Capítulo 33 [Muñeca de trapo]

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En el viaje de regreso de Mallorca a Madrid se respiraba un aire diferente, no es que en realidad hubiera algo en el aire, pero Victoria y Carlos sabían que las cosas habían cambiado, aún así nadie decía nada.

Durante el resto de la semana de vacaciones en la isla, ambas estrellas se mantuvieron "felices" fingiendo que nada sucedía, pero lo cierto era que mientras menos tiempo estuvieran juntas mejor para ellos, claro que, esta vez nadie notó nada, porque tal vez ambos se habían vuelto expertos en fingir que todo estaba bien. 

Al llegar a la casa, Bodoque salió corriendo a uno de sus escondites, él tampoco quería ver a las estrellas por un rato, se había hartado de estar en su caja de viaje, Carlos prendió las luces, aún así, inclusive la casa se sentía melancólica.

—¿Vas a hacer algo? —Carlos preguntó mientras metían las maletas, Victoria estaba yendo hacia su cuarto.

—Necesito un baño. —El piloto asintió sin decir más, Victoria le dio la espalda y no volteó a verlo.

Victoria fue a su cuarto, se dio el baño que había dicho y trató de tardar lo más que podía, no quería ver a Carlos, ahora las cosas serían así, después de considerar lo que fue un rato apropiado salió a la cocina por un vaso de agua esperando que el piloto ya se hubiera metido a su cuarto, grave error, porque al parecer Carlos también había decidido salir y también estaba en la cocina.

—¿Tienes hambre? —Ella negó y fue directo al refrigerador por agua fría.

Carlos veía todos sus movimientos, estaba picando verduras para la cena, ella solo se servía agua con la mirada perdida, era claro que tenían que hablar, pero ninguno de los dos quería iniciar el tema.

Ninguno quería darle primer paso, para derrumbar el castillo de arena que habían construido durante las vacaciones, y que ahora tenían que tirar porque ya tenían que irse de la playa, o al menos, así es como Victoria lo sentía, pero, tenía que ser valiente, así que ella habló primero. 

—Pasado mañana me voy a Estados Unidos. —Victoria dijo, esperando que eso no los hiciera hablar del verdadero problema.

—¿A Nueva York?

—No, Los Ángeles, ahí es donde está mi disquera. —Victoria sabía que había hablado con su madre y le había dicho que no iría por el momento a Estados Unidos, pero es que no quería verla en ese momento. 

—Ah muy bien, ¿dónde está Bodoque? —Carlos preguntó sintiendo la ausencia del pequeño felino.

—Escondiéndose, se harta del viaje y necesita desestresarse.

—¿Te lo vas a llevar a Estados Unidos? —Eso la tomó por sorpresa, ella llevaba a Bodoque a todos lados.

—Supongo. —Victoria respondió de inmediato, no había otra opción. 

—Lo decía porque el pobre gato ha viajado tanto, debe de estar cansado, joder, yo lo estoy. —Carlos decía tratando de hacer reír a la rubia pero solo logró que soltara una sonrisa.

—¿Y qué piensas que haga?

—Yo lo cuido, yo estaré aquí y me iré cuando regreses. —Victoria asintió con la cabeza.

—¿En serio lo cuidarás?

—Claro, lo hice cuando te fuiste a dar esa entrevista a Londres. —Tenía sentido, y la verdad a Bodoque le haría bien quedarse quieto por un rato, además de que se quedaría en casa con una persona con quien el gato se sentía cómodo. 

—Está bien, su alimento está en el cuarto de lavado, normalmente Norma, quien nos hace el aseo le da de comer y cambia su agua, pero viene cada tres días, así que te pido que lo hagas cuando ella no viene. —Carlos asintió. —Te daré los demás detalles después.

Cuando Todo Empeora [Carlos Sainz Jr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora