28.- Calma y armonía

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CAPÍTULO 28:
CALMA Y ARMONÍA


-Mark, ¿ya escribiste a los chicos que hoy es nuestra cena?-.
-Sí, ahora estoy escribiendo a Yacht. Hace mucho tiempo que no lo vemos-.
Una conversación tranquila entre la pareja que terminaba de desayunar en un despejado día domingo.
Los chicos quería festejar el primer mes de vivir juntos. También el primer mes que Mark trabaja cantando en la cafetería de P'Santa.
El día después de que Gun le contara sobre este empleo, Mark resolvió a hablar él mismo con la dueña y aceptó inmediatamente la oferta. Luego fue por sus cosas a su departamento y se instaló para vivir permanentemente con su novio.
-¿Deberíamos ir a comprar ahora o en la tarde?- Preguntó Mark limpiando la mesa, dirigiéndose a Gun que estaba lavando los platos.
-Creo que ahora es mejor. No habrá mucho tráfico-.
-De acuerdo-.
Gun tenía una lista enorme de lo que quería comprar para la cena de la noche, pero como su mente era un poco olvidadiza, decidió escribirla en un papel después de acabar con los platos.
Arroz, pollo, cebolla, camarones, ostras, soja y un sinfín de ingredientes iba anotando Gun, mientras Mark conducía.
-¿Cuánto es lo que tienes?-. Le preguntó Mark cuando detuvo el automóvil en un semáforo.
-Creo que 20 ingredientes llevo-.
-¿Y qué se supone que vamos a cocinar?-.
-Pues, estaba pensando en Pad Thai, Khao Pai, Som Tam-.
Mark no estaba muy convencido, pues no había cocinado esos platillos antes.
-¿Por qué no preparamos cerdo a la parrilla?-.
-Pero, ¿dónde lo prepararemos?-.
-Quizás podemos conseguir un lugar apto para hacerlo-.
El semáforo cambió en verde y el vehículo continuó su ruta. Gun lo meditó unos segundos y finalmente accedió.
-Está bien. Compremos los ingredientes para el cerdo asado. Aunque también quiero un poco de ensalada de papaya picante-.
-De acuerdo-.
En un supermercado cercano, se estacionaron e ingresaron rápidamente para aprovechar el poco flujo de gente del lugar.
-Entonces, compraremos cerdo, carne, papaya, ajo, tomate, maní, ají y salsa de pescado. Ve por los productos para el cerdo y yo iré por los de la ensalada-. Propuso Gun.
-Está bien-.
Mark se separó de su chico y se fue directo hacia el pasillo de la carnicería donde había un estante con los productos ya envasados.
Bandejas y bolsas estaban en el mostrador, tratando de escoger la más conveniente, y por supuesto, la más deliciosa. Finalmente, decidió por unos trozos que venían en una bolsa plástica. Sacó al menos diez paquetes calculando la cantidad de personas que asistirían.
Caminando en busca de Gun, desde su bolsillo comenzó a vibrar su celular, a lo que tomó inmediatamente la llamada.
-Hola, Perth-.
-Hola, amigo. Llamo para decirte que no te preocupes por las cervezas. Plan y yo las compraremos-.
Mark golpeó su frente recordando que Gun sólo había escrito todo lo comestible, menos lo bebestible que era lo esencial.
-¡Cierto! Eso nos faltaba. Lo había olvidado-.
-Ya veo-.
-Por cierto, haremos cerdo a la parrilla, así que buscaremos un lugar apto para cocinar. Luego les diremos dónde es-.
Esta información aportó mucho para que la pareja tuviera rápidamente una solución.
-Oh, si es así, no te preocupes. La casa de mi madre tiene un patio amplio-.
-¿De verdad?-.
-Sí, claro. Sólo la llamo para preguntar si nos puede prestar el lugar, luego te envío un mensaje-.
-Está bien. Muchas gracias-.
Gun apareció con una pequeña canasta con verduras justo cuando Mark termina su llamado con Perth.
-Ya he terminado. Tomé todo lo que necesitamos-.
-Perfecto. Por cierto, acabo de hablar con Perth y dijo que él y Plan comprarán las cervezas-.
Gun hizo el mismo gesto de Mark hace un rato.
-¡Cierto! Lo había olvidado-.
-Lo sé. También nos dio la posibilidad de hacer la cena en la casa de su madre-.
Gun frunció el ceño.
-¿En casa de su madre? ¿Será prudente?-.
-Bueno, es lo que dijo. Esperemos su respuesta-.
Cuando se dirigieron a pagar las compras, Mark recibe el mensaje con la confirmación del lugar.
Todo estaba listo para pasar un buen momento junto a sus amigos.
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La noche de la reunión, los amigos pasaron un buen rato en una casa humilde pero amplia para realizar actividades como aquella carne de cerdo a la parrilla. El patio estaba lleno de flores y pequeños árboles que parecían estar en un bosque. Un lugar perfecto para relajarse.
Yacht estaba ensimismado en su comida que poca atención prestó a la historia de Mark y cómo le estaba yendo en su nuevo trabajo como cantante en la cafetería P'Santa junto a su segundo jefe, cuyo nombre era Prom. Todos reían por el alcance de apodo; Santa.
Cof Cof...
De pronto toda la mesa giró su cabeza hacia donde provenía el ruido. Si no fuera porque una gran cantidad de cerveza había en su vaso, el pobre chico habría pasado a mejor vida gracias a un pedazo de cerdo.
-Yacht, ¿podrías comer más despacio?-. Regañó Plan.
-Lo siento, cof... cof... es que está delicioso-.
-Sí, pero si continúas así, nuestro reemplazante de Mark se nos morirá antes de que pueda realizar nuestras canciones-.
Yacht era la única persona que podía componer canciones para TEMPT, puesto que Mark ya no contaba con aquel tiempo para hacerlo.
-Bien, bien... Entonces, ¿P'Prom te ayuda a revisar las canciones que compones cuando vas a la cafetería?-.
-Así es, Title-. Respondió Mark al chico frente a él, -Es muy bueno en ello. Me ha ayudado bastante-.
-¿Y pasas mucho tiempo con él?-. Preguntó Santa.
-Sí. Bueno, estoy de lunes a viernes de 3 a 9, con 15 minutos de descanso por cada dos canciones. Allí aprovecho la oportunidad de revisar mis canciones con P'Prom-.
Earth no concibió tal asunto y no dudó en saltar a favor de su amigo Gun.
-No me gusta que hagas eso. Tienes que respetar a tu novio-.
-Oye, no es como si lo engañara con él. No tengo esa intención. Estoy demasiado enamorado de P'Gun y no tengo ojos para nadie más-. Respondió tajante Mark, dirigiendo su vista y tomando de la mano a su novio que estaba en silencio escuchando la conversación.
-Más te vale que sea así, Mark. Yo renuncié a P'Gun porque creo y confío en que no le harás daño-.
Las palabras de Perth provocaron un enorme silencio en los presentes, sobre todo en Gun, que no podía dar crédito a que una persona lo defendiera de esa forma.
-Disculpen, iré a buscar un poco de hielo al refrigerador-.
Se levantó de su asiento e ingresó a la casa, seguido por la persona responsable de aquel silencio.
Abrió el refrigerador y sacó una bolsa de hielo. Cuando estaba por salir, Perth se acerca a él.
-¿Te molestó lo que dije?-.
Gun niega con la cabeza.
-¿Por qué estás tan serio, entonces?-.
-No es eso, es sólo que es la primera vez que alguien cuida de mí de esa forma. Quiero decir, sé que lo haces porque te gusto, pero...-.
Perth lo interrumpe inmediatamente.
-Esa no es la razón-.
-¿Qué?-.
-Sí, aún me gustas, pero como un amigo, casi un hermano. Creo que el sentimiento que tiene Saint por ti, es el mismo que siento yo ahora. Te defendería de cualquiera que quisiera hacerte daño, incluso hasta de Mark-.
-Pero él no es capaz de lastimarme. Nos amamos mucho-.
-Lo sé, por eso es que renuncié a ti. Creo que estás en buenas manos-.
Gun le respondió con una sonrisa, luego cambió el tema.
-Así que, ¿te decidiste a darle una oportunidad a Saint?-.
-Nos hemos estado tratando desde hace casi un mes. Creo que estoy enamorado-.
Al escuchar esto, Gun se alegró bastante.
-¿De verdad?-.
-Sí-.
-Pero él se va en unos días a Canadá, por eso decidió estar con su madre que aquí. Para ese momento, ¿crees que puedan continuarlo?-.
-Él y yo vivimos el momento. Lo que pase en el futuro, tendrá que pasar-.
-Tienes razón. Todo se irá arreglando conforme pase el tiempo-.
La conversación entretenida y honesta de los dos chicos, fue interrumpida por una voz que gritó de lejos.
-¡¿Se quedarán allí toda la noche?! ¡Los hielos se van a derretir!-.
No había que ser demasiado inteligente para saber que la persona en ese momento, era Yacht.
Ambos jóvenes dejaron su conversación y se reunieron con los demás.
Plan se coloca de pie y animosamente, levanta su vaso.
-Vamos a brindar por Mark y Gun que ya cumplen un mes de vivir juntos y por nuestro Mark que está en su nuevo trabajo -.
-¡Salud!-. Dijeron todos a coro cuando hicieron sonar sus vasos.
-Y también porque no pudimos recuperar nuestros instrumentos-.
Los chicos abuchearon a Title por su frase. Las bromas no cesaban desde que dieron por hecho que nunca recuperarían los objetos robados. Suerte que cada uno pudo reponer los instrumentos para continuar con TEMPT.
La comida ya había bajado en un 90% y sólo quedaban algunos restos de ensalada. La medianoche cayó y los chicos debían retirarse.
Gun estaba un poco ebrio y Mark lo ayudó a subirse al automóvil. Al igual que Santa, que prácticamente fue llevado arrastrado por Earth hasta su vehículo.
Perth se quedó mirando cómo se despedían cada uno de sus amigos y esperó a que Mark se acercase para pedirle que se quedara un momento.
Cuando todos se fueron, Perth le pidió a Mark que lo esperara. Muy extrañado obedeció afuera, hasta que su amigo apareció con una caja.
-Toma, creo que esto te va a ayudar más a ti que a mí-.
-¿Qué es esto?-.
Al abrirla, vio algo que hizo que sus piernas temblaran como si estuviera perdiendo las fuerzas para mantenerse en pie.
-Perth... esto...-.
-Lo usamos una sola vez con P'Gun, pero creo que tú lo puedes usar. Sería bueno que lo hicieras de vez en cuando-.
Un vibrador, una mordaza, un látigo, pinzas y una cuerda estaban tapadas con una tela negra.
-Perth, P'Gun hace un tiempo que ya no necesita de estas cosas. Sus impulsos están calmados-.
-Pero no está de más tener cosas así. Yo no podría ocupar estas cosas con P'Saint. Además, el látigo es nuevo, no alcancé a ocuparlo con él, así que puedes inaugurarlo-.
-Ya tenemos un juguete, no necesitamos más. Gracias-.
Estiró la caja para dársela de vuelta, pero Perth la rechazó.
-Sólo llévatela-.
-Está bien. Ya me voy, P'Gun ya debe ir a dormir. Mañana es lunes y ambos debemos trabajar-.
-Conduce con cuidado-.
Los amigos se despidieron y la pareja emprendió su viaje rumbo a casa lo más rápido que pudiesen, ya que Gun comenzaba a sentir náuseas debido al movimiento del vehículo.
Se quedó dormido por algunos minutos pero los malestares volvieron a su estómago obligándolo a despertar.
-¿Ya estamos por llegar? Tengo ganas de vomitar-.
-Ya casi. Sólo aguanta un poco para que puedas llegar a ducharte-.
En un semáforo en verde, donde Mark demoró en avanzar, un automóvil presionó el claxon al que Gun reaccionó mirando hacia atrás. Sus ojos se encontraron con la caja que estaba en los asientos traseros.
-¿Y eso?-.
-Ah, eso me lo dio Perth-.
-¿Qué es?-.
-Pues una caja-.
Gun lo fulminó con la mirada. Mark solamente sonrió.
-Ya lo sé. Pero, ¿qué tiene adentro?-.
-Estás muy ebrio para saberlo. Cuando se te pase la borrachera lo sabrás-.
El oyente no dijo ninguna palabra y simplemente se enfocó en mirar hacia la ventana hasta llegar al hogar.
Apenas cruzó la puerta del departamento, se dirigió al baño para vomitar todo lo que había bebido, aliviando así su estómago. Tomó una ducha y se acostó.
-¿Ya estás mejor?-. Preguntó Mark.
-Sí, aunque aún me siento mareado-.
-Entonces, duerme-.
-Bueno-.
Mark dejó la caja en el clóset y se fue al baño para ducharse. Momento que Gun aprovechó para revisar aquel paquete que lo tenía bastante curioso.
Apenas la abrió, la satisfacción se apoderó de su cuerpo, espantando hasta la borrachera que tenía encima.
Los objetos que estaban adentro les sonaban bastante conocido, hasta que las imágenes llegaron a su memoria.
Él siendo dominado por su tutor de canto, amarrado a la cama, experimentando el sexo rudo como le gusta.
Su pene reaccionó a estos objetos y su corazón se agitó bruscamente. Un impulso lo obligó a desnudarse para apaciguar su deseo incontrolable de querer usar lo que sus ojos veían.
Guardó la caja en su lugar, y se dirigió al baño donde Mark aún continuaba en la ducha. Abrió la puerta sorprendiendo a su novio.
-P'Gun, ¿por qué estás aquí desnudo? Acabas de ducharte y vas a enfermar-.
Su novio no escuchó la advertencia e ingresó a la ducha.
-Quiero hacerlo... por favor-. Respondió mordiendo sus labios con sensualidad.
Mark no pudo negarse a esta petición. La erección en Gun debía calmarse y prefería ser él quien lo ayudara.
-Ven aquí-.
Lo apegó junto a él mientras el agua pegaba en su espalda y lo besó con ternura. Posteriormente, bajó su mano hasta su trasero e ingresó un par de dedos para estimular la zona sensible.
-¡¡Ahhh!!-. Gimió.
Mark se apegó a su cuello y mordisqueó su lóbulo, luego confesó lo que tenía en su corazón.
-Creí que tendría que esperar hasta mañana. Moría de ganas por hacerte el amor-.
Gun respondió de forma inmediata.
-Siempre estaré para ti. Puedes poseerme cuando tú quieras-.
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