CAPÍTULO 20:
ÉL NO ES CAPAZ
-Vamos, P'Gun. Ya no estés enojado conmigo-.
-Iré a trabajar. Deja la puerta con llave antes de salir-.
La situación que ocurre en este instante es debido a que, después de la presentación de los chicos, Gun sintió un dolor en el pecho por haber escuchado las palabras indiferentes de Mark, y se fue directo a su departamento seguido por el responsable de esto.
Desde hace ya casi una hora que Mark le ha estado rogando que lo disculpe.
-Sé que fue mi culpa por no haberte entendido y esperar a que me explicaras todo-.
-Mark, lo que escribiste fue hermoso. Pero mi parte, yo quería que fueran mis sentimientos hacia ti, y creí que te gustaría. Era una sorpresa-.
-P'... está hermosa, es sólo que pensé que fueron los demás que la cambiaron y escribieron algo que no tenía sentimiento. Ahora que lo sé...-.
Tomó a su chico de la cintura cuando este se disponía a salir del hogar.
-¿Realmente esas palabras son tus verdaderos sentimientos hacia mí?-.
-Mmmm... no te lo diré. Ese será tu castigo-.
Mark le mostró un puchero a Gun que lo hizo sonreír y este le respondió con un beso en su mejilla.
-Tengo que ir a mi trabajo-.
-¿Puedo quedarme a dormir aquí con mi P'Gun?-.
-Como quieras-.
Obviamente era una oportunidad que Mark no pudo desperdiciar. Quedarse a dormir en la casa de su amado, le daba pie para que al día siguiente pudiera pedirle que vivieran juntos, sin importar que llevaran pocos días siendo novios.
Lo de ellos era mutuo y sincero, así que durará mucho tiempo.
-Que tengas una jornada tranquila-.
-Nos vemos-.
Gun se fue hacia su trabajo con un solo propósito: cambiar de turno para ensayar con TEMPT y, sobre todo, para estar con Mark en las noches. Quizás si hace esto, él también intentaría cambiar algunas horas de sus trabajos.
Llegando al bar, Atthaphan lo esperaba para hacer el cambio de turno.
-Hola, Napat.
-Hola, P', ¿está nuestro jefe? Necesito hablar con él, así que no te vayas aún-.
-Sí, está en la oficina. Pero apresúrate, por favor-.
Gun se fue rápidamente hacia la oficina donde se encontraba un hombre mayor revisando algunos papeles.
Llamó a la puerta y el señor accedió a que entrase.
-Señor, soy Gun. ¿Puedo hablar con usted?-.
-Sí, claro.
La oficina era pequeña, pero con suficiente espacio para hablar con comodidad y privacidad. Frente al hombre, había una silla de madera donde se sentó Gun.
-Es que quiero hacer cambio de turno. Deseo trabajar en las mañanas atendiendo el restaurante-.
-¿Quieres cambiar?-.
Gun no le habló de su novio, sólo le explicó que había un nuevo proyecto el cual le haría gastar mucha energía en el día, y que realmente deseaba llevar a cabo. Necesitaría dormir mucho durante las noches.
-De manera que estás en un grupo musical, ¿verdad?-.
-Sí-.
-Siendo así, me gustaría también escuchar tu grupo. ¿Sería posible que se presentaran a tocar en mi local?-.
-Claro que es posible, pero...-.
-Por tu otro trabajo, no te preocupes. Si me gusta tu banda, podrás seguir como cantante del local junto a tu banda-.
Gun no pudo contener su felicidad y llamó a Title para darle la nueva noticia.
Esta información no pudo quedar resguardada por mucho tiempo que ya en menos de diez minutos, todos los de la banda ya lo sabían y enviaron insistentemente mensajes a Gun para que aceptara la propuesta. Cada uno de ellos reveló que se las arreglaría con el trabajo que conllevaban para lidiar con todo.
Finalmente, el trato se había concretado y Gun se retiró del lugar agradeciendo a todos los compañeros de trabajo por el tiempo en que lo acogieron, teniendo un agradable ambiente laboral, incluyendo algunos encuentros extra en el baño o bodega.
Se fue a casa inmediatamente para darle la noticia a Mark, pero cuando llegó a la habitación, resultó que su novio ya se había quedado completamente dormido. Gun se acercó a él para darle un beso en la mejilla.
-Ya llegué-. Susurró.
-Me alegro. Entonces, ven a dormir conmigo-.
Mark despertó y se desperezó estirando ambas manos y fregándose los ojos sin abrirlos. Entonces, Gun simplemente lo dejó, pero cuando miró la mano derecha sobre su cabeza, notó que algo no había.
-¿Y la pulsera?-.
Gun recordaba el lugar donde la colocó, pero tal vez recordaba mal, por lo que tomó la mano izquierda y tampoco estaba allí.
Al sentir la mano cálida, Mark abrió sus ojos.
-¿Por qué estás allí? Ven a dormir-.
-Está bien, pero... ¿y la pulsera?-.
Mark despertó por completo y se tocó ambas muñecas. Con un poco de nerviosismo, respondió:
-Oh, es que, al bañarme hoy en la tarde, olvidé colocármela. Pero está guardada en un lugar especial-.
-Ya veo. Iré a darme un baño rápido-.
Mark se quedó mirando la espalda de Gun que se perdía de su vista. Se sintió realmente mal por haberle mentido, pero prefería eso a que creyera que la pulsera era tan poca cosa que simplemente la perdió.
"Cielos, tengo que encontrar mi pulsera". Repetía para sus adentros.
Después de un breve baño, el aroma a shampoo de Gun, embriagaba a Mark, quien se apegó a su cuerpo, abrazándolo por la cintura sin querer despegarse. Ambos cayeron finalmente en el sueño profundo.
El despertador de uno de los celulares sonó insistentemente a las 7 de la mañana y el primero en levantarse fue Mark, ya que debía estar a las 9 en la escuela para su clase.
Se duchó y preparó el desayuno para él y para Gun. Salchichas con un par de huevos fritos y algunas verduras salteadas.
Justo después de sentarse, aparece en la puerta su novio.
-Vaya, eso se ve delicioso-.
-Finalmente despiertas, ve a ducharte para que puedas desayunar-.
Pero Gun se sentó a su lado.
-Tengo algo que decirte-.
-¿Pasa algo?-.
-Ayer llegué temprano a casa, pero ya estabas dormido-.
Mark dejó de comer su plato y prestó atención a Gun, quien continuó su relato.
-Ya no trabajaré más por las noches. Quieren que TEMPT toque en el bar-.
-Eso es genial, cariño-.
-Lo sé, los chicos están de acuerdo con ello-.
Aunque esa noticia era buena, la cara de seriedad de Gun inquietaba un poco a Mark.
-Si es así, entonces, ¿por qué estás tan serio?-.
-Es que yo quiero preguntarte algo-.
Gun miró de reojo a Mark sin saber cómo encontrar las palabras adecuadas. Intentó ordenar su mente, hasta que algo salió de su boca.
-Mi intención de anoche fue cambiar mi horario. No quiero seguir trabajando de noche-.
-¿Ya?-.
-Quiero saber si puedes reorganizar tus horarios para que pasemos más tiempo juntos-.
Mark se quedó en silencio, y Gun continuó.
-Sé que necesitas trabajar para lograr tus metas y yo tengo a la banda, pero la semana pasada no pasamos mucho tiempo juntos y ni siquiera lo hicimos, así que pensé...-.
Mark acortó el diálogo de Gun con un apasionado beso, que dejó sin aliento al chico.
-¿Quieres vivir conmigo?-.
-¿Eh?-.
-Es mi forma de compensarte-.
Al principio, lo había pensado, pero se retractó porque supuso que era demasiado pronto para eso. Sin embargo, jamás pensó que Mark también tenía considerado ir a vivir con él.
-Pero, Mark...-.
-Dime que sí, por favor. Así podremos estar todo el tiempo juntos, aunque tengamos mucho trabajo que hacer. Siempre estaremos juntos por las noches.
Sin pensarlo, aceptó y Mark lo abrazó con fuerza descargando toda su felicidad que llevaba acumulada.
Terminaron su desayuno y Gun se fue a dar una ducha mientras que Mark dejaba todo limpio en la cocina para guardar sus cosas e ir a la escuela.
-Entonces, ¿irás por tus cosas?-. Le preguntó Gun secando su pelo con una toalla.
-Creí que irías por la tuya-.
-Viviremos aquí-.
-No, será en mi departamento-.
La felicidad de ambos, al parecer se había extinto. Gun no de es de las personas que guste vivir del resto y está acostumbrado a estar en su propio espacio. En tanto, Mark, siendo Gun su pareja, quiere ser el típico macho alfa que quiere llevar a su esposa a su casa y trabajar muy duro para que no le falte nada.
Sinceramente, ambos están muy lejos de llegar a un acuerdo.
-Escucha, cuando termine mis clases y tú el ensayo, irás a mi departamento. Ya veremos donde viviremos, ¿de acuerdo?-.
-No tengo ensayo hasta después de las cinco. Estaré aquí y cuando termines, me llamas. Pasaremos la noche en tu departamento y lo decidimos, ¿te parece?-.
-Bien-.
Mark se fue con la esperanza de que su P'Gun pudiera cambiar de opinión y seguirlo a él. Pero el chico es bastante testarudo y no accedería tan fácilmente a ninguna propuesta.
Después de haber salido a sus actividades, Gun no tuvo muchos asuntos que hacer en casa, así que tomó su bajo eléctrico y comenzó a practicar.
¿Qué departamento sería mejor? Si bien el suyo era mucho más cómodo por ser más grande que el de su novio, puede ser que un departamento de proporciones pequeñas, pueda tener mayor privacidad. Aunque no estaba seguro de ello. Se dijo a sí mismo que después lo averiguaría.
La práctica de Gun terminó cuando sonó el timbre, asustando un tanto al chico. Teniendo ya un novio, no puede aceptar alguna sorpresa con algún chico como solían llegarles. Con mucha premura y cuidado, se asomó al ojo de pez y aliviado abrió la puerta.
-Hola, Perth. Adelante-.
-Hola, P'Gun. Disculpa si molesto-.
Perth entró con lentitud y un rostro un tanto preocupado.
-No te preocupes, Mark no está. Ya se fue a la escuela-.
Al escuchar la información, el chico relajó su rostro y sonrió con cautela. Sacó un cuaderno de la mochila que llevaba y lo mostró.
-Estaba revisando algunas canciones que Mark nos ha escrito, y quería revisarlas contigo, a menos que estés ocupado-.
-No, no. Sólo estaba practicando el bajo un momento. Pero, ¿y los demás?-.
-P'Plan está en la escuela, igual que Mark. P'Title está en su trabajo y no tengo con quién revisarlo. En la tarde, tengo turno en la tienda, así que no estaré mucho tiempo con ustedes-.
-Oh, de acuerdo. Yo comunicaré en la tarde-.
Perth agradeció y Gun le pidió que se sentara en el sofá, luego ofreció una soda mientras repasaban las canciones.
Gun no tenía problemas con que Perth pudiera hacer algo, ya que le había dejado en claro a quién él quería. Y, a juzgar por su reacción, el chico entendió y dio marcha atrás con su coqueteo.
-Bien, veamos esta canción. Creo que podemos incluir un solo de guitarra en esta estrofa. Pero, primero debemos ver la melodía que podemos dar. Estuve pensando en algunas-.
Gun escuchaba con atención las palabras del chico, como si le estuviera dando clases, de igual manera que en el pasado.
