Lou y Tori [2] [Extra]

147 18 34
                                    


Lou


Cuando le conté de mi pequeño plan a Claire, ella no estuvo muy contenta. Hablar con ella era como hacerlo con mami Larissa. Siempre muy correcta, poniendo las reglas en primer lugar. Sin mencionar que hacía exactamente los mismos gestos que ella. El movimiento de las manos, su rostro impasible cuando estaba pensando, el porte, la altura y el tono de voz.

-Mamá se va a dar cuenta, Lou. Yo solo puedo tomar tu apariencia, no multiplicarme. ¿Qué le voy a decir cuando vea que la cama está ocupada por un bulto y no por mi? Es decir, por ti -negó con la cabeza, como si estuviera deshaciendo el nudo que se había formado en ella-. Tú me entiendes.

-Mamá dice que la tía Claire era divertida -me senté junto a ella, en la cama que le pertenecía-. Para llevar su nombre tú no eres nada divertida, hermanita.

-Oye, eso fue muy grosero.

-Y puede que en lo físico seas tan parecida a mami Larissa. Pero en el interior, tus sentimientos... eres tan blanda y sensible como mami Anne. No le puedes decir que no a tu hermanita favorita -le sonreí, pestañeando, tratando de ser lo más tierna posible. Claire rodó los ojos y puso su enorme mano en mi cara.

-Pues eres la única hermana que tengo.

-Por favor, Claire -le sujeté las manos con fuerza-. Cúbreme. Solo será esta vez, ¿de acuerdo? Creo que al fin Tori y yo podremos ser más que amigas.

-Esto es tan romántico -suspiró, dejándose caer de espaldas en el colchón. Yo me acosté también-. Algún día quiero vivir algo así. Como la historia de nuestras madres o la tuya con Tori.

-Lo harás, ya verás que sí -le acomodé un mechón de su cabello rubio detrás de la oreja, con una sonrisa. Me produjo nostalgia imaginar que mi hermanita, aquel ser diminuto que alcanzaba en una almohada, algún día llegaría a enamorarse. En ese momento comprendí lo que mami Larissa sentía cuando nosotras le decíamos que queríamos tener pareja-. Cuando te guste algún chico o alguna chica puedes decírmelo, ¿de acuerdo? Siempre te voy a apoyar, hermanita.

-Ya lo sé, Lou.

-Te amo.

-Y yo te amo a ti -el hecho de que Claire se abrazaba a mí como una niña frágil a pesar de su altura, hacía que mi corazón se encogiera.

-¿Me cubrirás? -pregunté mientras le acariciaba el cabello. Seguíamos acostadas. La cabeza de Claire reposaba en mi pecho-. Solo serán dos horas. Además, no creo que nuestras madres salgan de la habitación durante el resto de la noche y madrugada. Tú las viste, estaban ebrias.

-No digas esas cosas, Lou. Yo aún soy una niña.

-Lo siento -reí-, tienes razón.

-Como sea, está bien -Claire se incorporó. Me miró-. Voy a cubrirte. Pero me deberás muchos favores, Lou Weems. ¿Entiendes eso? Muchos favores.

-Todo lo que mi hermanita desee -sonreí. La abracé muy fuerte y después le di un beso en la frente-. Gracias, Claire. Te prometo que haré todo lo que me pidas. Te amo, te amo, te amo -le di besos por todo el rostro, haciéndola reír. Era increíble cómo aún recordaba el día que la conocí. Suponía que mi buena memoria estaba relacionada con mis sueños o algo así.

-¡Oh, Julieta! Tu Romea te espera -gritó Claire de pronto, soltando suspiros. Yo reí, pero le cubrí la boca de inmediato.

-Eres tan cursi.

-Ya vete. Largo -me empujó-. Entre más te apresures menos tardarás.

Mientras tomaba el abrigo, le lancé un beso al aire. Casi grité al encontrar el rostro de Tori en la ventana cuando estaba a punto de salir. Ella fue muy atenta conmigo en todo momento. Me ayudó a salir, me abrigó, me tomó de la mano y no me soltó ni un segundo mientras caminábamos por las estrechas calles de la isla.

𝒟ℯ𝒿𝒶𝓂ℯ 𝒸𝓊𝒾𝒹𝒶𝓇 𝒹ℯ 𝓉𝒾  / ℒ𝒶𝓇𝒾𝓈𝓈𝒶 𝒲ℯℯ𝓂𝓈 [𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐈𝐈]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora