¿Qué pasará cuando dos amigos, que tienen una amistad que se enreda hasta las sábanas, se encuentren con un chico que les pide algo más que una simple clase de música?
Uno de ellos se enamorará...
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CAPÍTULO 32: UNA TORMENTA INESPERADA
Gun acababa de terminar su jornada. Debido a la cantidad de personas que asistieron al local, es que no pudo responder ningún tipo de llamada de su celular. A pesar de que estaba consciente de que Perth lo estuvo llamando reiteradamente, no devolvió su llamada. Saint le había contado que regresaría a Canadá la próxima semana y no quiso contarle a nadie más. Terminó de sacar sus cosas del casillero y se dirigió hacia la salida. Justamente se topó con Apple, quien llegó algo apresurada a reunirse con él. -Llegué a tiempo. ¿Ya te vas?-. -Sí, tengo que juntarme con mi banda-. -Bueno, entonces no te quitaré mucho tiempo-. Gun le mostró una leve sonrisa y la invitó a tomar asiento al interior del local. -Bien, te escucho-. Apple sacó de su maletín una carpeta con algunos documentos sueltos y los entregó. -Este es una carta en la que renuncias a los derechos sobre el bebé-. Gun leyó cuidadosamente los puntos que se estipulaban en el documento, evaluando si era lo correcto o no. Recordó las palabras de su novio, solicitando que al menos pudiera tener algún vínculo con ese pequeño niño, que no sea precisamente el vínculo paterno. Podría ser un padrino o tío del bebé. -No sé si pueda firmar esto-. Confesó. -¿Por qué no? Los documentos están en regla. Mi abogado los revisó-. -No es eso, es sólo que... No lo sé... quiero decir...-. Titubeó Gun. -¿Estás arrepintiéndote?-. -¿No crees que es muy apresurado? No sabemos si funcionará-. -Por eso no te preocupes. Si no funciona, entonces el documento queda nulo-. Gun miró una vez más las hojas y Apple observaba que había algo que molestaba a la persona frente a ella, así que fue al grano. -¿Qué es lo que te inquieta?-. Finalmente, Gun habló con honestidad. -La verdad es que no quiero desvincularme definitivamente del bebé. Si esto funciona, me gustaría estar presente en su vida-. Apple percibió mucha dulzura en la voz de Gun, su corazón se derritió y mostró una pequeña risita. -Creo que muy dentro de ti se esconde ese instinto paterno que no todos los hombres poseen-. -Entonces... ¿qué haremos?-. -Algo de mí intuía que podía pasar esto, así que he preparado otro documento donde se expone tu renuncia como padre pero tienes derecho a verlo. También se te nombra tutor legal en caso de que algo nos pase a Jane y a mí-. Aquel acuerdo fue el que más convenció a Gun, quien no dudó en firmar la hoja. El trato ya estaba hecho. La chica casi salta de alegría al haber finalizado con éxito el primer gran paso para su nueva vida. Sacó de su bolso un pequeño papel que contenía una dirección. -Ve a esta clínica mañana, a la hora que está señalada allí. Si quieres, puedes ir con tu novio para que te excite-. Su rostro lleno de picardía dejó a Gun sumido en una profunda vergüenza que, si hubiese sido capaz de enterrar su cabeza como el avestruz, ya lo habría hecho. -Estaré mañana temprano. Cuando haya terminado, te avisaré-. -Está bien. No te quitaré más tiempo, ya debo irme-. -¿Quieres que te deje en alguna parte?-. Apple negó con la cabeza. -Jane vendrá por mí, así que la esperaré-. -De acuerdo, nos vemos-. Gun se fue primero de local con la mente puesta en el pequeño examen que debía realizarse. No sabía si había hecho bien o no, pero ya la suerte estaba echada. La angustia y preocupaciones de Gun se esfumaron cuando, al día siguiente, él y su novio pisaron un pie fuera de la clínica, luego de haber cumplido con su cita. Ahora sólo debía esperar si Apple lograba embarazarse o no. --------- Después de un par de canciones de TEMPT, los chicos rentaron un espacio VIP para la fiesta de despedida de Saint. Yacht, Santa, Earth, Gun, Mark, Plan, Title y Perth asistieron a reunión de Saint. Este grupo le tomó un gran cariño al amigo de toda la vida de Gun y realmente lo iban a extrañar. Por su parte, Saint no sabía que, a través de Gun, encontraría personas tan gratas como este grupo, pero por sobre todas las cosas, no imaginaba que encontraría el amor. Perth levantó el vaso y llamó la atención de todos los presentes. -Chicos, hoy es nuestro último día con P'Saint-, Habló con voz quebrada, -así que alcemos nuestros vasos para brindar por él-. Todos hicieron lo que Perth solicitó. -¡Salud!- Dijeron a coro. -P'Saint, aquí delante de todos los chicos, quiero decirte que realmente te voy a extrañar. Te amo mucho y espero que regreses pronto-. Un silencio total se reveló en la mesa. Sólo se escuchaba el ruido de la música de fondo. Cof cof... -¿Qué?-. Dijo Yacht, luego de atorarse con un sorbo de cerveza. -¿En qué momento pasó esto?-. Añadió Santa. Plan tampoco entendía lo de los chicos. -¿Acaso ustedes...?-. Perth aclaró todas las dudas. -Sí, P'Saint y yo nos hemos estado tratando desde hace un tiempo. Finalmente, terminamos por enamorarnos-. La expresión desinteresada de Gun delató que era el único de los presentes que sabía esta noticia. Saint estuvo comunicándole toda la historia. -Me alegro que ustedes estén juntos, a pesar de que mañana tendrán que separarse-. -Cariño, eso ya lo sabe. No es necesario que se lo recuerdes-. -Gracias por ello, Mark-. Dijo Saint. -¡Vamos a brindar por Perth y Saint, entonces!-. Gritó Title. -¡Bravo! Los felicito. Se ven muy bien juntos-. Earth aplaudió animadamente sin importarle la situación en la que estaban. Sin más, dio unas palabras que realmente reconfortaron a la pareja. -No se pongan tristes. Volverán a verse tarde o temprano. Saint puede estar viajando de vez en cuando a nuestro país, y Perth también puede viajar-. -Tienes razón, Earth. Muchas gracias-. -De nada, Saint. Además, tienes que venir esta navidad. Ahora que el grupo de amigos ha crecido, creo que debemos celebrar-. Saint respiró profundo y comenzó a hablar. -Estoy muy contento de haberlos conocido. Son personas maravillosas, en especial tú. De verdad cambiaste mi mundo, Perth. Y estoy dispuesto a venir las veces que sea necesario para verte. Te amo-. Todos alabaron a Saint por sus palabras y brindaron una vez más sellando una bella declaración de la nueva pareja que se había formado. El grupo compartió tranquilamente las primeras horas de la noche conversando y riendo de algunas anécdotas que ocurrieron durante la estadía de Saint. Debido a la cantidad de alcohol que había bebido, es que Gun se dirigió al baño. Sin darse cuenta, tras él estaba Perth que no perdió sus pasos. Se enteró sólo cuando estaba lavando sus manos. -¿Qué haces aquí?-. -Oye, también tengo derecho a ocupar el baño-. Respondió con sarcasmo. -¿Y Mark?-. -Tuvo que quedarse a recibir a sus jefes que llegaron a saludar?-. -P'Santa y Prom?-. Perth asintió. Este amigo normalmente suele llevarse por sus percepciones y esta no era la excepción. Había algo de Prom que no le agradaba, por ende, cada vez que lo veía, se rehusaba a entablar comunicación con él. -No me agrada ese tipo. Creo que deberías tener cuidado con él-. Advirtió Perth. -Deja un poco de lado tus inseguridades. No se ve una mala persona-. -Sólo quiero prevenirte-. Como forma de burlarse de él, tomó un poco de agua de sus manos y la arrojó hacia la cara de Perth. -¡Oye!-. Perth quería tomar venganza de ello, pero Gun fue más astuto y salió corriendo del baño. -¡Apresúrate!-. Le gritó desde la puerta de salida. -¡No dejes que te agarre!-. Perth salió rápido del baño para alcanzar a Gun pero el chico ya había llegado a la mesa donde estaban los demás. -Buenas noches-. Saludó Gun dirigiéndose hacia P'Santa y Prom, quienes estaban divertidos porque uno de los presentes tenía el mismo nombre de Santa. -Esperamos no molestar-. Dijo Prom. -Por supuesto que no. Pero este es un festejo para Saint y ustedes no son de su núcleo de amigos. Lo siento-. La respuesta fue directa y sin rodeos desde atrás, donde todos posaron sus miradas. Perth se estaba incorporando a la mesa de amigos. -Sí, claro. Nosotros ya nos vamos, pero necesitamos un momento a Mark-. Añadió Prom. -¿Por qué?-. Se sorprendió Mark. -Oye, son más de las ocho, no te lo puedes llevar a trabajar-. P'Santa dio una sonrisa y golpeó suavemente el hombro de Prom. -No es para trabajar, sólo queremos que pueda revisar unas guitarras electroacústicas que nos acaban de llegar. Serán las que ocuparás después-. -De acuerdo, P'-. Mark respondió levantándose de la mesa, pero Gun lo sostuvo del brazo. -Pero, Mark...-. -No te preocupes, cariño. Intentaré estar temprano. Si me demoro, sólo vete a casa, ¿sí?-. -Está bien-. Mark tomó sus cosas y siguió el paso de sus dos jefes, quienes se habían despedido y que ya se retiraban del lugar. Gun quedó cabizbajo al ver a Mark irse con otras personas, pero el ambiente no debía cambiar y la fiesta continuó. Uno, dos, tres botellas de cerveza ya llevaba en el cuerpo y ya su visión comenzó a estar borrosa y las cosas daban vueltas a su alrededor. Todos estaban en su mundo bebiendo y riendo de las situaciones de la vida. Earth contaba los pormenores de Santa cuando este cometía algún error y buscaba el perdón de su novio, que tenía a todos en la mesa concentrados escuchando cada historia. Saint volteó a ver a Gun que sentía una leve incomodidad y arrebató su vaso de cerveza. -Ya no más-. -Está bien, de todas formas, ya no quiero más. Necesito ir al baño-. Se levantó tambaleante y Saint lo apoyó. -¿Requieres ayuda?-. -No, gracias-. Se abrió paso para el baño y lavó su rostro después de ocupar un privado. Se miró al espejo con toda la cara mojada y se regañó a sí mismo. -Creo que no debí tomar demasiado. Será mejor ir a casa o Mark se enfadará-. Cuando cerró la llave del grifo, una persona lo apresa, tomándolo de la cintura. -Hola-. Susurra en su oído. Gun no pudo voltearse, pero miró en el reflejo a un hombre que nunca había visto. Bastante guapo y unos pocos centímetros más bajo que él, aunque no era impedimento para reducir al chico. -Disculpa, no te conozco-. Intentó zafarse sin obtener resultados. La borrachera encima, no le permitió usar su fuerza por completo. -Podemos conocernos ahora. Desde hace mucho tiempo que he visto tus presentaciones y realmente quiero conocerte más a fondo, Nong Gun-. -Gracias, pero...-. La persona desconocida volteó a Gun y acercó su rostro para un beso, pero este se negó tapando su boca. -Lo siento, pero tengo novio-. Sin rendirse, el chico escabulló sus manos por el interior de la polera de Gun y apretó fuertemente sus pequeños pezones, provocando un dolor excitante. -¡Ay!-. -Me gusta el sexo duro, lo siento. Soy muy directo en eso-. Gun se silenció y las armas de defensa que tenía, parecían esfumarse, pues el desconocido lo tomó de la mano y se lo llevó fuera del bar con dirección hacia su departamento. Al llegar allí, el desconocido le mostró una caja grande con unos artículos que Gun no pudo ignorar. Su cuerpo comenzó a sudar y a temblar sin control. Entonces, la persona aprovechó esta instancia de vulnerabilidad. -¿Quieres jugar un momento?-. -Sí-. Respondió sin titubeos. -De acuerdo-. De aquella caja, unas esposas sacó y apresó a Gun en un tubo para Pole Dance con las manos hacia atrás, luego colocó una cuerda en su cuello con un tirante que lo amarraba a su mano. -Comienza el juego-. El corazón de Gun aceleró sus latidos de manera brusca y su respiración se aceleró a mil cuando esta persona habló. -Dame tu nombre primero-. -De acuerdo. Soy Nontanun, pero puedes llamarme Kacha-. Usó la cuerda atada a su mano y tiró de ella, cortando levemente el paso del aire en la garganta de Gun. Mordió un par de veces su cuello dejando la marca de sus dientes tatuada allí. Posteriormente, sacó una varita eléctrica para estimularlo. En el nivel máximo de electricidad, lo practicó en el pene erecto de Gun al interior de sus pantalones. -¡Ahhh!-. Gemía con cada choque que recibía. -¿Duele mucho?-. -Sí-. Su miembro comenzó a doler intensamente y Gun ya no podía aguantar más, pero Nontanun aún persistía. Había logrado encontrar el punto débil de Gun; el electrosex. Su cuerpo comenzó a desfallecer y Gun cayó al piso como un objeto inerte. -¿Me detengo?-. -No... Quiero más... por favor...-. Estando en el piso, se le hizo más fácil someter a tortura a este chico. Quitó sus pantalones antes de que pudieran ensuciarse con sus fluídos y abrió sus piernas doblándolas, exponiendo su miembro enrojecido. El paso siguiente, fue una pequeña varilla que utilizó para obstruir el paso de cualquier líquido en la punta del pene. -¡Ahhh! ¡Nooo! ¡Quiero correrme! ¡Por favor!-. -Tendrás que aguantar o no será divertido-. La varilla tenía un pequeño anillo que Kacha usó para moverla y girarla en el interior causando un aumento del dolor que ya se estaba haciendo extremadamente insoportable. -¡Sácalo! ¡Por favor! ¡Sácalo! ¡No puedo soportarlo más!-. Gun gritó con desesperación hasta soltar lágrimas. Kacha se apiadó del chico y sacó la varilla liberando el semen acumulado mezclado con orina. -¡Ahhh!-. Soltó Gun aliviado. -¿Quieres más?-. Gun asintió. -Necesito más. No pares, por favor-. La respuesta sonó como una súplica que Kacha no podía rechazar. -De acuerdo, pero tendrás que dejarme estar dentro de ti-. -Es que mi novio Ma... ¡Mark!-. Recordó en ese instante. __________________