces vamos juntos.

Para mi sorpresa me tomo de la mano y nos encaminamos hasta la playa, llegamos a la arena y nos sacamos las sandalias, corrimos a la playa y nos hundimos en el mar comenzamos una pequeña guerra de agua y reíamos como niños.

Salimos del agua y nos sentamos en la arena, había dejado mi teléfono olvidado así que lo tome y nos saqué una foto.

—Será un lindo recuerdo para pegarlo en mi dormitorio de la residencia—sonreí.

—Yo quiero una copia.

—Te la envié por airdrop.

—Gracias.

—No hay de qué, ¿Qué quieres hacer ahora?—pregunté.

—¿Podemos quedarnos aquí para siempre? Aquí todo es más tranquilo de lo que puede ser cualquier otro lugar.

—Podemos quedarnos aquí—asentí.

—Gracias, prometo que no volveremos tarde.

—Podríamos estar aquí para siempre y no me molestaría—sonreí.

Nos acercamos un poco más y mirábamos el mar, en ese momento solo éramos los dos compartiendo un pedazo de calma entre tanto caos, esto era un recuerdo que valdría la pena rememorar con fotos, aunque con mi memoria es más que suficiente, aún no sé que pasará mañana pero no quiero pensarlo, quiero vivirlo.

el verano en que amé. (Conrad Fisher y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora