Izuku. Traumas

Capitulo 41 Una batalla consigo mismo

Izuku sabía perfectamente que jamás iba a poder olvidar lo que había sufrido desde que tenía memoria, también sabía que no iba a poder recuperar jamás los años perdidos, que siempre recordaría todo eso, pero será el significado de que es fuerte, y que no se dejó vencer por aquel doloroso trauma.

En ésos momentos se encontraba cara a cara con Inko, ella por su parte de estaba exasperando, pues era de las personas con poca paciencia.

La batalla había comenzado, con Izuku saltando para esquivar un escombro que había salido disparado hacia él, el pecoso simplemente se mantuvo esquivando cada pedazo de concreto que se encontraba volando por el aire.

El peliverde estaba esperando el momento indicado para atacar, Inko por su parte quería deshacerse de toda la frustración que tenía en su interior, al darse cuenta de que su "hijo" ya no le temía como antes.

Izuku estaba a la par de la mujer, quien con la poca paciencia que le quedaba decidió dar un último ataque, ya que conllevaría acabar con su propia vida.

La mayor iba a utilizar un ataque, pero no lo realizó pues estaba totalmente paralizada, su hijo en un estado de alerta había activado por error la peculiaridad de su progenitora.

Izuku se encontraba con un fuerte dolor de cabeza para él comenzado de repente, hasta voltear a ver a su contrincante quien aún no había hecho su movimiento.

Completamente extrañado por lo que veía, pues la verdad era que no se lo creía, era ver a la peliverde mayor elevada con telequinesis, aparentemente inmovilizada.

Se movió frenéticamente buscando al responsable de semejante suceso, para que al poco tiempo se diera cuenta de que el verdadero responsable era él mismo.

Sin más había atado de manos y pies a su progenitora, quien no opuso resistencia, pues había sido dejada en estado de inconsciencia por un golpe mal puesto al momento de bajar.

La había dejado recostada, temblando separó sus manos de aquella persona cubierta con la sangre de su víctima.

Había algo que le decía que no la dejara con vida, que era preferible que estuviera muerta solo que bien sabía que no podía, después de todo era su deber el proteger y salvar a las demás personas.

Sin más preámbulo la dejó en ese lugar, dando aviso de su captura a Endevor, quien no dudó en ir al lugar, en donde solamente estaba aquella villana atada en medio de un callejón sin salida.

Extrañado el recién llegado, tomó a la mujer en brazos y se dirigió a la estación de policía solo para procesarla y meterla a prisión, no era merecedora de quedar libre.

Cómo acto de prevención, le habían puesto unos brazaletes para suprimir su quirk, no podían simplemente quedarse y arriesgarse a ver si la villana les atacaba en algún momento.
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AFO estaba cada vez más impaciente que nada, después de todo quería ver destrozado al noveno portador del OFA, y que ése poder ya no se interpusiera en su camino.

Y Shigaraki, pro su parte, ya no sabía que pensar de su actual situación.