Con la lapicera, Perth tachó la estrofa mencionada e hizo un movimiento con la mano para dar por terminada la idea.
-Creo que eso estaría bien, ¿qué tal?-.
Tiró la mano hacia atrás junto con su cuerpo, y golpeó ligeramente el rostro de Gun.
-¡Ay!-.
-¡P'Gun! ¡Lo siento!-.
Gun se frotó la mejilla con delicadeza para aliviar un poco el dolor.
-Lamento esto, P'. Déjame ver-.
Perth quitó la mano de Gun y acarició su mejilla con suavidad. Ante esta acción, el chico quedó completamente petrificado, pero no porque Perth le estuviera acariciando con suavidad la zona enrojecida, sino porque en aquella mano colgaba un objeto que le resultaba completamente familiar.
"La pulsera... ¿de Mark? ¿La tiene Perth?"
-¿Ya estás bien?-. Preguntó el chico.
-Sí, gracias-.
Perth quitó su mano y volvió a su posición inicial.
-Me alegro. No quiero que Mark se enoje conmigo porque lastimé a su novio-. Dijo entre risas.
La pulsera que Gun le regaló a Mark como forma de aceptar su propuesta de noviazgo, ahora estaba puesta en la muñeca de otra persona. ¿Cómo pudo llegar allí? ¿Habrá comprado una parecida? La pulsera es de parejas, y Perth es soltero, así que es una posibilidad descartada.
¿Sería posible que Perth se la haya robado? Una posibilidad que Gun descartó inmediatamente porque, de ser así, Mark le habría dicho que su pulsera fue robada.
En cambio, le dijo que había olvidado colocársela.
Quería preguntarle cómo la obtuvo, pero en el fondo de su corazón, temía escuchar la respuesta. No obstante, no tenía otra alternativa, así que se arriesgó.
-Eh... Perth-.
-¿Sí?-.
Titubeó un momento, luego tomó un poco de coraje y preguntó.
-¿Dónde compraste esa pulsera?-.
Perth levantó la muñeca y señaló el objeto. Gun asintió.
-Oh.. no me la compré. La encontré botada en un basurero-.
-¿La encontraste?-.
Sin explicarse la razón, el corazón de Gun comenzó a latir con fuerza.
-Sí-.
-¿Y en qué lugar?-.
-Bueno, en el basurero de Mark-.
El cuerpo de Gun se paralizó.
-¿De Mark?-.
-Si, cuando ayer fui a buscar a Mark, vi en su sesto de basura esta pulsera. Le pregunté por qué la había botado y me dijo que no le servía, así que le pregunté si podía quedármela y él accedió-.
El piso parecía que se estaba derrumbando bajo los pies de Gun y su mente comenzó a nublarse.
-¿Por qué lo preguntas?-.
Como un acto intuitivo, Gun tapó con su mano la pulsera para que no fuese notada que era de pareja.
-Por nada-.
-¿Por qué te ves tan pálido? ¿Estás enfermo?-.
-No, para nada. ¿Puedes esperarme un momento? Iré al baño-.
-Está bien-.
Gun se retiró de la sala para que Perth no pudiera darse cuenta de que sus ojos estaban a punto de botar lágrimas. Su cabeza estaba vacía sin atreverse a pensar en algo, salvo una frase que se repetía una y otra vez.
"Mark no es capaz de hacer algo así. Él no es capaz"
Se lavó la cara con abundante agua fría para despejarse y ordenar sus emociones. Al mirarse al espejo, dejó en claro que en su corazón no había cabida para la desconfianza.
-Yo confío en él. Seguro que hay una explicación, así que confiaré ciegamente en él-.
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Alumno para Dos
Fanfiction¿Qué pasará cuando dos amigos, que tienen una amistad que se enreda hasta las sábanas, se encuentren con un chico que les pide algo más que una simple clase de música? Uno de ellos se enamorará...