Capítulo 12: Tenemos un problema

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Los chicos me obviaron lo que me pareció alrededor de diez minutos. Mi teléfono comenzó a parpadear como loco. Tenía tres mensajes de Isa y una llamada perdida de mi jefe. Y es que me había olvidado por completo de a dónde tenía que ir o qué tenía que hacer. Sería siempre así cuando se tratara de él. Tecleé un: voy en camino a mi amiga. La reunión particular de los tres muchachos terminó finalmente.

—Lena, disculpa pero teníamos que halarle las orejas a este idiota-dijo Moni señalando a Suga, este le dedicó una mirada asesina antes de cruzarse de brazos como un niño pequeño. Se veía tan adorable.

—La verdad ya lo veía venir—dijo Jin ocultando esa hermosa sonrisa que lo caracterizaba—Pero ahora supongo que tendremos que cubrir todo esto ¿Vamos, preciosa?

Asentí no sin antes dedicarle una mirada al chico del pelo gris. Era indudable de que aquellos habían trazado un plan mientras yo me dejaba atormentar por el teléfono. Moni me besó en la mejilla antes de despedirnos. Estuve tentada de decirle algo a Yoongi pero por lo visto volvía a estar en modo repelente.

—Supongo que nos veremos después. Cuídense de regreso a casa. Vamos Jin.

De camino al auto del mayor comencé analizar los últimos minutos. En serio había admitido que me gustaba y no solo eso. Por cómo había sonado ni yo misma me creía todo lo que sentía por él y para colmo era tan idiota que se lo decía. En qué estabas pensando Lena, es un chico, tiene ego como todos los demás y tú acabas de ponérselo por las estrellas. Idiota.

—¿Debo preguntar por qué tanta rabia?

Oh, me había olvidado de Jinie. Agité una mano para restarle importancia a mi comentario. Al parecer volvía a pensar en voz alta.

—Llevo dos horas de retraso. A estas alturas mi jefe querrá mi cabeza.

—Buen intento, pequeña, pero sabes a lo que me refiero ¿Qué hay entre nuestro Suga y tú?

Y el pelinegro sí que podía ser directo. Eso dolió. ¿Que hay entre él y yo? Buena pregunta a decir verdad. Ni idea de una respuesta.

—Es complicado—suspiré resignada mientras me abrochaba el cinturón. Jin puso el coche en marcha antes de volver a dedicarme una mirada cargada de dudas. Genial, era peor de lo que parece.

—Vale... ¿Recuerdas la noche de películas?

—Eso fue el viernes.

—Bueno pues... de alguna manera todo empezó a complicarse ahí...

—¿Por eso huiste el sábado en la mañana? Lo siento. No debí hacerlo, pero acabé agobiando a Moni con el tema.

—Sí, él me ayudó y ahora está en medio de este desastre.

—Estamos en medio, nena. No olvides que ahora yo también debo ayudar a tapar lo de ustedes ante la prensa y con Kookie.

La mención del castaño logró pintarme una arruga en el entrecejo. Resoplé fastidiada. Es mucho peor de lo que suena. No sé qué somos el peli gris y yo. Mi mejor amigo tiene sentimientos que yo no comparto y está en medio de todo y para sumarle más hierro al asunto somos la búsqueda número uno en Naver. Es muy probable que las fans quieran matarme ahora mismo.

—Hey, no es para tanto. Le encontraremos una solución en tanto ustedes deciden que hacer.

—Pero...

—Pero nada Lenie, de una forma u otra has entrado en esta familia, así que tendrás que aguantarnos durante todo el proceso. Al final de la historia es la vida de uno de mis mejores amigos y la de una chica que aprecio mucho la que está en juego. No dejes que lo demás te afecte ¿Vale?

Definitivamente yo habría salvado un país entero en otra vida para merecer tanto apoyo y comprensión por parte de esos chicos. Le apreté la mano a Jin sobre el volante a modo de agradecimiento. El pelinegro me devolvió el gesto con una gran sonrisa. Al menos no estaba sola en el lío en que me había metido.

***

Una insufrible hora en la que tuve que contestar decenas de preguntas incómodas. Cómo habían armado una conferencia de prensa sobre la misteriosa chica de la parada (Así es como la prensa la llamaba ahora) en menos de nada.

Increíble, y lo peor es que no podía negarme y darles esquinazo como realmente quería hacer. Moni había controlado la situación como buen líder que era, pero quien estaba en el centro del problema era yo. No revelé su nombre y mucho menos acepté si salíamos o no.

A decir verdad no tenía idea de qué diablos éramos. Nos habíamos besado en tres ocasiones, tres buenas ocasiones, habíamos admitido a regañadientes que nos gustábamos pero y qué más.

No era mi novia, no se lo había pedido, no era mi amiga, apenas sabía su nombre y que le gustaba el café tanto o más que a mí, entonces por qué me sentía tan raro y confuso al tocar el tema. Maldita mocosa de ojos azules.

—No quiero romper tu burbuja, bro, pero estás consiente de que tendremos que hablar con el resto de los chicos también.

Abrí los ojos como platos. Definitivamente Moni podía ser el dios de la destrucción cuando quería, la destrucción emocional mía. Farfullé por lo bajo una colección de maldiciones mientras entrabamos a la casa. No dimos ni un paso más allá de la puerta y los chicos ya esperaban cerrando filas frente a mí. Puse los ojos en blanco.

—Me vale un cuerno lo que quieran preguntarme. No diré ni una palabra.

—Eso no es justo hyung, somos una familia y como familia es responsabilidad de todos ayudar y saber de los demás ¿Qué diremos cuando nos pregunten por tu affair?

Si las miradas mataran Jimin estaría diez pies bajo tierra. Familia, gran golpe bajo para hacerse el cotilla.

—ChimChim tiene razón. Nos comerán vivos en el próximo Fanmeeting—apostilló Tae pasándose la mano por su rubio pelo.

—¿Y tú no vas a decirme nada? —arremetí contra Hobi que me miraba con sus grandes ojos castaños. Como siempre mi mal humor no le afectaba. Se encogió de hombros antes de unirse a Rapmon y a mí.

—Es tu vida bro, no voy a meterme de más. Solo quiero que sepas que si necesitas algo, lo que sea, yo también puedo estar ahí para ayudar.

Por poco le devuelvo la sonrisa. Por poco porque en ese momento Kookie apareció en el umbral de la cocina. Una piedra cayó en mi estómago cuando el castaño se acercó a mí con una lata de soda en las manos.

—Enhorabuena hyung, por tu chica.


•INCO13PLETE •© MYG#1BSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora