¡Es Halloween! [Extra]

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Lou

—¡Date prisa, mami! —grito desde el primer escalón de la escalera. 

Con los brazos cruzados en el pecho y el ceño fruncido, golpeteo el piso con mi zapato. Llevo esperando todo el año para esta noche, y por primera vez en su vida, a mami Larissa se le ocurre ser impuntual. ¡Quiero dulces! Necesito comer dulces hasta que me duela el estómago. Y ella sigue encerrada en la habitación con mami Anne.

—Un segundo, florecita. Mami Larissa se está retocando el disfraz.

Veo el cabello negro de mami Anne a través del borde de la pared. Está más largo que antes, aunque apenas ha pasado un mes desde mi cumpleaños. Para haber cumplido ocho meses Claire está enorme y ahora sí que puedo jugar con ella. Aunque a veces es muy grosera. Le encanta darme manotazos en la cara y jalonearme el cabello. 

A mi me divierte porque sé que no lo hace con malas intenciones, pero nuestras mamis ya nos han dicho que no debemos golpearnos entre nosotras. Es extraño que le llamen la atención a Claire, ¿verdad? Ella solo es una bebé; no comprende nuestro idioma. Mucho menos el de ellas, que son adultas. Como sea, ¡quiero dulces!

—¡Mami! 

—Allá voy, Lou, tranquila. Las casas no van a desaparecer.

—Pero los dulces sí —reprocho, haciendo un mohín.

Mami Larissa al fin aparece desde el pasillo, sujetando la mano de mami Anne. Las dos me sonríen. Entonces dejo de estar malhumorada.

Cuando alguna de mis mamis sonríe hay un calorcito que me brota en el pecho. Pero cuando las dos lo hacen al mismo tiempo, siento muchas ganas de saltar y de correr. Me da mucha felicidad. Porque para mí, mis mamis lo significan todo.

—Te ves muy linda, mami.

Mami Larissa se ríe, y sus mejillas blancas se vuelven rojas, al igual que las mías. Se inclina, me carga en sus brazos grandes y me estruja tan fuerte que me cuesta respirar. Pero no me quejo porque es algo que a mí me gusta.

—Eres una florecita traviesa —me dice mientras me hace cosquillas.

Yo me retuerzo en sus brazos y estiro los míos en dirección de mami Anne. Aún sosteniendo a Claire ella me salva. Pero...

—Auch —me quejo cuando mi hermanita me tironea el fleco.

Mami Larissa se apresura a apartarla de mí. Claire enseguida la acepta, sonriendo y mostrando sus tres pequeños dientes.

—Yo me encargo de esta otra florecita traviesa.

—¿Dónde está tu cesta, mi amor? —me pregunta mami Anne. Una vez que me devuelve al piso me arregla el cabello y el disfraz.

—En el sillón.

Corro en dirección de la sala y mientras estoy bajando mi cesta, el timbre resuena por toda la casa. Escucho a mami Anne decir que ella abre. Entonces salgo corriendo otra vez. La voz de Leah y Jane se oyen desde la entrada. 

Al estar de regreso en el recibidor encuentro a Jane acuclillada, con los brazos extendidos. Claire gatea hacia ella. Lo hace a toda velocidad, y cuando está lo suficientemente cerca, Jane la alza y le da vueltas en el aire.

—¡Hola, pajarita! —le da besos y la estruja.

—Hola, tú —me dice Leah con una sonrisa. Yo le abrazo las piernas y ella me acaricia el cabello. Acaba por acuclillarse también—. ¿Así que eres una mini estudiante de Nevermore?

—Sip —asiento y alzo la vista a mami Larissa. Ella me sonríe, guiñándome un ojo.

La forma en que me mira es como yo miro a mi juguete favorito. Pero yo no soy un juguete. Soy su primera hija, y ella me ha dicho que está muy orgullosa de mí. Sí, eso es; justo ahora me está mirando con orgullo.

𝒟ℯ𝒿𝒶𝓂ℯ 𝒸𝓊𝒾𝒹𝒶𝓇 𝒹ℯ 𝓉𝒾  / ℒ𝒶𝓇𝒾𝓈𝓈𝒶 𝒲ℯℯ𝓂𝓈 [𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐈𝐈]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora