Capitulo 40 Dolorosos recuerdos

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Inko Midoriya e Hisashi Midoriya, desde que tenía memoria, no podía recordar más que golpes, maltratos y más golpes, cada día era como estar en un infierno, poco podía hacer para salir de esa situación, después de todo no sabía en dónde era que se encontraba.

Aquella era una curiosa situación especial, pues siempre veía a un chico como de 5 años mayor que ella, así que le iba a ver, simplemente era para consolarle, pues odiaba ver a las personas llorar, y eso que ella se encontraba en peor estado.

Y así había sido desde entonces, todos los días sin falta iban a verse a escondidas, pensando en cómo iban a salir de aquel oscuro y recóndito lugar.

Hasta que un día, el chico amable, según ella le había dejado de visitar, al principio había creído que no podía salir, o que ya no quería estar con ella. Ese simple pensamiento hizo que le doliera el pecho.

Luego llegó lo peor, ya había perdido todo contacto con el chico de cabello celeste, al cual nunca le había preguntado su nombre, hasta que de un momento a otro, se entera de la verdadera razón por la cual ya no iba a verla.

Al chico le habían borrado sus recuerdos reales y le habían quitado todo sentimiento que hubiese nacido de aquella amistad.

Con el pasar del tiempo, ella perdía la esperanza de poder salir de ese lugar, así que para sorpresa de todos, ella se había suicidado, dejando unas dulces palabras en el aire, que sabía perfectamente que jamás iba a escuchar su adorado chico.

El nombre de aquella dulce niña, que había sido cruelmente contaminada, era Asuna Midoriya, de la cuál nunca se supo nada.

En la actualidad

Shigaraki estaba teniendo una crisis sobre lo que había sucedido en aquel lugar, pues no sabía si solo era un juego tonto de su mente al estar solo en ese lugar.

Por su parte, AFO estaba esperando la llegada de Yagui para aquel encuentro predestinado entre ambos, sin saber que habrían espectadores de aquella batalla.

AFO sabía la debilidad del chico, eran esas personas que habían hecho de su vida un infinito infierno, esa era la razón por la que se encontraban ahí.

Si eso no servía para torturarle, entonces le mostraría los restos de su hermana, de la cuál no se sabía absolutamente nada, sin saber que ese sería el error más grande que derribarían todos sus planes.

Izuku se encontraba corriendo a toda velocidad a aquel encuentro, sin esperarse que, además de encontrar a su padre biológico, también estaría su progenitora.

Inko Midoriya se encontraba en un edificio, era el más destruido de toda la zona, no había hecho nada para esconderse, imaginando que sería un golpe bajo el verla en ese momento y lugar simplemente.

Ella se encontraba relajada, pues no hacía mucho había asesinado a una persona que pasaba por ahí.

Izuku ya iba a saltar hacia otro edificio, si no hubiera visto el líquido espeso de lo que sabía que era sangre, se detuvo para investigar, cuando vió el cuerpo mutilado y sin vida de aquella persona, ahora desfigurada, no pudo evitar pensar en que no había llegado a tiempo.

Ya sabía de quién había sido víctima. Solo restaba capturarla.

AFO esperaba ahora impaciente en ése lugar, ya quería ver la cara del noveno al saber de la existencia de su tercer hermana, todo lo que sufrió, y que ahora estaba muerta.

Y sus compañeros/amigos no sabían que esperar al ir a evacuar a los civiles, y después reunirse con su amigo peliverde, pero jamás se esperaban semejante batalla.

Espero y les guste ésta parte de la historia, después de todo ya se viene acercando el final de esta historia.

Izuku. TraumasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora