Faltaban dos días para la gala de la FIA y para que Carlos recibiera su premio frente a todo el mundo, eran mediados de Diciembre y parecía que había pasado toda una vida desde aquella carrera en Abu Dhabi.
Isa había estado por más de dos horas frente a tres espejos de tamaño de puertas alumbrados sintiendo como esa luz aumentaba sus inseguridades. Estaba midiéndose vestidos para la gala. Para este punto ya debería de tener su vestido listo, pero su madre le criticaba todo lo que se ponía. Tenía que conseguir algo hoy, porque pronto viajaría a Italia donde sería el evento.
Su madre había decidido acompañarla a encontrar el vestido "perfecto" y desde aquella cena en el departamento de Carlos hace algunas semanas, no quería estar sola con ella, así que para no ir solamente con su madre, llamó a Reyes.
Así, su madre estaría distraída con la madre de Carlos y ella podría comprar vestidos en paz o al menos eso creía ella.
—No, Isabel. Ese vestido te hace ver pálida, casi enferma —Su madre estaba a sus espaldas, pero ella podía verla desde el espejo.
La joven tuvo que controlarse lo suficiente para no rodar los ojos, solamente respiró profundo y volteó a verla.
—¿Entonces cuál? Ya llevamos dos horas aquí y si no me hacen ver pálida, me hacen ver muy bronceada o muy baja o muy apretada —Vale, ella había sonado más agresiva de lo que quería, pero es que así era como se sentía.
Si por ella fuera, hubiera comprado el primer vestido y listo. O es más, usaría uno de los que ya tenía.
Reyes estaba esperando el momento para intervenir, pues estaba notando como las mujeres de la familia Hernáez estaban perdiendo los estribos y era sumamente incómodo para ella. Reyes había aceptado la salida pensando que sería algo inofensivo, pero desde que había llegado se había percatado que sus dos compañeras de compras no estaban de buen humor.
—Chicas, vamos. Ese color no se te ve mal, Isa, pero creo que el verde oliva que te pusiste primero se te veía excelente —Reyes fue hasta él y lo tomó —¿Por qué no te lo vuelves a poner y comparamos?
La rubia aceptó el vestido y el tiempo que la madre de Carlos le estaba regalando para estar lejos de su madre.
La madrileña se metió al probador y ahí fue donde ambas mujeres se quedaron solas.
—¿No crees que estás siendo muy crítica con ella? —Reyes habló en un susurro esperando que la joven no escuchara.
—Reyes, sabes que tiene que verse perfecta.
Claro que lo sabía, ella más que nadie quería que la noche fuera perfecta, más porque nuevamente todo mundo sabría que Carlos e Isa habían regresado. Podía escuchar las felicitaciones de sus amistades y que nuevamente la dejarían en paz.
Reyes todavía recordaba cuando las primeras fotos de Carlos y Victoria salieron y como todo su círculo social parecía haberlas visto antes que ella. Reyes tuvo que fingir que ella sabía de la relación. Pero el tema no se quedó ahí, todo el mundo se moría por saber sobre la nueva pareja y había escuchado como Carlos había tomado una pésima decisión en escoger a la cantante como su novia.
—Lo sé, pero —Reyes fue interrumpida y tuvo que morderse la lengua.
—Entonces, por favor, no me hagas relajarme. Solamente quiero que la presentación de los chicos sea perfecta.
Reyes podía entender a la señora Hernáez, la mujer había estado nerviosa desde que se había enterado que Isa había sido invitada a la gala y que sería su nueva presentación como novia de Carlos.
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Cuando Todo Empeora [Carlos Sainz Jr]
FanficDonde Carlos Sainz ha arruinado su carrera, alejado a todos en su vida y casi perdido su asiento en Ferrari No es hasta que su agente y la agente de una cantante problemática se encuentran y deciden armar un plan para demostrar que sus clientes han...