ADVERTENCIA: CONTENIDO 🔞
CAPÍTULO 18:
EL MEJOR SABOR DEL MUNDO
Mark fue al departamento de Gun con la comida prometida que este le iba a llevar.
Estuvo llamando un par de veces a la puerta, pero nadie abría. Decidió tomar su celular y llamar. Primero intento, la llamada no fue contestada. Segundo intento, nada. Finalmente fue aceptada al tercer intento.
-Hola, Mark-.
-P', estoy en tu puerta desde hace unos quince minutos. Ábreme, por favor. La comida se enfriará-.
No se escuchó ninguna respuesta, la llamada se cortó, pero la puerta se abrió inmediatamente-.
-Mark, lo siento. No escuché-. Le dijo mientras le hacía señas para que entrase.
Entró, se sacó los zapatos y dejó la bolsa con dos pocillos de pescado al vapor con arroz.
-¿Qué estabas haciendo? ¿Acaso estás jugando sin mí?-.
-¡Idiota! Simplemente tenía los audífonos puestos mientras ordenaba mi habitación-.
-Nuestra habitación-. Corrigió Mark.
Gun soltó una sonrisa de satisfacción al escuchar a Mark. No era un sueño, era una realidad. Ese hombre que tenía en frente ya era su novio... Era suyo.
Abrió la bolsa con la comida y las colocó en la mesa. De pronto sintió sus manos que rodeaban su cintura. Mark apoyó su mentón en el hombro de Gun y reposó un momento.
El mayor podía sentir incluso su respiración tranquila.
-Es increíble-. Dijo Gun.
-¿Qué cosa?-.
-Aun no puedo creerlo. Cuando nos conocimos en el hospital, fue muy desagradable-.
-No fue la manera correcta-.
Cualquier pareja tendría una historia bella que contar: que fue amor a primera vista, amor mutuo e intento para conquistar. Pero lo de ellos no fue nada de eso. Dos personas completamente diferentes y con un amor en común. Nadie hizo nada, nadie buscó nada. Simplemente, los días pasaban.
-Ahora soy el novio de ese tipo antipático y celoso por su amigo-. Agregó Gun.
-¿Yo antipático?-.
La comida ya estaba puesta en cada lugar, y Gun fue en busca de dos vasos y un par de bebidas. Al regresar, vio a Mark ya comiendo.
-Sí, eras antipático. ¿O acaso no recuerdas cómo me trataste ese día?-. Dijo entre risas a tiempo que se sentaba. Tomó su plato y procedió a comer.
Mark tomó con sus palillos un poco de arroz y se lo llevó a su boca.
-Honestamente, ¿qué pensabas de mí?-. Preguntó luego de que tragó su bocado.
-Pues... Que eras una persona grosera y antipática. Perth me habló de ti justo después de haberte visto en el hospital. Luego, cuando viniste la primera vez, sentí una pequeña atracción-.
-¿Quieres decir que te gustaba en ese momento?-. Preguntó intrigado.
-No es eso... Quiero decir, no me gustabas como para tener algo, sino que... tu cuerpo-.
Mark frunció el ceño.
-¿Puedes ser más claro?-.
Gun se daba un poco de vueltas para no responder que Mark lo intimidaba, y a la vez lo llenaba de deseos porque le hiciera el amor en ese instante. De hecho, aún fantasea con que Mark lo domine. Quería inventarle algo, pero no pudo. Decidió hablar con la verdad.
-Cuando llegaste a mi departamento, la primera impresión que tuve, es que realmente eras atractivo, y me preguntaba si serías bueno haciéndome el amor-.
-Quieres decir que ya soñabas con mi cuerpo-. Respondió Mark tomando un sorbo de su bebida.
-Luego, cuando viniste por tu primer pago, me intimidaste con tan sólo mirarme. Sentí temor, pero a la vez, aumentaron mis ganas de que estuvieras dentro de mí, dándome latigazos y...-.
Cof.. cof...
-Lo siento, tomaré un poco de bebida-.
Gun lo miró y se dio cuenta de que su rostro estaba un poco pálido. Tal vez Mark arrancaría con esto y lo abandonaría. Se sintió avergonzado.
-De hecho, aún tengo esa fantasía... Lo siento, tal vez piensas que realmente soy un pervertido y que estoy enfermo-.
Agachó la cabeza sin hacer contacto visual con Mark. Su voz casi sonaba quebrada, como si estuviera a punto de llorar.
-Lo siento, no quiero que tengas a un enfermo como novio, así que puedes irte cuando quieras-.
Gun parecía temer que Mark algún día se fuera de su lado por este oscuro gusto por el BDSM. Su corazón latía cada vez que pensaba en ello. Desde el instante que comenzó a sentir aquel temor, es cuando se dio cuenta en enorme amor que nació por el menor.
Mark tomó el rostro de Gun para que lo mirara directamente a los ojos.
-No importa nada. Yo te amo y estoy contigo, es lo único que importa. Nunca pienses que voy a abandonarte. Siempre estaré para ti-.
Terminada su frase, lo besó con ternura.
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Ahora que Gun era oficialmente su novio, Mark quería saber todo de él, comenzando por la cosa más importante.
¿Realmente estaba enfermo?
¿Necesitaba ayuda?
Todo esto comenzó con aquella conversación hace una semana, cuando Gun le confesó que tenía fantasías masoquistas con él.
-¿Podré cumplir su fantasía?-. Se preguntó en voz alta.
Nunca había visto cómo se llevaba a cabo este tipo de prácticas en el sexo, así que decidió buscar a través de su celular algún video para saber qué es lo que tiene que tanto encanta a Gun.
Una página porno fue lo primero que salió en la lista. Al ingresar, tocó el primer video donde un hombre yacía colgado con las piernas abiertas, exponiendo toda su intimidad. Sus cuatro extremidades estaban con una muñequera de cuero acompaña de sogas atadas a un par de fierros que colgaban del techo. Su miembro estaba erecto y en la punta tenía una varilla insertada, cuyo extremo tenía enganchada una cadena que conectaba directamente con el cuello del sumiso.
El dominante llegó con su miembro al aire y se introdujo en el cuerpo de aquel sumiso. Mark estaba un poco atónito, no por el tipo de sexo, sino porque no podía creer que al pequeño P'Gun le gustara este tipo de prácticas.
-Esto es... demasiado-. Balbuceó Mark.
¿Habrá sido capaz Perth de ofrecerle este mundo a Gun? Él no podía hacerlo, pero Perth había dicho, si mal no recordaba, que trataría de conquistar a Gun con lo que más le gusta. No sería raro que lo haya hecho.
¡Zap!
Dejó con fuerza el celular en el velador haciendo resonar la habitación completa.
"¡Diablos! Odio pensar en ello", se regañaba a sí mismo.
Cualquiera estaría así de mal al pensar que la persona que ama ha estado en los brazos de otro. Entonces, cerrar los ojos para no seguir pensando, es una buena alternativa para calmar los nervios. Así lo hizo Mark.
Pero su calma se esfumó cuando el timbre de la puerta sonó con insistencia. Nuevamente la paz volvió a su cuerpo al ver el rostro de Gun.
-P'Gun, ¿qué haces aquí tan tarde?-.
-Lamento venir a esta hora. Lo que pasa es que ocurrió un imprevisto-.
-¿Un imprevisto?-.
Mark lo hizo pasar y fue en busca de un vaso con agua, luego de escuchar el jadeo insistente de Gun que venía con una mochila sobre su espalda.
-Sí, es que adelantaron la presentación. Será mañana-.
-¿Para TEMPT?-.
-Sí-.
Gun se veía un poco asustado y nervioso. Mark lo atrajo hacia el sofá y se sentaron juntos para que pudiera ayudar a su novio a relajarse.
-Escucha, sé que no he estado mucho tiempo contigo esta semana ni tampoco he asistido a tus ensayos. Sin embargo, quiero que sepas que mi mente y corazón siempre están contigo, apoyándote, aunque sea desde lejos.
-Eso no importa, sólo quiero que mañana estés conmigo. ¿Podrás estar allí?-.
-¿A qué hora?-.
-A las 9 de la noche. La prueba será tocar una canción en público-.
Mark sonrió y le dio un beso antes de responderle.
-Estaré allí, sólo con la condición de que te quedes esta noche conmigo-.
-¿Quieres compensarme porque no hemos podido estar juntos esta semana?-. Rio Gun.
-Las nuevas clases particulares y las de la escuela no me dejan mucho tiempo, pero te prometo que organizaré mi horario para estar juntos-.
Tanto los trabajos de Mark como el de Gun más los ensayos han impedido que los chicos estén juntos. Desde luego, si querían que la relación funcionara, debían compatibilizar bien sus horarios.
A Gun, en ese instante, se le ocurrió una idea un tanto descabellada, pero quería decirlo.
-Pues, en ese caso... ¿te parece si vivimos juntos?-.
-¿Vivir juntos? Llevamos una semana de novios-.
-No me importa, sólo quiero estar contigo-.
Mark cambió bruscamente de aspecto. No era de extrañar que se comportara así frente a una proposición tan apresurada.
-Yo...-.
Gun interrumpió agitando ambas manos en negativa, luego añadió:
-No importa, no me contestes hoy. Sólo piénsalo-.
Mark vio cada expresión de Gun, que parecían mezclarse entre sí. Temor, ansias, nerviosismos y felicidad. Aquello reflejó una expresión especial en el rostro de Gun que lo hizo bastante tierno y atractivo. Mark no pudo resistir a ello
-Ven aquí-.
Sin esperar mucho tiempo, se lo llevó a su habitación para tomar posesión de su novio.
Allí desnudó con rapidez al mayor y a él mismo, luego procedió a dejarlo en la cama, mientras aprisionaba sus labios con un beso desesperado. Gun abrió sus piernas para que Mark accediera, pero no fue así. A cambio de eso, Mark movía sus caderas para rozar ambos miembros dando placer a su chico.
-Ma...Mark...-. Decía Gun con voz entrecortada.
-Shhh..-.
Su boca cambió de lugar e invadió el cuello de Gun, mordisqueando cada parte de aquel lugar mientras continuaba con sus movimientos de cadera.
-Mark... por favor, mételo.... Por favor-.
Las súplicas se escuchaban con urgencia y anhelo. Pero Mark parecía que no escuchaba nada.
Mark dejó de moverse para bajar hacia el pecho y apoderarse de los pequeños pezones de su novio, mientras este se aferraba con fuerza de las sábanas.
Mordisqueaba y chupaba el pezón izquierdo, luego pasó al derecho, y posteriormente bajó hacia la entrepierna usando sólo la lengua, con la cuál construyó el camino desde el pecho hasta el miembro.
-¿Vas a...?-. Preguntó Gun sorprendido al ver que Mark estaba frente a frente con su pene ya erecto.
Sin responder, pasó su lengua por la punta del miembro, provocando un destellos en el interior de su cuerpo.
-¡Ah! ¡Mark!-.
El menor sólo se propuso a lamer, mordisquear aquel pedazo de carne despierto, sin siquiera musitar ninguna palabra.
-¡Ahhh!-. Pronunciaba Gun al mismo tiempo que mordía y lamía sus labios como saboreando aquel momento.
Y cómo no saborear este momento, era la primera vez que Mark le practicaba sexo oral y debía atesorar este momento. Aunque ignoraba completamente que este acto fue la primera vez para Mark
El menor introdujo por completo el miembro del mayor a su boca, creando un torbellino de emociones. Gun arqueó el cuello al sentir la lengua de Mark y se aferró a la cabeza de este.
Entraba y salía sin quitar la vista de Gun, chupando y succionando mientras este acariciaba su cabeza. El receptor, inconscientemente, movía sus caderas para encontrarse con la boca de Mark. Después de un tiempo repitiendo este acto, Gun ya estaba llegando a su límite.
-¡Mark! Voy a acabar-.
-Hazlo en mi boca-. Fue lo único que dijo Mark.
Sin poder evitarlo, desechó todo el líquido a la persona que tenía sobre él, aliviando su pene, pero sentía vergüenza pensar que esto le podría provocar asco a su novio, por lo que tomó el almohadón que tenía a su lado y se cubrió la cara.
-¡Lo siento! ¡Lo siento!-.
Mark se alzó y quitó el almohadón. Posteriormente, le dio un apasionado beso sorprendiendo a Gun que cuando recibió el beso, se dio cuenta de que en su interior contenía rastros de su propio líquido. Mark se había tragado la mayoría.
Luego de soltar el beso, Mark habló.
-Ahora saboréate-.
Gun lamió sus labios y respondió:
-Es un poco salado. Disculpa, tal vez sientas que es asqueroso-.
Mark se acercó y volvió a besar a Gun.
-Sabes delicioso, ¿eh? El mejor sabor del mundo-.
-¿Te gustó?-.
-Me encantó esto. Eres la primera persona a la que le practico sexo oral, y realmente es grandioso saborear cada parte del cuerpo de mi novio-.
Gun lo atrajo hacia su cuerpo y lo abrazó con fuerza.
-Amo cuando me dices que soy tu novio-.
-Si prefieres, puedo ser tu esposo-.
Gun soltó el abrazo y miró a lo ojos a Mark con una sonrisa.
-¿Mi esposo?-.
-Sí, quiero que me digas que soy tu esposo-.
El llamarle esposo, involucraba varios aspectos que Mark debía hacer por Gun, pero a él sólo le interesaba uno en particular.
-Entonces, quiero que mi esposo vuelva a hacerme el amor. Lo necesito-.
-Suficiente por hoy-.
La sonrisa de Gun despareció por completo, y no dudó en mostrar su molestia. Se giró hacia el costado, y dejó caer a Mark a su lado.
-No te enojes-. Dijo Mark dándole un beso en el hombro apenas se acercó a su chico.
-Duerme. Mañana tengo práctica de TEMPT y quiero levantarme temprano-.
Mark ingresó su mano por el interior de las sábanas, acarició el estómago de Gun y se dirigió hacia su entrepierna.
-¿Qué haces?-.
-Es mi turno, pero sólo lo haré si me dices quién eres tú-.
Gun logró captar inmediatamente el mensaje de Mark, pero no respondió.
-...-.
-No lo haré si no me lo dices-.
Estaba con su mano puesta en el miembro, pero no iniciaba movimiento alguno, al menos hasta que Gun pueda aceptar el petitorio.
Gun no aguantó las ganas de continuar y perdió ante su propia resistencia. Entonces, las palabras mágicas salieron a la luz.
-Tu esposa... Soy tu esposa-.
Mark soltó el miembro de Gun y levantó la pierna para tener más comodidad para invadir el pasaje íntimo.
-¡Ahhh!-.
Acostarse de lado fue la posición óptima que Gun pudo tomar porque gracias a ello es que Mark tiene un cómodo acceso a todo lo que era él.
-¿P' es de Nong?-. Preguntó Mark en medio de su labor.
-Ahhggg... Mmmm-.
Mark insatisfecho, volvió a preguntar.
-¿Lo es?-.
-Ya lo sabes-. Sólo musitó.
La noche que Gun acababa de experimentar, era la noche que le decía una vez más que el hombre sobre él, era el hombre correcto en su vida.
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Alumno para Dos
أدب الهواة¿Qué pasará cuando dos amigos, que tienen una amistad que se enreda hasta las sábanas, se encuentren con un chico que les pide algo más que una simple clase de música? Uno de ellos se enamorará...