Mis manos lo buscan inconscientemente. Frunzo el ceño y al final descubro que estoy sola. Bueno, qué esperaba, en realidad había sido demasiado contando cómo le había lastimado.
Aun así me sentía enojada por haberse ido sin una despedida. Estúpido narcisista con cara de ángel. Me levanté a regañadientes y tomé una ducha. Por qué no podía sacármelo de la cabeza. Es como si desde esa sesión de fotos mi cerebro se hubiera grabado su rostro a fuego y ahora fuera imposible cancelarlo.
Nos habíamos besado. Era lo único que recordaba de la noche anterior. El resto seguía nebuloso y ahora me preguntaba por qué. No era posible querer a dos personas al mismo tiempo y sin embargo yo comenzaba a desarrollar sentimientos encontrados por ese tonto piel de porcelana. Mordí mi labio inferior.
Qué pasaría si fuera a verlo. La verdad es que cada vez que lo tenía enfrente era como si todos mis demonios internos se conflagraran. Me gustaba herirlo solo para ver cuánto podía aguantar. Sé que estaba mal y si fuera Martin me habría devuelto el puntapié, justo como todos los hombres de mi vida, pero he ahí la diferencia.
No importaba cuanto le pateara, él seguía volviendo a mí como si con mi desprecio le estuviera haciendo un favor y eso solo me enganchaba más a esta especie de fascinación que comenzaba a cambiar de nombre. No voy a negar que me atraía físicamente.
Me encantaban sus labios carnosos por no hablar de la sonrisa que le adornaba la cara la mayoría del tiempo. Quizás solo le tenía envidia por ser más feliz que yo y por eso trataba de arruinarlo, o solo era mi mecanismo de defensa contra la bondad que destilaba cada uno de sus gestos.
Jodidos pensamientos. Necesito verlo de nuevo, cara a cara y gritarle para sentirme mejor. Sí, eso es lo que haré. Marco su número y solo se repite su voz mandándome al buzón. Maldita sea.
Muerdo mis uñas con frustración y tomo una decisión que acabará enterrando mi ego ¿Tan necesitada estoy? Niego con la cabeza pero ya estoy llamando un taxi para ir a su casa. Sé su dirección desde que cubrí esos trabajos para Big Hit y se podría decir que estoy utilizando mi oficio para un bien personal, más bien un capricho, pero qué más da.
Unos treinta minutos después estoy de pie frente a la puerta de una espaciosa residencia. Es obvio que está equipada con todo lo que el estrellato conlleva y sin embargo parece la casa de cualquier otra familia. Otra cosa que él ha tenido y yo ni siquiera me acerco.
A quién quiero engañar, fue una pésima idea venir hasta aquí, voy a dar media vuelta cuando la puerta se abre dejando ver a dos chicos que parecen tener mucha prisa.
Enseguida reconozco al más alto, el líder del grupo y el del cabello púrpura no puede ser otro que Jin. Ambos me escanean con la mirada y tragándome el nudo de nervios que me llena la garganta decido hablar.
—Eh…esto… ¿Jimin está en la casa?
El del pelo púrpura me observa casi con curiosidad. Por qué siento que no le agrado. El silencio se prolonga hasta que Rap Monster decide cortar con su voz.
—Acaba de salir hacia la empresa. Lo siento, pero se nos hace tarde ¿Jin?
El peli púrpura asiente sin dejar de mirarme. Bueno ha sido más de lo que esperaba. Camino solo dos cuadras antes de pedir otro taxi. Ahora ya no sé qué pensar.
El viaje no dura lo suficiente para agobiarme y cuando llego a la empresa caigo en la cuenta que la dirección no me ha ayudado en nada ¿Cómo demonios podré encontrarlo aquí? Camino con los brazos cruzados y tomo el ascensor.
Estoy tratando de mentalizarme en lo que él haría después de lo de ayer…Después de ese maldito beso del que solo conservo retazos. El tintinear de las puertas me dice que se acabó el trayecto hasta el piso en que por lo general practica el grupo.
He concluido que en su lugar me habría refugiado en lo que se me da mejor y en este caso son dos cosas: Bailar o cantar. La música que llega desde el final del pasillo confirma mi teoría. No tengo que ser muy prolija para identificar su dulce voz. Sin embargo cuando llego al umbral de esa puerta la escena me roba el aliento.
Las paredes llenas de espejos reflejan todos los ángulos posibles de él mientras su cuerpo gira y cuenta la misma historia que su voz proclama en la canción. Es un espectáculo hermoso y a la vez excitante.
Mirar como el sudor empapa su cabello ahora más color acero y la sudadera azul a rayas que trae me hace desear tocarlo. La canción alcanza otra cumbre y la palabra “mentira” retumba en la estancia. La coreografía ha terminado y él está de rodillas sobre el tabloncillo como un alma herida y desamparada.
Quiero traspasar el umbral y abrazarlo, ser capaz de abrigarlo aunque sea solo una actuación…pero no puedo. Estoy anclada al suelo de madera y no es hasta que él se levanta y encuentra mi reflejo en el espejo que mi respiración termina por extinguirse.
Jimin se gira para verme de frente y no al espejo. Sus carnosos labios se entreabren con el indicio de una pregunta y hasta ahora no había percibido que por mi rostro se deslizaban las lágrimas.
—¿April? —dice él con la voz entrecortada. Yo no sé qué es lo que se remueve dentro de mí pero termino corriendo en su dirección para que me atrape entre sus brazos.
Lloro sin consuelo mientras me escondo en el hueco de su cuello. El me mece como se haría con un ser desamparado y en serio eso soy. Un ser miserable que ha lastimado a un ángel y por eso no tengo perdón.
Los dedos largos llenos de anillos me secan las lágrimas y me encuentro mirando muy de cerca sus ojos. Una sonrisa triste aparece en su hermoso rostro antes de casi murmurar.
—¿Por qué has venido?
La pregunta me descoloca completamente. No sé, pero necesitaba esto. Te necesito demasiado y hasta ahora lo sé. Sorbo por la nariz y me apoyo en su frente. Lo escucho suspirar y su aliento golpea mis mejillas.
Quítame todo este veneno con un beso. Es lo que pienso y por lo visto he estado mirándole la boca por mucho tiempo. Jimin me acaricia las mejillas antes de juntar nuestros labios.
Es un roce leve pero lo suficientemente poderoso para hacerme perder el control y pegarme más a su cuerpo. Nuestros labios se mueven unos sobre otros en un perezoso ritmo que me acelera el corazón.
—April…
Mi nombre queda suspendido entre nuestras bocas antes de volvernos a besar. La inocencia ha cedido el lugar a la pasión y me aferro a sus brazos cuando me muerde el labio inferior.
Le ofrezco mi boca sin reservas y creo que puedo morir cuando su lengua me acaricia en toda su extensión. Mis manos terminan enredadas en su sedoso cabello y no tengo conciencia de lo que ha pasado cuando nos volvemos a mirar.
No había ni una pisca de alcohol en mi sistema y yo estaba más ebria que nunca, ebria de su perfume mezclado con el sudor y mis endemoniados deseos. Sabía que lo que estaba a punto de decir sería la mayor de las tonterías que había cometido en mi vida, pero ya no podía más.
—Ayúdame a cambiar…ayúdame a sacar todo este dolor de mi alma…por favor.
Presencié el momento justo en que sus ojos se iluminaron. No había tristeza en la sonrisa que ahora exhibía e increíblemente terminé sonriendo también.
—Siempre estaré a tu lado, siempre.
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•INCO13PLETE •© MYG#1BS
FanficYoongi, Namjoon, Jin, Jimin, Taehyung, Hoseok y Jungkook son amigos desde que tienen memoria al punto de compartir la misma casa y apoyarse en las horas más oscuras, pero todo comienza a cambiar una vez que Jungkook les presenta a su nueva amiga y c...