Yoongi, Namjoon, Jin, Jimin, Taehyung, Hoseok y Jungkook son amigos desde que tienen memoria al punto de compartir la misma casa y apoyarse en las horas más oscuras, pero todo comienza a cambiar una vez que Jungkook les presenta a su nueva amiga y c...
No me gusta la idea, creo que a Rapmon tampoco pero la mirada ceñuda de Jin no nos deja de otra. Solo espero que salga bien y que no termine en un auténtico desastre.
—Está bien, lo haré.
—No es que tuvieras muchas opciones Yoong’s.
—Gracias por tu apoyo Taehyung.
—No empiecen. Kookie nos necesita, y todos saben que esto afectaría al grupo tarde o temprano.
—Estoy con Hobi, secundo la moción.
—Algo muy usual en ti, Chimmie.
El aludido se encoje de hombros y el líder me dedica otra mirada. Dónde diablos se ha metido ese mocoso. Comienzo a preocuparme en serio cuando oímos su voz en el interfono.
Todas las miradas caen en Jin que se acerca a la encimera para apagar la luz. Jodida vida, soy un mar de nervios. Los chicos han visto demasiadas pelis de terror y estos son los nefastos resultados. Trago saliva y me quedo en medio de la sala, todos han ocupado posiciones hasta que la puerta principal se abre.
—Jin hyung, por qué está todo apagado—lo escucho luchar con el interruptor y suelto un taco.
—¿Hyung?
—Estoy aquí…—es casi un grito y mando a la mierda el plan.
Por qué rayos hay que estar a oscuras para pedir disculpas. Desbloqueo el puenteado interruptor y casi me electrocuto. Suelto otro taco pero la iluminación regresa.
No sé si los otros se han dado cuenta que mandé a volar la estrategia. Honestamente solo puedo concentrarme en lo que saldrá de mi boca ahora. Jungkook se amarra a la manija de la puerta.
Tengo miedo de que se vaya corriendo como tantas veces lo ha hecho en mis sueños. No sé cuándo pero echo a correr en su dirección y antes de que pueda escapar lo abrazo. Es tan raro que no me sorprende que no me lo devuelva. Es ahora o nunca.
—Lo siento, Kook, lo siento tanto que estoy seguro que nada será suficiente. Te he lastimado sin piedad por puro egoísmo. Eres mi hermano, mi hermanito pequeño y te he apuntado directo al corazón. No te merezco, como no merezco a los otros ni el cariño de ella, pero solo por egoísmo me atreví a verte como el enemigo. Joder, me duele la distancia, no podría seguir si tú tampoco los haces, pero aun así lo entiendo. Solo espero que seas mejor que este tonto y algún día puedas perdonarme.
—Hyung…—lo escucho a la altura de mi oído, es más alto y yo debo verme ridículo.
Creo que tengo ganas de llorar. Aún no ha dicho que me perdona, pero esto es más que suficiente. Voy a decirle de los otros pero pronto soy rodeado por los brazos de Jimin.
—Aww…chicos son tan dulces…
El abrazo se hace grupal y tengo serios problemas para respirar cuando nos soltamos. Por qué todo el mundo se aguanta las lágrimas. Qué idiotas somos. Kookie me mira y yo intento una sonrisa.
—Pensé que te perdería hyung, pensé que los perdería a todos…
Ese “todos” ha caído sobre Rapmon y en medio del círculo que hemos formado apilamos el álbum de fotos que se trajo Jin. Está lleno de recuerdos. Desde los más agradables, insólitos hasta mi horrenda apendicitis.
Tae saca otra instantánea para llenar una esquina. Estoy al lado de Jungkook, entre Jimin y Hobi. Moni y Jin sentados detrás y Tae acostado entre todos. No importa cuánto, no importa qué, cada pieza puede encajar en su puzzle con su perfecta imperfección.
El mundo se voltea y se vuele a enderezar. Nosotros cambiamos y seguimos adelante. El seguro de la polaroid se dispara. Pienso en mi familia y en la chica de los ojos azules, sonrío desde mi corazón.
Nunca he estado solo, soy otra parte del cometa. Lleno de orgullosas cicatrices para armar constelaciones.
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