45.- Nuestra nueva vida

23 1 0
                                    

CAPÍTULO 45:NUESTRA NUEVA VIDA

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO 45:
NUESTRA NUEVA VIDA


-P'Mig, ¿te parece si salimos a desayunar afuera?-.
Gun estaba terminando de arreglar a Jump mientras hablaba con el chico que se quedó a dormir en su casa.
-Me parece muy buena idea, pero... ¿tienes trabajo?-.
-En realidad no, el bar ha crecido bastante y papá se hará cargo esta mañana. Nos ha ido muy bien-.
-Está bien, entonces los invito. Quiero pasar mucho tiempo con ustedes antes de volar mañana de vuelta a Bangkok-. Respondió quitándose el cepillo de dientes de su boca.
-¡Sí! ¡Papi, vamos a salir con papá!-. Gritó Jump, dejando atónito a Gun.
Ambos se miraron entre sí con una sonrisa y un rostro confuso.
-Espérame aquí un momento-. Dijo Gun a su pequeño y se acercó a Mig.
-Lamento que te dijera así, tal vez tú...-.
Mig colocó un dedo sobre su boca.
-No digas nada. No me molesta en lo absoluto. Sabes que vivo por ustedes y que no me molesta tomarme 3 horas de vuelo cada semana sólo para verlos, a pesar de mi trabajo como sicólogo-.
-Tal vez él te ha visto mucho junto a mí, por eso creo que...-.
Mig tomó su mentón y besó sus tiernos labios gruesos.
-Si lo pones así, entonces haré mi doble esfuerzo para estar junto al chico que amo y mi hijo-.
Gun sonrió.
-¿Tu hijo?-.
Mig asintió, dejó el cepillo en el baño de la habitación de Gun y se acercó a la cama donde se hallaba Jump jugando con un peluche.
-Entonces, ¿quieres salir a desayunar conmigo?-.
-Sí-.
-Vamos-.
Lo tomó en sus brazos y se lo llevó. Caminando por las escaleras, le grita a Gun.
-¡Vamos papi! ¡No te quedes afuera!-.
Gun simplemente los miró divertido.
Mig condujo el automóvil hasta llegar a un restaurante lujoso donde usualmente él visita cada vez que viaja a Chiang Rai. Se estacionó a unos pocos metros del lugar y se bajaron del vehículo con dirección hacia el restaurante.
Gun tomó de la mano a Jump y se dispuso a caminar con dirección al local. Pero antes de que eso sucediera, una persona choca con su pequeño hijo, haciendo que este perdiera un poco el equilibrio.
-¡Lo siento!-.
-Jump, ¿estás bien?-.
El pequeño sólo se levantó y Gun lo observó por todo el cuerpo para verificar que todo estaba bien.
-Lo siento, es que no lo vi-.
Mig se apresuró hacia donde estaban.
-Oye, ¿podrías estar más atento cuando caminas?-. Advirtió furioso.
-Lo siento, de verdad. No me di cuenta-.
Gun se levanta para criticar al hombre que chocó a su hijo, pero al mirarse, ambos se sorprendieron.
-¿Gun? ¿Eres Gun Napat?-.
-Tú...-.
-Soy yo, Kacha. ¿Me recuerdas?-.
Gun se colocó un poco nervioso. La persona que tenía frente a él le traía malos recuerdos. Se quedó en silencio.
-He estado buscándote desde hace mucho tiempo porque tenía algo importante que decirte. Pero de pronto no te encontré más-.
-Lo siento, yo me tengo que ir-.
Antes de que se fuera, Kacha lo ataja.
-De verdad es importante-.
Gun volteó hacia Mig y se acerca a él.
-¿Puedes conseguir una mesa y cuidar de Jump? No tardaré-.
-Sí-.
Mig se aleja y Kacha se lleva a Gun hacia una de las mesas situadas fuera del local.
-Está bien, te escucho-.
-Gun... yo sé que no lo pasaste bien esa noche. Y todo este tiempo he querido recomponer lo que hice, pero no pude localizarte más después de eso-.
-Esa noche fue el inicio del peor de mis sufrimientos. De verdad, no quiero recordarlo-.
Kacha agachó su cabeza sin mirar a Gun.
-Entiendo, es por eso que quiero pedirte perdón por ello-.
-Si es todo, entonces me iré-.
Cuando se estaba por levantar, Kacha lo retiene.
-¡Alguien me pagó para hacerlo!-.
Gun se volvió a sentar cuando escuchó la información. Kacha continuó su conversación.
-Esa noche, un chico me pagó para que te sedujera. Me dijo que eras adicto al sexo y necesitabas un poco de emoción-.
-¿Cómo?-.
-Esa noche, estaba discutiendo con un prestamista por asuntos de pago que yo debía. En ese momento, se acerca un chico y me ofrece dinero. Me dijo que sólo debía seducirte, tener sexo con BDSM y tomarte algunas fotos-.
-¿Quién te pagó para que lo hicieras?-.
-No recuerdo su nombre, sólo sé que se apoda Prom-.
-¿Prom?-.
La información que obtuvo no fue más que un valde de agua fría en su cuerpo. No tuvo palabras para continuar con la conversación. Sus ojos se le llenaron de lágrimas, pero se tapó el rostro para disimular y secar sus lágrimas.
-Lo siento, de verdad. Después de lo que pasó contigo, me sentí muy mal-.
-¿Sabes? Me tengo que ir. Me están esperando hace ya un tiempo. Te agradezco lo que me dijiste-.
-Espera... ¿puedo tener tu contacto?-.
-No veo necesario eso. Gracias-.
Gun se alejó sin más que decir, dejando atrás una nueva información del pasado.
Mig ya había hecho el pedido para Gun y esperaba por él en la mesa. Al integrarse, dejó que la mañana tomara su curso sin improvistos, aunque sus expresiones lo delataban. En todo el desayuno estuvo muy callado y absorto en sí mismo, por lo que su acompañante no dudó en preguntar por ello.
-Estás muy callado-.
Gun sólo miraba hacia el plato vacío que tenía frente a él.
-Lo siento-.
-¿Pasó algo con ese chico? Porque desde que regresaste de hablar con él, has estado así-.
Gun no podía esconder sus emociones, y le era muy difícil engañar a un profesional. No tuvo opción más que decir la verdad.
-¿Recuerdas cuando te conté sobre la última noche antes de volar a Canadá?-.
-Sí-.
-Pues, ese era el chico-.
Mig miró por la ventana para revisar si aún seguía allí, pero ya no estaba.
-¿Qué quería entonces?-.
-Me dijo que esa noche, alguien le pagó para seducirme. Y ese alguien fue Prom-.
-¿Prom? El chico que...-.
-Sí, el mismo que engañó a Mark-.
El corazón de Mig comenzó a latir un poco más rápido al escuchar el relato. Tal información podría servir para que Gun y Mark aclararan sus asuntos.
Si esa situación se daba, él lo aceptaría, pero con mucho dolor.
-Fueron engañados-.
-Sí, pero siento que ya no vale de mucho saberlo. Es tanto el tiempo que ya poco interés tiene esto y las cosas no cambiarían. Si fuese por mí, no lo hubiese sabido jamás-.
Mig tomó su mano con ternura.
-Aún te duele, ¿verdad?-.
-Estoy tranquilo-.
Gun le entregó una cálida y honesta sonrisa que calmó el corazón de Mig. No había más palabras que decir, más que dejar el pasado partir.
Sin nada que añadir, Mig se dispuso a pagar la cuenta y Gun ayudó a Jump a bajarse de su silla.
-Vamos a limpiarte el rostro-. Le dijo Gun con ternura a su hijo.
Tomó un paquete de toallas húmedas de la mochila del pequeño y sacó una tira para limpiar y refrescar el rostro. Desafortunadamente, ensució sus manos con comida.
-Iré al baño, ¿cuidas a Jump?-.
-Sí, te esperamos afuera-.
Gun asintió y se fue hacia el baño a lavar sus manos.
El servicio no estaba lleno, así que tuvo comodidad para usar el urinario. Prontamente, lavó sus manos y arregló su cabello. Terminado su aseo, caminó hacia la salida donde se encontró de frente con un hombre que entraba para el mismo propósito.
El destino quizás estuvo confabulado con la verdad que provocó el encuentro inesperado para estas dos personas.
-¿Mark?-.
-P'Gun-.
Gun no supo qué decir. Creía que la próxima vez que lo vería, no sentiría nada, pero la realidad era otra. Su corazón se estremeció totalmente al verlo.
-Mark... ¿Cómo es que te encuentro aquí?-.
-Creo que fue obra del destino. He venido por ti-.
Dio un paso adelante hacia Gun, pero este retrocedió.
-¿Qué? ¿Por qué?-.
Sin vacilar, tomó sus manos y los apretó con fuerza.
-Porque necesito que vuelvas a estar conmigo-.
Gun quitó rápidamente sus manos y pasó por el lado de Mark.
-No es el mejor lugar para hablarlo-.
-Dime dónde nos vemos-. Lo atajó Mark.
Gun se volteó y habló.
-Dame la dirección donde estás alojando e iré a verte-.
-Te enviaré la ubicación-.
-No, sólo dime el nombre del lugar-.
Mark decepcionado le entregó la información solicitada a Gun y dejó que se marchara, pero antes de que saliera por la puerta, el chico soltó algunas palabras.
-Iré a verte esta tarde, pero sólo lo haré para acabar con esto de una vez-.
Después de aquello, se marchó.
----
Esa tarde, Mark no salió de su habitación hasta no haber visto a esa persona. Las ansias lo estaban consumiendo y la espera se hizo eterna. Había pasado tanto tiempo que no sabía cómo podía comenzar con su historia, y en su mente, creó un discurso para practicar. Hasta que la puerta suena e inmediatamente la abre.
-P'Gun, decidiste venir-.
-Sí-.
-Puedes pasar, por favor-.
Gun entró a la habitación y la observó. Miró hacia atrás que Mark cerraba la puerta y con una sonrisa nerviosa le habla.
-Me alegra que lo hicieras. Creo que después de tanto tiempo, al fin decidimos sentarnos a conversar-.
-Espero que seas breve. Mi madre se quedó con Jump y no quiero dejarle mucho trabajo-.
Mark le hizo señas para que se sentara en la cama a su lado para iniciar la conversación y Gun la aceptó.
Con bastante nerviosismo, Mark comienza a hablar.
-P'... yo sé que ha pasado años desde que pasó lo de nosotros. Pero este tiempo no bastó para olvidarte. Yo aún te amo, y sé que cometí varios errores, pero quiero que me des la oportunidad de remediarlo con cada día de mi vida-.
-No puedes estar hablando en serio, ¿verdad?-.
El oyente no supo qué responder a las palabras de Gun que salían con toques de ironía.
Un silencio melancólico llenó la habitación, pero fue disipado cuando Gun toma la palabra.
-Ese día que nos vimos por última vez, cuando te fuiste con Prom, yo estaba un poco ebrio, y me fui con un chico el cual conocí hacía unos minutos. En su cuarto, me di cuenta que estuve a nada de serte infiel. Supe que no podía hacer algo tan terrible a la persona que amo porque no se lo merecía-.
Mark escuchaba con atención la historia, imaginando cómo pudo haber sucedido todo aquello, sin darse cuenta que sus ojos ya estaban humedecidos.
Gun prosiguió.
-Después de pasar esa noche en el hospital por un pequeño accidente, Saint me buscó ayuda en Canadá, pero debía viajar con él ese mismo día. Perth cedió su pasaje para que fuera. Llegué a casa esa mañana y no estabas, tampoco respondiste a mis llamadas, por lo que decidí dejarte una carta. Luego de eso, te esperé un año a que regresaras a mí, pero no lo hiciste, a pesar que lo intenté todo para contactarte. Aún así, fui por ti apenas regresé, y lo único que conseguí fue tu desprecio y rechazo-.
Escuchar lo que realmente sucedió, dejó a Mark con el corazón herido y sin saber qué palabras añadir. El discurso planeado en su mente, ya se había esfumado.
-P'Gun, yo no lo sabía. Esperé toda la noche por ti y no llegaste hasta el otro día cuando leí esa carta diciéndome que te irías con otro. Me sentí tan dolido y tan frustrado que no quise saber nada más-.
-Entonces, me dejaste y te refugiaste en Prom-.
La respuesta silenció a Mark.
-Escucha, no quiero reprocharte nada de lo que sucedió en el pasado. Allí está y hay que enterrarlo-. Dijo Gun.
Nadie se movía del lugar, ni siquiera se atrevían a alejarse el uno del otro, sólo estar sentados mirándose de frente sin perder detalle del rostro del otro.
-El amor que una vez sentimos, sigue vigente. Lo sé, puedo sentirlo-.
Mark pasó su mano por el rostro de Gun, acariciando y apretando con suavidad sus mejillas enrojecidas.
El chico cerró sus ojos dejándose llevar por la gentil caricia de la suave mano que alguna vez aferró con todo su corazón.
-No me hagas esto-.
Mark se levantó de su asiento y se acercó más a Gun, depositando un beso que ansiaba con desesperación darlo. Necesitaba sentir una vez más los labios de su amado.
-Dime que no sientes nada cuando hago esto-.
Gun despertó de aquel encanto de Mark cuando sintió su corazón acelerarse por el insoportable dolor que había dentro. Por lo que se alejó rápidamente saltando lejos de la cama y de Mark.
-Por una vez en tu vida, deja de ser egoísta-.
-¿Eh?-.
-Mi corazón aún te ama con locura, pero este amor me duele demasiado. Y cada vez que lo siento, la única forma de calmarme es abrazando a P'Mig-.
Mark se levantó de la cama para acercarse a Gun.
-No puedo entender lo que me estás diciendo-.
Gun necesitaba botar todo lo que en su interior había y comenzó a llorar con desesperación.
-La única persona que me ha sostenido en todo este tiempo, ha sido P'Mig. Sus brazos, sus caricias y sus palabras son las únicas que me ayudan a sentirme aliviado.- Se llevó la mano a su corazón y continuó, -Pero tu amor... Este amor que siento por ti, sólo hace que todo mi cuerpo duela. Y de verdad no quiero hacerlo, sólo quiero mirarte a la cara sin sentir algo más que sólo cariño-.
Mark no pudo evitar soltar lágrimas al saber la gran herida que provocó en la persona que ama. Ni siquiera se imaginaba cuan importante era esa persona para él.
-Dame otra oportunidad. Si quieres, te doy mi vida entera para componer todo esto. Por favor-.
Gun soltó una sonrisa irónica mientras secaba sus ojos.
-La última vez dijiste que no te apartarías de mí. Sin embargo, lo hiciste por tres años-.
Mark recordó aquel día como si hubiese sucedido la noche anterior.
-Fui a estudiar a Estados Unidos. Me especialicé en música-.
En ese punto, Gun se alegró cuando lo escuchó decir eso, pues siempre tuvo esperanzas que él pudiera concretar sus metas.
-Cierto. Recuerdo que ese era uno de tus mayores deseos y los estás cumpliendo. Me alegro mucho-. Respondió con emoción.
Aquello logró calmarlo, aunque no duraría por mucho cuando Mark continúa.
-P'Prom me ayudó. Él está enmendando sus errores-.
La sonrisa que Gun llevaba, se desvaneció.
-¿Aún estás con él? ¿Me pides que te de otra oportunidad pero aún sigues con él?-.
-Él y yo no somos novios. Sólo somos socios de un estudio discográfico y nada más. Tenemos negocios en común, es todo-
Gun se llevó las manos a la cabeza.
-Pero está en tu vida-.
-Te dije que puedo dejarlo todo por ti-.
El oyente negó con la cabeza.
-No, Mark. Mientras él esté en tu vida, yo no lo estaré-.
-¿Por qué?-.
-Prom fue la persona que le pagó al chico para que me sedujera esa noche y así tomarme fotos con él para demostrarte que te había sido infiel-.
Mark bajó la cabeza.
-No puede ser-.
Gun ya no estaba más a gusto y decidió darle término definitivo a esta situación.
-No voy a ser parte de tu vida mientras él esté en tu entorno. No compartiré un espacio con una persona que impulsó el peor daño que me hayan hecho, pero tampoco te pediré que lo alejes. Eso dependerá de ti. Por mi parte, puedes contar conmigo cada vez que lo necesites. Si algún día, el destino nos vuelve a juntar, será porque todas las piezas han vuelto a su lugar. Por el momento, mi vida y futuro están al lado de mi hijo y de P'Mig-.
-Finalmente lo has decidido, ¿verdad?-.
-Sí-.
Mark sacó de su cuello el collar unido que fue el símbolo de su amor y el inicio de todo.
-Esto lo he tenido desde que te fuiste, y seguirá estándolo. No puedo alejar por ahora a P'Prom, pero créeme que mi corazón es tuyo. Sólo dame tiempo-.
-El tiempo que desees puedes tomarlo, pero no te esperaré-.
Gun abrazó con todas sus fuerzas a Mark.
-Yo te perdono todo lo que me has hecho. No hay rencor-.
-Lo siento-. Respondió Mark.
Al escucharlo, Gun termina el abrazo.
-Finalmente tuve dos profesores en mi vida: Uno me enseñó a amar y el otro a olvidar-.
Mark sonrió con tristeza.
-Ya me voy. Sabes dónde encontrarme si necesitas algo, o si quieres ver a Jump. Sólo no lleves a Prom contigo, ¿sí?-.
Mark asintió y miró cómo la persona que amaba se perdía de su vista. Se sentó en la cama y soltó unas lágrimas con ira, dolor y rendición.
-Me arrepentiré toda mi puta vida las malditas decisiones que tomé. Sólo me queda aceptarlas sin el amor de vida a mi lado-.
Esa fue su despedida que no pudo decirle a Gun. Quiso quedarse con los bellos recuerdos de su amor sin prometer si algún día será capaz de dejar por su cuenta a Prom para volver a estar con el hombre que realmente ama. Su verdadero destino.
Por otro lado, Gun se fue con el corazón lleno de dolor y se dirigió a casa a toda prisa. Al llegar, la persona que estaba con él, lo esperaba sentado en la sala.
-Jump se quedó con tus padres en casa-.
-¿Ah, sí?-.
-Sí-.
Gun se acercó sigilosamente hacia Mig y lo miró de frente por unos segundos. Este frunciendo el ceño, le pregunta:
-¿Sucede algo?-.
-Sí-. Responde rápidamente.
-Estuviste con Mark, ¿no es así?-.
Gun asintió.
Mig colocó un rostro de frustración. Gun había escogido volver con él después de todo lo que había sucedido. De todas formas, todo había sido manipulado para que se alejaran y no era de extrañar que quisiesen retomar el amor de antes.
Gun abrazó con fuerza a Mig y escondió su rostro en el pecho de este.
-He regresado, P'Mig Estoy en casa... Realmente estoy en casa, contigo y nuestro hijo-.
Mig se aferró con alegría a Gun y besó su cabeza.
-Ten presente que me iré sólo cuando las piezas de tu rompecabezas queden en su lugar. Mientras, seguiré siendo tu soporte-.
-Lo entiendo, P'Mig. Lo entiendo-.
_____________________

FIN

Alumno para DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora