Crossover [3/5]: La piscina

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Al día siguiente Carlos V había logrado salir primero que Carlos A a correr. Sin embargo, esta vez cuando notó al otro Carlos, Carlos V aminoró el ritmo para que lo alcanzara y corrieran lado a lado. Se sentía paz en el aire, ya sus diferencias quedando resueltas y convirtiéndose en amigos.

Imposible no serlo cuando habían logrado vengarse de sus respectivas chicas y resultó tan exitoso. Bueno, a uno más que a otro.

—¿Y qué tal? ¿Adora no te dejó afuera del cuarto? —bromeó Carlos V sin detenerse. Iban sincronizados, si Vic y Adora los vieran estarían irritadas de verlos así, como los propios gemelitos de una película de terror.

—Ja, creo que te va a divertir esto —dijo con sarcasmo, era probable que a Carlos V le diera algo ahí mismo —Adora durmió con Vic.

El español había subido la noche anterior luego de su partido de golf con Carlos V esperando quedarse encerrado fuera de su propio cuarto. En cambio, estaba el cuarto intacto y sin rastros de la castaña. Quien sí estaba era el maldito gato esperándolo cuando quiso ir al baño. No se lo diría a Carlos V, pero ya estaba empezando a considerar disculparse con el condenado porque se iba a terminar muriendo de un infarto.

¿Y cómo sabía que Adora estaba en el cuarto de Vic? Pues porque fue a buscarla y escuchó risitas viniendo de la habitación de la rubia. Y a menos que Victoria fuera esquizofrénica y le dijera a una amiga imaginaria amor, suponía que debía ser a su venezolana.

¿Y lo peor de las consecuencias de la broma? ¡No pudo comer el postre!

Carlos V seguía corriendo mientras trataba de que su cerebro procesara lo que acababa de escuchar. ¿Adora y Victoria durmieron en una misma habitación? ¿ADORA Y VICTORIA EN UNA HABITACIÓN? ¿SOLAS? ¡¿A PUERTA CERRADA?!

—Carlos, si esto es uno de tus malos chistes no voy a dudar en soltarte un putazo —Carlos V esperaba que de verdad fuera una mala broma.

—A ver, puedo bromear de muchas cosas, pero esta no es una de ellas. Adora no estaba en mi cuarto cuando volví, y pues escuché risas viniendo del cuarto de la rubia. Así que tú haz las matemáticas.

Ese era el fin, sabía que al final del día ellos pagarían por su estúpida broma, aunque ¿a Adora le gustaban las mujeres? No, tal vez solo era un mal intento de coqueteo por parte de ambas, aunque de malo no tenía nada.

—¿Adora es bi? ¿O solo lo hace para molestarnos?

—La verdad no tengo idea, no había mostrado interés por mujeres hasta ahora —se encogió de hombros Carlos A, aunque por dentro se estaba muriendo y rogando que no se hayan acostado.

—Ya está. Se cancela el entrenamiento —Carlos V se detuvo y comenzó a correr hacia la casa, iba a despertar a esas dos. Claramente no estaba pensando.

—¡Eh, eh! ¿Qué piensas hacer? —Carlos A lo miró confundido, aunque sin embargo lo siguió. Podría empezar a apreciar a Carlos V, pero llegaba a poner una mano encima de Adora y lo mataría. Más ahora que sabía que estaba molesto y no era una de sus bromas planeadas.

—¡No pienso entrar! Solo quiero que se despierten y salgan de ahí. ¿Dónde está Bodoque? Solo hay una forma de hacer que esa mujer salga y esa, es su gato.

—El cabrón está dormido en mi cuarto —dijo resignado. Tal vez no había tenido a Adora para pelear, pero sí que se había peleado tratando de sacar de la manera más pacífica al gato de su cuarto. Solo que muchos destrozos inmobiliarios después se rindió, y la bola de pelos durmió encima suyo de lo más cómodo.

—Perfecto, voy por él —Carlos V subió las escaleras de dos en dos apresurándose.

Luego sin importarle nada, entró al cuarto de su gemelo y tomó a la bola de pelos grises en sus brazos, con él en brazos, fue hasta la puerta de Victoria y gritó:

Cuando Todo Empeora [Carlos Sainz Jr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora