Q!Cellbit estaba emocionado. Hoy era un día especial, el día en el que celebrarían dos meses desde que se habían convertido en esposos. Q!Roier, su amado esposo, había sido su razón para sonreír cada día desde que lo Conoció.
Decidió que quería hacer algo especial para demostrarle a Q!Roier lo mucho que lo amaba. Se puso a pensar en todas las ideas posibles para lograr un festejo inolvidable.
Después de un rato, tuvo una idea perfecta: prepararía una cena romántica en su hogar, llenaría la habitación de velas y decoraciones, escribiría una carta de amor y le cantaría una canción que había compuesto especialmente para él.
Q!Cellbit se puso manos a la obra. Junto a Richas Consiguió los ingredientes necesarios para preparar la cena favorita de Q!Roier, mientras planeaba cada detalle de la noche romántica. Luego, Busco algunas cosas de decoración para encontrar los adornos más hermosos y románticos que pudiera encontrar.
Mientras organizaba todo, una sonrisa iluminaba su rostro. No podía esperar para ver la expresión de felicidad en el rostro de Roier. Sabía que su amado quedaba encantado cada vez que le sorprendía de una manera especial.
Cuando llegó el momento, Q!Cellbit terminó de preparar todo. La cena estaba lista, la habitación estaba decorada con velas y pétalos de rosas. La carta de amor estaba lista para ser leída y la canción estaba cuidadosamente ensayada.
Q!Roier llegó al Castillo después de haber estado Cuidando de Tallulah, ligeramente agotado. Al abrir la puerta, se encontró con un sendero de rosas que lo guiaba hacia la habitación, donde Cellbit estaba esperándole con una sonrisa radiante.
"Oh, mi amor, ¿qué... qué es todo esto?" Pregunto Q!Roier, atónito, mientras los ojos le brillaban de emoción.
Q!Cellbit tomó las manos de Roier y lo miró directamente a los ojos. "Hoy es nuestro aniversario de dos meses como esposos y quería hacer algo especial para demostrarte lo mucho que te amo".
Q!Roier no pudo contener la emoción y sintió un nudo en la garganta mientras una lágrima de felicidad asomaba en sus ojos. "Gatinho, esto es... esto es hermoso, no puedo creerlo", susurró.
Q!Cellbit sonrió y le dio un rápido beso en los labios. "Ven, siéntate. Tengo una cena especial preparada para nosotros".
Durante la cena, Q!Cellbit y Q!Roier conversaron y rieron, recordando los momentos más especiales de su relación. Rodeados de velas y un ambiente íntimo, el amor entre ellos dos llenaba la habitación.
Después de disfrutar de una deliciosa comida, Q!Cellbit tomó la carta de amor y comenzó a leer en voz alta. Era una carta llena de sentimientos sinceros, de promesas de amor eterno y de agradecimiento por tener a Q!Roier en su vida.
Q!Roier no pudo evitar que las lágrimas rodaran por sus mejillas mientras escuchaba las palabras llenas de amor de su esposo. Era un momento tan mágico y especial, que lo dejó sin palabras.
Cuando Q!Cellbit terminó de leer la carta, tomó su guitarra y, con una voz suave y melodiosa, comenzó a cantar la canción que había compuesto especialmente para Q!Roier. Las palabras salían llenas de amor, cada nota tocaba el alma de Q!Roier y lo hacía sentir amado y especial.
Después de la conmovedora serenata, Q!Cellbit y Q!Roier se miraron a los ojos, sin palabras, dejando que el amor que sentían hablara por sí solo. Se acercaron lentamente, fundiéndose en un apasionado beso que dejaba claro sus deseos y emociones.
Las manos de Q!Cellbit buscaban desesperadamente tocar cada centímetro del cuerpo de Q!Roier, mientras él lentamente deslizaba sus manos por la espalda de su amado esposo. El deseo y la pasión llenaban cada espacio de la habitación.
Sin separarse, caminaron hacia la cama, dejándose llevar por el amor y la pasión desenfrenada. Allí, se amaron como si no hubiera un mañana, entregando sus corazones y cuerpos uno al otro.
Los besos eran apasionados y llenos de deseo, sus cuerpos se movían en perfecta armonía. Los gemidos de placer llenaban la habitación mientras el amor entre ellos se hacía aún más fuerte.
Después de un momento de clímax y éxtasis, Q!Cellbit y Q!Roier se acurrucaron juntos, todavía llenos de amor y dicha. Se miraron profundamente a los ojos, sabiendo que no había nada en el mundo que pudiera separarlos.
"Te amo, Guapito", susurró Q!Cellbit, acariciando suavemente el rostro de su amado esposo.
"Y yo a ti, Gatinho. Eres mi mundo, mi vida entera", respondió Q!Roier, sintiendo cómo su corazón se llenaba de amor.
Se abrazaron fuertemente y se quedaron dormidos, sabiendo que el amor que habían encontrado era la fuerza que los mantendría unidos por siempre.
Feliz dos meses a estos Cubitos Enculados