Capítulo 43: Mi ángel tiene cicatrices

35 9 2
                                    

7/7- Maratón

🐱

Busco a Rapmon y al resto de los chicos, es casi media noche ¿Dónde se habrá metido Kook? La escena de él en el suelo llorando de rabia y dolor no sale de mi cabeza. Comprendo su frustración perfectamente, estoy pasando por una situación similar con la única diferencia que a mí sí me va el masoquismo.

Alcanzo la salida de emergencias, la camioneta está aparcada allí y dos parejas intercambian comentarios. La iluminación no me deja reconocerlos hasta que he llegado casi al coche. Es Moni con una deslumbrante morena que creo que también conoce a Lena. Taehyung va de la mano de la eufórica Mei Lin y no puedo evitar una sonrisa. Así que ese era su misterio en el WhatsApp.

—¿Alguna noticia de Kookie?

Los cuatro niegan y yo muerdo mi labio inferior. Esto se pone cada vez peor. Hoseok y Jin llegan a mi espalda. No sé en que andaban esos dos, pero por lo visto Suga se nos ha adelantado y se ha llevado a la pobre Lena.

—Creo que lo mejor será…

Rapmon es interrumpido por su teléfono. Todos respiramos la misma tensión. Sin dudas ha llegado un mensaje de Kookie. El rostro del líder emana paciencia como siempre, pero el temblor en sus dedos lo traiciona.

—Dice que está bien y que pasará la noche en la casa de un amigo.

—¿Qué amigo es ese? —pregunta Jin francamente cabreado.

Todos concordamos. El líder se encoge de hombros y es entonces que descubro las ojeras que la oscuridad ocultaba. Seguro que el resto de las caras van más o menos igual.

—No puedo hacer más nada si no se deja ayudar. Me siento como la mierda por lo de esta noche, así que voy a seguir el consejo de Suga. Mañana con la cabeza fría intentaremos hacer razonar a ese tonto.

Es todo, sea lo que sea que Jin iba a decir después de eso se lo calla. El resto de los asistentes apoyamos la moción con un gesto de cabeza. Cada uno va entrando en la camioneta. Las parejas ocupan el asiento de atrás y yo voy a ser el último en entrar cuando mi teléfono vibra en el bolsillo de mis vaqueros. ¿April?

—¡Jimin! ¿A qué esperas?

Es Hobi asomado a la ventana. Miro la puerta de la camioneta y el cartel que dice llamada entrante de April en mi teléfono. Debo estar realmente enfermo para hacer esto.

—Adelántense ustedes, tengo que resolver un pequeño problema.

Creo que Hobi va a decir algo pero no lo hace, así que me encojo de hombros cuando el furgón comienza a irse. Respiro profundo y abro el mensaje de voz que me ha dejado April.

—No sé qué estoy haciendo, el hecho es que estoy sola y solo pienso en ti. Por favor no me falles tú también, aun cuando no lo pida, te necesito, odio la soledad…

Le doy repetir hasta que descubro que lo he hecho unas diez veces.

«Te necesito», resuena en mi cabeza y me maldigo a mí mismo cuando pido un taxi. A esta hora es un milagro haberlo encontrado. El departamento que también sirve de estudio privado de April queda un poco lejos.

Aun así consigo llegar a la recepción de su edificio veinte minutos después. Ya estuve aquí al menos dos veces, con la excusa de hacerme una sesión privada para colgarla en la página del A.R.M.Y y la segunda porque no aguantaba más las ganas de verla. Aún recuerdo como se cortó la mano con una traicionera botella de Ginebra.

Negó que estaba bebiendo, pero su rostro demacrado me decía otra cosa. Sé qué está jugando conmigo, su corazón le pertenece a otro que ni siquiera la valora, quizás por eso se desquita conmigo. Pero qué puedo hacer, solo basta una simple llamada y yo corro como un cachorro detrás de ella. Tomo el ascensor, es el último piso, el del penhouse. Los timbres se demoran hasta que finalmente abre la puerta.

•INCO13PLETE •© MYG#1BSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora