𝒟ℯ𝒿𝒶𝓂ℯ 𝒸𝓊𝒾𝒹𝒶𝓇 𝒹ℯ 𝓉𝒾 / ℒ𝒶𝓇𝒾𝓈𝓈𝒶 𝒲ℯℯ𝓂𝓈 [𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐈𝐈]

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𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 5

Lo último que Anne había sabido de Ilian, gracias a un compañero del trabajo, es que estaba fuera del país. Y que las odiaba. A ella y a Larissa. Ahora le estaba costando asimilar el hecho de que la tenía de frente de nuevo. Después de tanto tiempo. Su cabello estaba más largo y los colmillos tan brillantes como la última vez que los vio. Y su sonrisa seguía siendo cínica.

—Hola, Annie —la saludó mientras se acomodaba las gafas sobre la cabeza para estudiarla mejor. Lou ya había dejado de llorar, pero Anne seguía sin soltarla. Y estaba empezando a sentirse mareada.

—Anne —le corrigió—. Mi nombre es Anne.

—Mami —murmuró Lou con la voz temblorosa, removiéndose en sus brazos—. Quiero a mami Larissa.

—Sí, mi amor —susurró Anne, acariciando el cabello de su hija—. Iremos con mami Larissa.

—¿Mami? —cuestionó Ilian con asombro. Sus ojos viajaron del vientre de Anne a la espalda de Lou—. ¿Sigues con Weems? ¿Ella es su hija? —preguntó. Anne había empezó a caminar, deseando que Larissa apareciera. El camino se le estaba haciendo eterno. Ilian iba detrás de ella y la estudiaba de pies a cabeza, a pesar de solo verle la espalda. Aunque esa vista le gustaba también. Sonrió al verle los glúteos—. Así que estás embarazada —añadió.

Anne soltó un suspiró y empezó a sentirse nerviosa. No sabía con qué intenciones Ilian había regresado al pueblo y no estaba segura de que si realmente quería saberlo. Y también le sorprendía ver que hubiera tenido el valor de regresar después de todo lo que Larissa le dijo.

—Tengo prisa, Ilian.

Ella miró a Lou y le sonrió, mostrándole los colmillos. Lou estaba asustada y eso solo la hizo sentir peor, así que volvió a llorar. Escondió el rostro en el cuello de Anne y ella intentó consolarla al frotarle la espalda con suavidad. Ahora su corazón latía con un poco mas de fuerza y los brazos de dolían. Caminar rápido mientras cargaba a Lou le parecía un verdadero deporte.

—Anne —la llamó Larissa desde el otro lado de la calle. Anne respiró con tranquilidad al verla y giró en busca de Ilian, pero ella ya no estaba. Esperó a que un auto pasara y finalmente cruzó hacia Larissa—. ¿Por qué la estás cargando? ¿Olvidas que no puedes hacer esfuerzos? —le recriminó.

Anne dejó a Lou en el suelo, sin soltarle la mano y abrazó a Larissa. Con fuerza. Como si no la hubiera visto en días. Ella tenía las manos ocupadas con las compras, así que solo la rodeó con los brazos a como pudo y después la observó con curiosidad. Estaba preocupándose. Especialmente al notarla agitada.

—¿Estás bien? ¿Lou está bien? —bajó la vista a ella y descubrió que tenía el rostro húmedo y los ojos ligeramente rojos—. ¿Qué pasó? —le entregó las cosas a Anne y cargó a Lou para consolarla. Ella se abrazó a Larissa de inmediato.

—Un vampiro —dijo. Larissa arrugó la frente y miró a Anne. Cada vez entendía menos.

—Es Ilian. Está en el pueblo.

—¿Ilian? —cuestionó con incredulidad. Y casi como un impulso, tomó a Anne del mentón para mover su cabeza de un lado a otro—. ¿Te hizo algo? ¿Qué hace aquí?

—No, no —se acomodó las bolsas en una sola mano y tomó la de Larissa con suavidad para hacer que la soltara—. Estoy bien. Estamos bien.

—¿Y dónde está ella?

—No lo sé —volvió a girar y observó a su alrededor, intentado dar con Ilian otra vez, pero ella simplemente no estaba. Anne no podía creer que hubiera desaparecido tan pronto y por un momento creyó que había alucinado—. La encontramos en el parque.