𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 31
Para Eden, el hecho de estar abrazando a la hija de su hermano era una situación demasiado surreal. Apenas sabía de su existencia, apenas la había visto en fotos y apenas la estaba conociendo en persona. Pero el amor que estaba empezando a sentir por Lou era inmenso. Una clase de amor que nunca creyó experimentar.—Mira, te traje esto —cuando se apartó de ella, le mostró los obsequios. Lou sonrió al mirar las margaritas. Tomó el ramo y lo abrazó.
—Son mis favoritas —le dijo—. Son tan pequeñitas como Claire y como yo.
—Claire es tu hermanita, ¿cierto?
—Sí —respondió, mirando atentamente y con curiosidad el otro obsequio que Eden sostenía—. ¿Tú tienes hermanos?
—Sí. Pero ya no lo veo nunca. Como sea, también esto es para ti —mencionó, entregándole el libro.
—Da las gracias, Lou —le recordó Larissa. Lou asintió.
—Gracias, tía Eden.
—De nada, Lou. Mira, es un libro de cuentos. ¿Quieres que lo abra para ti?
—Está bien.
—Tus mamis me dijeron que te gusta mucho que te lean por las noches —mientras Eden soltaba el moño y retiraba la envoltura con cuidado, Lou le sonrió a sus madres. Estaba feliz con sus margaritas, eso era evidente—. Este es un libro muy especial para mí. Era el favorito de mi hermano. Yo también soy la hermana mayor, ¿sabes? Y lo leía para él cuando nuestra madre trabajaba hasta tarde.
—Qué tierno.
—Ahora Anne o Larissa podrán leerlo para ti —al dárselo por fin, Lou le dio una hojeada. Tenía muchas ilustraciones de animales y flores. Parecía estar en muy buen estado pese al paso del tiempo.
—¿Quieres empujar a Lou en el columpio? —sugirió Larissa.
—¡Si! —gritó Lou—. Vamos, tía Eden, después te empujaré yo —la tomó de la mano y tiró de ella para hacerla caminar. Eden rio. Fue detrás de Lou. Pero antes de que continuaran su camino, Anne le quitó a Lou tanto el ramo como el libro.
Como lo había sido todo ese día, para ella fue igual de incómodo ver a Lou tan sonriente con Eden. Anne creyó que le llevaría mucho más tiempo entrar en confianza con ella, pero como siempre, Lou la terminó sorprendiendo. Conversaba con Eden como si la conociera de toda la vida, jugaba con ella como si se tratara de una de sus madres. Eso a Anne no le agradó mucho.
—¿Estás celosa de Eden? —preguntó Larissa. Para ella la actitud de Anne no pasaba desapercibida. El hecho que de estuviera tan callada no era normal.
—No, claro que no.
Larissa sonrió al descubrir que Anne estaba jugando con la tela de su pantalón. Eso solo podía ser porque estaba nerviosa o estaba mintiendo. La rodeó por los hombros y le dio un beso en la sien, sin dejar de ver a Lou, que empujaba a Eden en el columpio.
—Sí, si lo estás.
—No.
—No eres buena para mentir, Anne. Al menos no a mí.
—A veces es molesto que me conozcas tan bien —reprochó, alzando la vista hacia ella. Frunció el ceño al verla sonreír—. ¿Qué es lo divertido?
—Nada, se me hace muy tierno ver que amas tanto a nuestra hija como para sentir celos de quien se le acerque.
—Claro que la amo. Lou es mi vida. Y por eso no voy a dejar que nadie la aparte de mi lado —dijo con firmeza, viendona Eden otra vez. Ahora se estaba deslizando a través del tobogán, con Lou en sus piernas.
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𝒟ℯ𝒿𝒶𝓂ℯ 𝒸𝓊𝒾𝒹𝒶𝓇 𝒹ℯ 𝓉𝒾 / ℒ𝒶𝓇𝒾𝓈𝓈𝒶 𝒲ℯℯ𝓂𝓈 [𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐈𝐈]
FanfictionAnne está deprimida y Larissa no sabe muy bien qué hacer. Y empiezan a creer que al final, el amor no lo puede todo. -⋆✦⋆- Hasta ahora, la vida de Anne y Larissa como esposas había ido bien, pero las cosas empiezan a complicarse cuando se dan cuent...