𝒟ℯ𝒿𝒶𝓂ℯ 𝒸𝓊𝒾𝒹𝒶𝓇 𝒹ℯ 𝓉𝒾 / ℒ𝒶𝓇𝒾𝓈𝓈𝒶 𝒲ℯℯ𝓂𝓈 [𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐈𝐈]

22

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 22

—¿Larissa? —Anne la buscó en su lado de la cama y se incorporó al no sentirla. Encendió la luz de la mesita para levantarse. Cuando se acercó a la cuna, se dio cuenta de que Claire no estaba ahí—. ¿Larissa? —la llamó una vez más, abriendo la puerta del baño. Estaba vacío.

Anne tomó su bata, salió con prisa rumbo a la habitación de Lou. Sospechaba que Claire estaría con Larissa, pero lo que en realidad le preocupaba era que le hubiera ocurrido algo a la bebé y que Larissa no le avisara. El miedo aumentó en ella al descubrir que ni siquiera Lou estaba en su cama.

—¿Mi amor? —gritó mientras bajaba la escalera. Que las luces de la sala estuvieran encendidas era una buena señal.

—En la cocina —respondió Larissa. Anne pudo respirar con tranquilidad otra vez.

—¿Qué es lo que hacen? —cuestionó, llegando con ellas. Lou estaba sentada en la barra, comiendo una galleta, con un biberón de leche tibia. Larissa cargaba a Claire en el portabebés mientras se preparaba un té—. Son las cuatro de la madrugada, Larissa. ¿Por qué están despiertas y comiendo?

—Tuve una pesadilla, mami —le dijo Lou. Anne se conmovió al verle los ojos aún húmedos.

—Mi florecita —se acercó para abrazarla—. ¿Pero ya estás bien?

—Sí —asintió, mostrándole un sonrisa. Anne le di un beso en la frente antes de mirar a Larissa.

—¿Cómo es que no me di cuenta? —preguntó con el ceño fruncido—. ¿Qué fue lo que sucedió?

—Yo ya estaba despierta cuando Claire empezó a llorar, le di el pecho y después ella quiso ir a ver a su hermanita, ¿cierto, Claire? —la miró, le dio un beso en la cabecita. Anne sonrió enternecida ante la escena—. Fue entonces cuando Lou despertó.

—¿Otra vez no podías dormir? —quiso saber Anne mientras caminaba hacia ella.

—Algo así.

—¿Algo así? —le soltó el nudo del portabebés a Larissa para sacar a Claire. La bebé se pegó a su pecho, frotándose los ojos. Anne la arrulló.

—Necesito hablar contigo —dijo Larissa, llamando la atención de Anne otra vez—. Hay algo que quiero que sepas.

—¿Es malo?

—No. No lo sé. Por eso tenemos que conversar.

—De acuerdo —dijo, no muy convencida de estarlo realmente. Se estaba preocupando. Larissa se veía extrañamente seria. Con ella nunca lo era, así que eso le hizo suponer a Anne que el asunto era delicado.

—Muy bien, Lou, es hora de regresar a la cama —Larissa la alzó de la barra para acomodarla en sus hombros. Ella rio, se inclinó para darle un beso en la mejilla a su madre.

Anne sostuvo a Claire en un solo brazo para poder tomar la mano de Larissa, pero ella no le dio chance de que lo hiciera. Caminó con prisa hacia la escalera mientras Anne se quedó atrás, viéndola subir la escalera. Hacía días que la notaba extraña, excesivamente pensativa, ausente y con insomnio.

Sabía que eso le sucedía a Larissa cuando algo le preocupaba. Sin embargo, no había querido presionarla a que le dijera, sino que creyó que lo mejor sería dejar que ella misma lo hiciera. Y ahora se estaba arrepintiendo de eso. Debió preguntarle desde la primera noche que despertó en medio de la madrugada y la encontró sentada en el escritorio.

Para cuando llegó a la habitación, Larissa ya estaba ahí, de pie frente al armario. Anne la miró con curiosidad. Sin decir nada se quitó la bata, se acomodó de nuevo en la cama, apoyada en el respaldo. Observó a Larissa un segundo más. El asunto de Nina ya era parte del pasado, así que no consideraba que el comportamiento de Larissa estuviera relacionado a eso.