el verano en que amé. (Conrad Fisher y tú)

Capitulo 20.

Toda la familia llegó al club y esa es una de las mejores cosas. Siempre están ahí el uno para el otro. Belly se había venido un poco antes para arreglarse aquí y me texteo diciendo que Nicole le pidió perdón por haberla dejado sin ropa por mi culpa.

¿Mi culpa?

En parte sí lo era, creo.

Susannah esta un poco frágil y se notaba. Laurel quiere protegerla y Conrad también. Jeremiah, está muy preocupado. Puedes ver la preocupación en sus ojos y es un poco aterrador.

—¿Mamá?—la llame—. Creo que deberíamos llevarnos a Susannah, no se ve muy bien y lo están notando.

—No digas tonterías, solo esta un poco agotada, no ha dormido bien.

—No me mientas mamá.

—No lo hago.

Le dejé pasar la mentira y me senté en la mesa correspondiente con Conrad a mi lado y las madres al frente de nosotros. El baile está en marcha y los debutantes se anuncian a la audiencia. Belly sale con Jeremiah y les toman sus fotografías.

—¿Por qué Belly está haciendo esa cara?—preguntó Laurel riendo.

—Es una chica muy divertida—respondió Susannah de la misma forma.

—Belly está tonteando con Jeremiah, por eso está haciendo esa cara.

—Parecen viejos adinerados con botóx.

Me reí ante la estupidez de mi madre y me recompuse de inmediato, volteándome a mirar a Conrad.

—Oh Conrad, no creas que no note el color de tu corbata—susurre—. Que buen detalle.

—Mmmm lo se, soy un genio.

—Ven aquí para sacarnos una foto.

Acercó mi silla a la de él y me reí nerviosa, tome mi teléfono de la mesa y saqué muchas fotos.

—Sí Conrad, te las mandaré por AirDrop.

—Gracias.

Laurel se puso bastante emocional y se fue, con su exmarido John persiguiéndola, seguramente le dio nostalgia el ver a belly tan grande.

—Ahora viene el baile de los acompañantes.

—Veremos los movimientos de Steven y Jere.

Les salió genial, Jeremiah se acercó a la mesa y se fue casi de inmediato sin decir nada.

—Seguramente fue al baño.

—Belly lo está buscando, viene el baile de la escolta.

Belly lo buscaba con la mirada y era evidente que él no estaba en el salón, no podía creer que el chico se fuera en un momento como este.

—Aún no aparece, algo anda mal Conrad.

—¿Qué hacemos? No podemos armar un escándalo buscando a Jeremiah.

—Pero no podemos dejar que belly se avergüence—me volteé a mirarlo—. Ve a bailar con ella.

—¿Que? ¡No!

—¡Hazlo! Te sabes todos los pasos y es belly por Dios santo, es casi nuestra hermanita, debes ayudarla.

—¿No me podías pedir otra cosa cierto?—respondió un poco incómodo.

—¿Por favor?—le supliqué—. Cariño es solo un baile, te prometo que no me enojare ni nada de eso.

—¡Uf!—se levantó—. Al menos espero un tipo de premio por esto.

—¡El que quieras!—junte mis manos y lo mire.

—Ya lo pensaré.

Demonios amaba a este chico aún más, Conrad toma el lugar de Jeremiah, bailando con Belly.

—Menos mal que te hizo caso y ayudo a la pequeña belly—susurro mi madre.

—Conrad es un buen chico mamá.

—Sí, y estoy segura que a Jeremiah lo van a matar.

El baile termina y Jeremiah apareció, tenía lágrimas en sus ojos, se acercó a Conrad y no pudimos escuchar mucho de lo que hablaban por la distancia, hasta que Jeremiah golpeó a Conrad  y se pusieron a pelear en la pista de baile. Susannah los separó.

—Mamá dime ahora que está pasando, no sé si te has dado cuenta pero eso no es normal.

—Vamos afuera, te lo dire todo.

Ambas salimos del club y llegamos al auto, en donde nos sentamos y mi mamá rompió el silencio.

—Susannah tiene Cáncer y no quiere hacerse el tratamiento.

La noticia me cayó como si me hubiesen tirado un balde con agua fría que me caló hasta los huesos y quería llorar, ¿como era posible? Mire a mi madre pero no podía hablar, tenía un nudo en la garganta que no me dejaba reaccionar.

—¿De que estás hablando?—le pregunté intentando formular mis palabras, pero no podía dejar de llorar.

—Susannah ha batallado con el Cáncer hace más de un año, se hacia el tratamiento a escondidas de ustedes y decayó mucho, ahora cuando volvió nos dijo que no se haría el tratamiento porque no quería sufrir otra vez, ella nos pidió un último verano y eso le dimos.

—¿De que mierda estás hablando mamá? ¡MAMÁ POR DIOS! ¿Ya se resignaron a perderla? ¡Es tu mejor amiga! ¿Cómo es posible?

—¡No creas que ha sido fácil para nosotras! ¿Crees que no hemos llorado? ¿Suplicado que lo haga? No quiere hacerlo.

—Solo le dimos problemas este verano mamá—solloce—. Pelee con Conrad casi todo el verano, no le di paz a Susannah.

—No, no digas eso.

—¡debería haberlo notado!—le pegue al manubrio—. ¡Que idiota soy! ¡Debí haberte preguntado cuando te escuché en casa!

—No era lo ideal que ustedes lo supieran, ella no lo quería.

—¡Mamá es evidente que Conrad lo sabía! ¡El amorío de Laurel lo sabía! ¡Ustedes lo sabían! ¡Hasta el señor Conklin lo sabía! ¡Todos menos nosotros! ¿Que está mal contigo? Me mentiste en la cara, te pregunté y me negaste que algo pasase.

Espera, Conrad lo sabía.

—Oh no—llore más fuerte—. Mamá Conrad lo sabía, siempre lo supo y yo fui una mierda con el, soy la peor amiga del mundo, mamá yo lo traté mal, me duele haberle dañado.

—No cariño, no es tu culpa.

—¡Si lo es! ¡El cargaba con eso en su mente a diario! No quería arruinarme el verano y yo arruiné el suyo siendo una perra constantemente con el.

—No arruinaste nada, no seas dura contigo misma.

—¡Mamá si lo hice! ¡Le hice sentir como la mierda! ¡A Susannah también! Soy un asco.

—¡Ya basta!—me grito—. No hiciste nada malo, eres una adolescente que cometió errores pero eso no te hace peor o mejor persona que nadie, ¿me oyes? Ahora que todos lo saben puede que sea más fácil para Conrad hablar del tema.

—Uf mamá.

Conduje de vuelta a casa y el ambiente era triste, se sentía como esa capa de sentimientos rodeaba la casa, no quisimos molestar a nadie así que mi madre y yo nos fuimos a mi habitación y nos quedamos ahí.

—¿Crees que ahora acepte hacerse el tratamiento?

—si te soy sincera espero que lo haga, no podría soportar a mi mejor amiga.

—No lo harás mamá, Susannah es una mujer fuerte y lo hará.

—Tienes razón, solo hay que tener fe.

—Es lo último que se pierde.