Ella tenía la sonrisa más grande que había visto en el mundo. Diseñada para volverme un completo idiota que no sabe que decir o hacer sino babear un poco más. Vamos, Min es solo una chica, deja de sobreactuar.
Me ordené a regañadientes. La entrada del centro comercial estaba relativamente despejada para ser un lunes en la tarde. Rapmon dijo que lo esperáramos cerca de la tienda de Adidas pero mi gran bocota la había invitado a un café con tal de aprovechar hasta el más mínimo segundo en su presencia.
—¿Por qué no te pusiste la gorra en la parada?
Había olvidado que la mocosa no puede estar callada más de cinco minutos. Me calé aún más la gorra restándole importancia a su tono reprobatorio. Es cierto que nos habría ahorrado un gran problema. Pero qué quería que hiciera, no esperaba casi atropellar a alguien y menos a ella, aunque extrañamente la casualidad me había traído justo a su lado.
—Hay un café más adelante.
Ella torció el gesto como si le disgustara que no le hubiera contestado a su pregunta inicial. Estoy seguro de que iba a soltarme una diatriba cuando la tomé de la mano nuevamente.
Había descubierto que ese gesto la sacaba de lugar, único momento en que se guardaba sus puntiagudos comentarios. Tiré de ella tratando de esconder una patética sonrisa. Solo caminábamos cogidos de la mano.
Por qué me sentía la persona más especial del planeta. Concéntrate idiota.
El café quedaba frente a la tienda que Moni me había sugerido, así que mientras esperábamos a que tomaran nuestra orden, aproveché para observar mejor a la chica de los profundos ojos azules.
Jugueteaba con sus delicados dedos mientras inspeccionaba cada palmo del lugar. Sus pestañas eran más largas de lo normal o eso creía yo. No parecía haberlas pintado y ya le daban ese aspecto de hechicera a su rostro. Qué diablos hago comparándola con una bruja. Aterriza de una vez, Yoon Gi.
—¿Tendremos que esperar mucho? Se supone que debería estar trabajando ya.
—¿Te molesta mi compañía?
—Contando el hecho de que me miras como si fuera una especie en peligro de extinción sin decir una mísera palabra, sí se puede decir que no va muy bien...
—Te recuerdo que gracias a ti estamos en esta situación—dije apretando los labios. Ella elevó una ceja como parecía ser su costumbre antes de protestar.
—No voy a decirlo nuevamente. Cada vez que estás a mi lado tengo que disculparme. Estoy harta de hacerlo.
—¿Y por qué te disculparías ahora, pequeña mocosa?
El color rojo que tomó su rostro ante el apodo me confirmó que estaba a punto de explotar. Me recliné más en el asiento para contemplar el espectáculo desde primera fila. Honestamente, me gustaba molestarla para variar.
—Quizás de haberte conocido... oh no espera, creo que tengo una lista... siento haberte confundido con Moni y luego quedarme con cara de idiota inventando una disculpa para volverte a ver y compensarte de alguna forma. Siento haberte encontrado en ese centro comercial del otro lado de lo que debía ser mi desayuno, siento que también te guste el café y por eso tenga que recordar tu cara cada vez que lo tomo en las mañanas, siento que seas un patán insensible al que no le importa nada al punto de ponerse en peligro y no valorar como los demás se preocupan, siento haber descubierto que tocas el piano y desde entonces sueño que compones algo para mí, siento haber probado tus malditos labios que saben a menta con chocolate ¿Qué haces para que sepan así?—no pude evitar sonreír ante ese comentario— y desear estar a tu lado cada día, siento que hayas entrado en mi cabeza para quedarte y no poder decirle a nadie porque ni yo misma sé cómo me siento al respecto y sobre todo siento que a pesar de todo, porque debo ser idiota, me sigas gustando tanto ¿Ahora estás contento?
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•INCO13PLETE •© MYG#1BS
Fiksi PenggemarYoongi, Namjoon, Jin, Jimin, Taehyung, Hoseok y Jungkook son amigos desde que tienen memoria al punto de compartir la misma casa y apoyarse en las horas más oscuras, pero todo comienza a cambiar una vez que Jungkook les presenta a su nueva amiga y c...