Capítulo 9 [Solo una exclusiva]

12.7K 959 301
                                    

Victoria estaba viendo a Lucía dar vueltas por la sala haciendo llamadas, las maletas estaban listas, el vuelo sería a Reino Unido, donde daría su primera entrevista en semanas, luego regresaría y comenzaría con los ensayos para el inicio del tour. Suficientes vacaciones sumida en su tristeza, o algo así había dicho Lucía.

Carlos estaba viendo el caos mientras se tomaba un descanso, ya casi anochecía y tenía que dormir, pero con todo el escándalo no sería posible.

Victoria, que no tenía nada que hacer hasta que Lucía terminará de hablar, se acercó a molestar al piloto.

—¿Qué haces? —Preguntó interrumpiendo su cena.

—Trato de comer y prepararme para dormir, pero hay demasiado ruido. —Carlos comentó haciendo énfasis en el demasiado.

—¿Vas a salir del país estos 5 días que no estaré? —Victoria quería saber.

—No, seguiré entrenando ¿por? —El silencio de la rubia lo hizo saber por qué le preguntaba. —No, no cuidaré a tu bola de pelos.

—Caaaaarlos, por favor. —Ella estaba suplicando.

—No, no lo haré, además esa cosa me odia, míralo. —Carlos señaló al gato que los observaba a ambos. —Está ahí, siendo siniestro.

—No quiero que lo cuides, solo dale amor, es un gato muy necesitado de afecto ¿Siiii? De alimentarlo se encargará alguien más. —Victoria estaba rogando, pocas veces se alejaba de ese gato, pero Lucía no la dejaría llevar a este viaje tan corto y muy importante. —Además si le caes bien, si no, no te hubiera dado un regalo.

—No me lo recuerdes, tuve que cambiar todas mis sábanas. —La mueca de asco de Carlos no se iba de su cara. —¿Qué tengo que hacer?

—En realidad no mucho, solo necesito que lo acaricies, tal vez mientras ves la tele y se te acerca no lo alejes, tampoco tienes que estar con él todo el tiempo a veces se cansa de las personas, pero si dale amor. —Victoria fue por Bodoque y lo tomó en sus brazos, separarse de él le dolía. El gato parecía satisfecho porque maullaba y ronroneaba cada vez que la rubia lo acariciaba.

—¿Estás tratando de hacer que me caiga bien? —Carlos no entendía porque tenía que darle amor, hasta donde sabía, los gatos no eran de acercarse mucho a lo humanos a menos que ellos quisieran.

—Mira, Bodoque es un gato rescatado, cuando lo encontré fue en un basurero cerca de los estudios de la disquera, estaba golpeado y amarrado en una bolsa de la basura, si no hubiera escuchado sus débiles maullidos nadie lo habría encontrado y hubiera muerto. —Victoria le explicaba y Carlos rodó los ojos.

—Claro que me quieres manipular para que me caiga bien, pero no caeré en tus tretas.

—No mentiría sobre esto, Bodoque y yo nos ayudamos, él me ha ayudado estos últimos días. —La voz de Victoria cambió a un tono más serio.  —Por favor, solo no dejes que se sienta solo, te serviría a tí también.

—Listo, Victoria el chofer está afuera, vámonos. —Lucía se acercaba a las dos estrellas interrumpiendo su plática.

Carlos se puso de pie y les ayudó a sacar sus maletas hasta el auto, Victoria aún tenía el gato en las manos, cuando fue momento de dejarlo ir, se lo entregó a Carlos que esperaba que ellas se fueran para volver a entrar a la casa.

—Mira, no te prometo nada pero me aseguraré de que esta bola asesina esté bien ¿Vale? —Carlos dijo cansado, sabía que había perdido esa batalla antes de empezar.

—Gracias, gracias, gracias. —Victoria abrazó al madrileño en un impulso y se quitó rápido al darse cuenta de lo que había hecho.

—Carlos, compórtate, Caco vendrá a verte de todos modos. —Lucía se comenzó a despedir de él de forma maternal. Se acercó y le dio un abrazo, Bodoque maulló por sentirse atrapado. —Nada de mujeres en la casa, ¿eh?

Cuando Todo Empeora [Carlos Sainz Jr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora