CAPÍTULO 31:
INQUIETUDES
-¿Disculpa?-. Preguntó Gun.
-Si dices que lo animas, ¿por qué no has ido a verlo?-.
Prom fue directo al grano con sus críticas, inestabilizando a Gun, quien no entendía por qué la persona que recién acababa de conocer, estaba prácticamente a la defensiva.
-Desde que comencé con la banda, Mark siempre ha asistido para animarme. Pero algunas veces no va porque se prepara para su presentación. En mi caso, es lo mismo-.
-Entiendo-.
-Damos lo mejor de nosotros mismos-.
-Pues, a veces es mejor no absorberte tanto en tu trabajo y enforcarte más en tu pareja, ¿no lo crees?-.
Un pensamiento que a Gun le pareció extraña. Si no fuera porque la persona frente a él, se ve bastante amable y agradable, diría que le está lanzando una advertencia.
-Amo que Mark se esfuerce en lo que hace. Me siento orgulloso de él y creo que él piensa lo mismo de mí-.
La tensión comenzaba a notarse entre estas dos personas que fue interrumpida por Plan, Yacht y Title que llegaron a tiempo para que Prom no se delatara.
-Chicos, lamentamos la demora-. Dijo Title.
-Me quedé atascado en el tráfico, pero ya estoy aquí-. Añadió Plan mientras tomaba las baquetas preparándose para iniciar.
Perth no despegó los ojos de Gun en ningún momento cuando el extraño se quedó junto a él, así que se apresuró para llevarse a su amigo.
-Disculpa, ya tenemos que ensayar-.
-Por mí no se preocupen, yo me tengo que ir. Sólo quise conocer el lugar del que Mark tanto me ha hablado-.
De los chicos recién llegados, sólo Plan se presentó debidamente, no porque el resto no le diera importancia, sino porque ambos llegaron discutiendo el uno al otro.
-¿Saben? El idiota de Yacht olvidó llenar el estanque de gasolina. Nos quedamos detenidos en medio de la carretera-.
-¡No fue culpa mía!-.
Todos fijaron sus miradas hacia estas dos personas que entretenían con su enfrentamiento, y riendo dejaron que prosiguieran con ello.
-Tuvimos que empujar tu vehículo para llegar hasta una gasolinería. ¡Eres un idiota!-.
-Ya te dije que no fue culpa mía. Ayer lo usó mi novio y creí que había llenado el estanque-.
-Disculpen-.
La voz de Prom interrumpió la discusión de Yacht y Title.
-¿Y este quién es?-. Soltó Yacht.
Title reaccionó con un codazo en el estómago de su amigo.
-Compórtate, ¿sí?-.
-Bueno, me presentaré nuevamente. Mi nombre es Prom y soy el jefe de Mark en la cafetería donde trabaja-.
-Un gusto-. Dijeron los dos chicos a coro junto a un wai.
-Bien, terminemos las presentaciones y comencemos a ensayar-.
Perth habló con tono autoritario, logrando que todos los de la banda ocuparan el lugar.
Prom no tuvo más remedio que retirarse al ver que la atención de Mark ya no estaba en él, sino que en la persona que estaba en el pequeño escenario.
El ensayo avanzó sin novedades con algunos covers de cantantes y grupos tailandeses en el repertorio para revivir canciones populares.
La banda ya estaba pulida y ya poco les costaba dominar un tema a la perfección, por lo que los ensayos ya no requerían más de dos horas diarias.
-Bien, creo que este tema salió demasiado bueno. Podemos tocarla este fin de semana-. Propuso Perth.
-Estoy de acuerdo. Además, ya nos lo sabemos a la perfección. LABANOON es excelente-.
-Por supuesto que sí, mi amigo Gun-. Dijo Title abrazando al chico que tenía a su lado.
De pronto sintió que alguien lo observaba.
-Oh, perdón. Olvidé que nuestro amigo Mark es un poquito celoso-.
Yacht aprovechó ese momento para burlarse de Title.
-¿Ya ves? No soy el único idiota aquí-.
-En serio que van parejos los dos-. Añadió Plan.
El resto de los presentes sólo reían.
-Bien, creo que ahora está claro. Sólo yo puedo abrazar a mi novio-. Dijo Mark.
Gun puso los ojos en blanco. Las frases cursis no eran sus favoritos, por ende, no respondería positivamente a ellas.
-Mejor nos vamos. Ha sido un día bastante largo y creo que nos merecemos un descanso-.
-P'Gun tiene razón. Hemos trabajado muy duro y no podremos obtener buenos resultados en las presentaciones si no tenemos un buen sueño. Yacht, ¿puedes llevarme a casa de P'Saint?-.
-Sí, claro-.
Todos estuvieron de acuerdo y comenzaron a guardar sus cosas para irse. El grupo se despidió y cada quien partió con rumbo a casa.
El día había transcurrido con mucho movimiento y Gun olvidó responder a lo que se le había pedido el día anterior. Se apresuró en llamar mientras Mark se incorporaba a la carretera.
Cinco tonadas y la llamada es tomada.
-¿Hola?-.
-¿Apple? Soy yo, Gun-.
-Hola, Gun. ¿Qué pasa?-.
-Te llamo para darte una respuesta-.
Del otro lado, no se escuchó ni un sonido. Gun intuyó que la chica sólo estaba esperando la respuesta que saliera de su boca.
-Acepto ayudarte-.
Apple quedó sin respuesta alguna y sólo gritaba de la emoción. Se escuchó cómo sus pasos iban corriendo escalera arriba hasta llegar a la habitación donde Jane estaba, contándole las nuevas buenas. Luego se centró en su amigo.
-¿Gun? Realmente estoy agradecida contigo. Te pagaré lo que gustes por esto-.
-No, no. No es necesario-.
-Y por lo de la responsabilidad no te preocupes, haré un documento con un abogado para dictar los acuerdos-.
-Está bien. Llámame cuando todo eso esté listo-.
-Sí, sí. Muchas gracias, Gun-.
Gun terminó la llamada con una extraña sensación en su interior. No era negativa, más bien una satisfacción, quizás porque ayudó a una pareja femenina a cumplir su sueño de ser madres.
-¿Y? ¿Todo bien?-. Preguntó Mark.
-Sí, todo bien. Vamos a casa-.
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Mark estaba muy rendido como para tener una noche de sexo y apenas se acostó en la cama después de la ducha, se quedó completamente dormido.
No eran muchas la veces que la pareja dejaba pasar el día sin sexo. Si no lo hacían, Gun se conformaba con el auto placer en los primeros días. Luego, conforme iba pasando el tiempo, la tranquilidad llegó a su cuerpo y sólo tocaba dormir sin hacer nada.
Gun no pudo conciliar el sueño y se volteó a ver a Mark, pero el pulso en su cuerpo aceleró y su corazón comenzó a latir con rapidez. No sabe en qué momento sucedió, pero cuando se vio la entrepierna, su miembro estaba totalmente despierto.
Salió rápido de la cama para calmarse en el baño, pero no fue suficiente. Su cuerpo ardía y necesitaba imperiosamente un castigo, un dolor que pudiera aliviar el deseo insostenible que dominaba su cuerpo.
Necesitaba a Mark, lo deseaba, lo anhelaba. Pensaba en él como un amo dominante que lo amarraba, lo amordazaba y lo azotaba sin piedad. No obstante, estaba prohibido hablar de ello por el respeto que tiene por la decisión del hombre que ama.
Recordó que la vez que le ocurrió lo mismo, se provocó una herida cuyo dolor calmó sus impulsos y luego tomó unas pastillas para dormir. Tomó un cuchillo cartonero y se dirigió al baño, donde se hizo varios cortes diminutos en su piel cerca del pene. Buscó el pequeño botiquín que guardó en el estante e ingirió sólo una pastilla que fue suficiente para relajar su cuerpo y dormir plácidamente hasta la mañana siguiente.
La solución a su problema ya lo tenía.
Los rayos del día molestaron en la cara de Mark, que despertó rápidamente, como la tónica de todas las mañanas; él despertar primero que Gun.
Dejó que su chico descansara un tiempo más, pues no era prudente despertarlo a las seis de la mañana si su trabajo comienza a las nueve. En el baño, cuando estaba por tomar su cepillo de dientes, encontró al costado del lavamanos el medicamento para dormir. El chico, ignorando el fin de esas pastillas, se asustó y salió rápido a despertar a su novio.
-¡P'Gun! Despierta-. Le susurró.
Gun abrió un poco los ojos y volteó a ver a Mark con mucha pereza.
-Mmm... ¿qué pasa?-.
-¿Te sucede algo?-.
Gun negó con la cabeza.
-Entonces, ¿por qué estaba esta caja en el baño?-.
Esa pregunta espantó su sueño y se quedó en silencio para pensar en la respuesta.
-Es un medicamento para dormir. Anoche no podía conciliar el sueño porque tenía un terrible dolor de cabeza-. Mintió.
-¿Por qué no me despertaste?-.
Gun se levantó y acarició el rostro de Mark y le mostró una sonrisa.
-Porque no fue necesario. Ya estoy bien, no te preocupes-.
-Eso espero. Ahora duerme, aún es temprano-.
Se levantó y dejó que la persona acostada volviera a su posición anterior para continuar su sueño. Aún con la explicación que escuchó, no quedó del todo conforme. Sólo pedía que no estuviera pasando por algo más grave.
Durante toda la mañana no pudo dejar de pensar en esa pequeña conversación y la preocupación en su interior crecía, pero fue sonsacado de sus pensamientos cuando su celular comienza a sonar.
-Hola, Perth, ¿qué pasa?-.
-¿Estás ocupado?-.
-No, para nada. Acabo de terminar mis clases en la escuela. Ahora iré por P'Plan para almorzar algo-.
-Estuve llamando a P'Gun pero él no contestó-.
Mark se admiró por la información, puesto que Gun siempre contestaba las llamadas. Pero al mirar la hora, se calmó.
-Debe estar trabajando. Pero, ¿sucede algo?-.
Con un tono triste, Perth respondió.
-P'Saint me dijo que volará a Canadá la próxima semana-.
-¿La próxima semana? ¿Por qué no nos dijo nada?-.
-Eso es lo de menos. Sólo llamo porque quiero organizar una fiesta de despedida en lugar de nuestro ensayo. ¿Estás dispuesto a apoyarme?-.
-Por supuesto. Hablaré con P'Plan y P'Gun-.
Al despedirse, Mark divisa a Plan que caminaba justo hacia él y fue a su encuentro para ponerlo al tanto de los planes de Perth. Plan aceptó animosamente.
Ambos chicos fueron a la cafetería de Mark para comer algunos bocados, y así también intentar persuadir al jefe para permitirle salir temprano.
Al llegar al lugar, se sentaron en una esquina retirada para conversar con calma. Prom se apresuró a atender a los amigos.
-Buenas tardes. Mark, ¿por qué llegas tan temprano? Apenas es la una de la tarde y tu jornada comienza a las cuatro-.
-Lo sé. Vine con mi amigo P'Plan a comer algo-.
-Sí, tenemos mucha hambre-.
-¿Y qué se les apetece?-.
-Un sandwish con un jugo natural-. Pidió Mark.
-También pediré lo mismo-.
-De acuerdo, en un momento estará listo-.
Prom se retiró dejando a los amigos solos. Dio las indicaciones a uno de los garzones que tenía y posteriormente tomó su computadora sentándose a dos mesas desde donde está Mark. Casualmente podía escuchar la conversación de los chicos, sin que ellos pudieran percatarse de eso. Para evitar cualquier malentendido, se colocó unos audífonos en los oídos.
Lo ocurrido en la noche, no quería desaparecer de los pensamientos de Mark. Debían salir de cualquier forma, y confió en que Plan podía ayudarlo a calmarse un poco.
-P'Gun me está preocupando en estos días-. Comenzó diciendo.
-¿Pasa algo con él?-.
-Bueno, ya sabes cuáles fueros las circunstancias en las que lo conocí-.
-Por supuesto, cómo olvidar que es una persona...-,Calló un momento y pensó, luego prosiguió, -¿no me digas que está acostándose con otros?-.
Justo en ese instante llega un mesero con sus pedidos, repartiéndolos en la mesa.
-Disculpen la intromisión. Por favor, que lo disfruten-. Comentó mientras se retiraba lentamente.
-¿Estás loco? Yo confío en él y sé que no sería de esos-. Agregó Mark.
-¿Entonces?-.
-Tengo miedo de que realmente sea una persona enferma. Que sus gustos comiencen a ser una obsesión para él-.
Mark había conocido a Gun con estos gustos particulares y estaba consciente de que podía tener algún tipo de problema. Sin embargo, el chico mostró no ser dependiente y vivió su sexualidad de forma normal. Hasta esa noche que Gun confesó no sentirse satisfecho sólo porque vio los juguetes sexuales que Perth les había dado.
-¿Lo has hablado con él?-.
-Realmente no con seriedad. Sólo frases sueltas-.
Plan no estaba muy familiarizado con el tema, así que supuso que no sería de mucha ayuda, aunque trataría de hacer todo lo posible por guiar a Mark en esto.
-Sólo se me ocurre que lo hables con él directamente. Y si está pasando por una situación negativa, deberías llevarlo con un doctor-.
-No lo sé, creo que tienes razón. Hablaré con él-.
-Es lo mejor, antes de que alguien se aproveche y le de sexo con BDSM. Gun no podrá resistirse-.
-Realmente espero que eso no pase-.
La conversación en la cual Gun fue el centro de la noticia, se dio por finalizada. Mark sintió alivio al comentarle a Plan sus inquietudes. Sintió su carga más ligera y estaba óptimo para lidiar con el tema.
Plan dio un mordisco a su sandwish y tomó un sorbo de su jugo. Posteriormente puso otro tema a la mesa.
-Entonces, ¿dónde haremos la despedida?-.
-Creo que puede ser en el bar donde trabaja P'Gun-.
-Me parece muy bien. Podemos invitar a todos los que quieran unirse-.
-Sí. Este fin de semana sería perfecto-.
Plan asintió.
Mark no había probado bocado alguno, salvo el jugo de naranja que tenía frente a él y que le recordaba mucho a su novio. Es su jugo favorito.
Continuaron compartiendo un tiempo más, hasta que Plan se retira del local dejando que Mark comenzara su jornada laboral.
P'Santa llegó a la cafetería y se acerca con papel en mano para hablar de un cambio que sufrirá el trabajo del chico.
-Mira, esta es la lista de las canciones que normalmente piden nuestros clientes-. Anunció Sararoj mientras que Mark estaba afinando su guitarra en el pequeño escenario.
-Sí, P'-.
-Tendrás que tomar pedidos de canciones. Espero que eso no te incomode-.
-Para nada. De hecho, me gusta mucho cantar las canciones que la clientela me pide-.
Antes de que P'Santa se retirara, Prom se acerca también al chico.
-Alcancé a escuchar que tienen fiesta-.
-Sí, este fin de semana tendré una cita de despedida. Ustedes están invitados-.
-Gracias. Tenlo por seguro de que iremos-.
Prom respondió con una satisfactoria sonrisa.
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Alumno para Dos
Hayran Kurgu¿Qué pasará cuando dos amigos, que tienen una amistad que se enreda hasta las sábanas, se encuentren con un chico que les pide algo más que una simple clase de música? Uno de ellos se enamorará...