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Capítulo 37: Todos en mi contra

1/7- Maratón

🐱

Estoy nervioso. Desde que se terminó el ensayo general no paro de mirar la pantalla de mi celular y por lo visto no soy el único. Rapmon disimula con el programa, pero sé que tiene el móvil escondido bajo el bulto de papeles sobre el sofá. Jimin arruga la nariz como si le disgustara lo que sea que esté haciendo en la pantalla.

Taehyung sonríe como un idiota pero no deja de teclearle a sabrá Dios quién, hasta Hobi y Jin han caído en esta especie de enfermedad y no se separan del móvil. Luego estamos Kook y yo. Apuesto lo que sea a que espera un mensaje de la misma persona que yo.

—¡A maquillaje! Jimin y Taehyung primero. Luego Moni, Jin, y Hobi y…

Oh, no, por qué me toca con el maknae. Maldita sea mi suerte.

—Suga y Kookie para el final. Vamos, no hay tiempo que perder.

Noona casi saca físicamente al recién pelirrojo TaeTae y al platinado ChimChim. La mirada de Rapmon me alcanza y en ese justo momento la pantalla de mi celular parpadea.

«Ya estoy en primera. Traje algo más que nuestro amuleto de la buena suerte. Un beso.»

Sé que estoy sonriendo como un idiota por eso no me doy cuenta cuando Jin y Hobi son llevados también. Solo quedamos tres y tengo ganas de salir a darle un beso antes de que el muro del estrellato crezca entre nosotros.

Moni se levanta y me palmea la espalda de camino al improvisado camerino. Yo asiento y aprovecho para teclear un “Te extraño” a mi mocosa. La Noona vuelve aparecer y sin que me lo pida abandono el sofá. Miro a Kook de reojo antes de desaparecer entre la lluvia de noonas que maquillan, visten y acomodan a una velocidad colosal. Me va a doler mucho cuando la verdad salga a la superficie.

***

Ella ha venido también, pero qué podía esperar, seguro que está aquí por el otro y no por él.  A quién engaño, le tengo tanta envidia. Ella es todo lo que yo nunca voy a ser. Miro mi playera blanca con una foto del grupo estampada en medio y las letras BTS en rosa y púrpura.

En qué estaba pensando cuando le dije a mamá que me dejara intentar un diseño propio. Lena luce deslumbrante en esa sudadera de Kumamon, lleva una gorra rosa pastel a juego con los jeans que le llegan al tobillo. Las converse son rosado fucsia y la sudadera negra con el oso en medio. Tiene estilo y es obvio que será la reina de la primera fila.

Las otras dos chicas que la acompañan tampoco se quedan atrás. La única asiática del grupo (sí porque Lena solo tiene los ojos medio almendrados, por lo demás es la típica norteamericana) lleva el pelo trenzado en unos rastas y la camiseta de BTS en verde primavera dentro de un overol mezclilla que le llega hasta medio muslo.

Es muy bonita la verdad, pareciera una muñeca anime con esos ojos marrones tan grandes. La tercera chica debe ser modelo. Trae unos jeans deslavados rotos en la rodilla y una camisa a cuadros blancos y negros. Aun siendo delgada es curvilínea, por eso todos voltean a mirarla, sobre todo los chicos.

No podía ser peor. Lena y sus barbies ganarían en cualquier escenario y yo seré totalmente invisible una vez que se abra el telón. Quizás soñé demasiado alto por ti. Suspiro de frustración e intento salirme de la primera fila, pero he estado demasiado tiempo analizando a la competencia.

El sonido atronador de la música ocupa el espacio y el aullido de la multitud me deja sorda. Las luces llegan al escenario y aun siendo de tarde el contraste deja ver claramente las dos puertas que sirven de logo al grupo.