Capítulo 27: Esa enfermedad llamada amor

35 11 4
                                    

A veces me costaba asimilar que mi vida no era tan mía después de todo. Hitman tenía que llamarme justo en el momento que ella había entre abierto sus deliciosos y ruborizados labios.

Joder, con lo que me estaba costando no acorralarla contra la pared y demostrarle todo lo que me estaba haciendo sentir en ese momento. Bueno al menos había conseguido una cita sin que mis bolas salieran lastimadas.

Lena tenía razón, con Issabelle tenía que medir bien los pasos. Había sido inmune al truco del número de teléfono, pero por lo visto yo no le era nada indiferente.

Hice bien en escoger Armani, tendría que agradecerle a Jimin por la sugerencia, bueno eso lo haría después. Aún me faltaba enfrentar la salida de por la tarde. Mordí mi labio inferior. Cuánto tendría que esperar para hacerla mía.

La reunión para precisar los detalles del Fanmeeting duró hasta las dos de la tarde. Luego tendríamos la última práctica antes del evento, el próximo viernes. Sinceramente los chicos tampoco cabían de la expectación. Entré en el salón de práctica y solo estaba Suga.

Escribía frenéticamente en un cuaderno, así que decidí no molestarlo. Desde la semana pasada estaba más extraño de lo normal. Poco a poco los aprendices fueron llegando. Conversé con algunos hasta que Jin apareció con una toalla en la mano.

—¿Qué tal te fue en la reunión?—preguntó arrugando la nariz mientras chocábamos puños.

—Ya me dieron la fecha, este viernes en Myeongdong—contesté y el pelinegro asintió con una sonrisa.

—Entonces esta será la última práctica. Genial, ya no podía aguantar tanto estrés.

Siempre era así. Jin no era de los que se quejaban pero siempre que apuntaba algo iba con un setenta por ciento de razón. Hitman nos había presionado más de lo habitual con el álbum, y bueno yo también estaba de los nervios aunque me esforzara por no demostrarlo.

Los chicos terminaron de llegar y nos pusimos a trabajar. Para cuando terminé de ducharme eran las seis y media. Tenía que darme prisa si quería estar presentable para Issabelle.

—Hey Ho ¿Vas a utilizar la moto hoy? —le pregunté a J-Hope.

—Estoy medio muerto para conducir ¿Por qué, necesitas usarla? —cuestionó con una sonrisa pícara.

Nos conocíamos desde hace mucho así que a él no podía irle con ambages.

—Puede que tenga una cita con aquella morena de la que te hablé.

—La de las…—Hobi simula las curvas de una mujer con sus manos. Yo asiento con las mejillas calientes. El pelinegro lanza un chiflido antes de tirarme las llaves.

—Buena suerte entonces, bro.

Le palmeo el hombro y me dirijo al parking. Voy metido en mis pensamientos cuando choco con alguien casi al punto de hacerlo caer.

—¡Fíjate por donde vas! —ladra Suga en mi dirección, luego su expresión cambia cuando le tiendo la mano—Ah, eres tú.

—¿Qué estás haciendo?

El del pelo gris se retorció los dedos mientras buscaba una justificación a su comportamiento. Por fin soltó un largo suspiro y me tendió el cuaderno donde escribía en el salón.

Abrí los ojos como platos y empecé a reírme con ganas. ¿En serio todo eso por una chica? Este tonto estaba más grave de lo que creí. Le revolví el pelo como si fuera mi hermano pequeño, cuando en realidad él era uno de mis hyungs.

—Todo saldrá bien, no te estreses.

Él asintió lentamente recuperando el cuaderno. Aunque escribía sobre el amor en mis canciones, nunca había experimentado algo parecido por una chica. Quizás fuera cierto que aquella temible enfermedad llamada amor afectaba a todos por igual. Sacudí la cabeza, otro asunto me ocupaba y no podía perder un segundo más.

***

—¿Por qué estás tan nerviosa?

Lena me miraba fijamente. Sonreí a fin de quitarle importancia pero debió salirme una mueca. Mi amiga me tomó del brazo para que fuéramos hacia la trastienda.

—Dime su nombre y si está bueno.

Me llevé las manos a la cara y tenía las mejillas ardiendo. Esta chica era más perceptiva de lo que creía. Cerré un ojo y apreté los dientes.

—¿Kim Nam Joon?

—¿Qué? ¿Pero si a ti no te gustan los idols?

—Ya sé, pero…qué quieres que haga Lena. ¿Has visto lo alto que es?

—Sí, olvidé que te ponen los tíos altos. Pero…estás segura de lo que estás haciendo. Moni es un amor de persona, pero solo mira como estamos Yoongi y yo. No quisiera que ninguna de mis chicas pasara por lo mismo.

—Aww, amiga…No tienes que preocuparte. Hasta ahora lo único que quiero de él es un buen rollo de una noche.

Lena abrió la boca sorprendida por mi atrevimiento. Había pasado la mañana dándole vueltas a lo que había sucedido en la trastienda y mi conclusión había sido que en cuanto nos enrolláramos se me pasaría esta especie de fiebre que sentía por él.

—Iz, ten cuidado. No creo que te vayas a conformar con un rollo solamente. Te has pasado toda la mañana suspirando como una adolescente.

—Te digo que es solo atracción física. Ya te contaré después. Ahora vete antes de que el amiguito de tu ex aparezca.

—No es mi ex. Ni siquiera llegamos a salir oficialmente.

—Te compraré una tonelada de helado de pistache y tendremos esa noche de chicas este jueves. Te lo prometo.

Mi amiga y yo unimos los meñiques en soberana promesa.

•INCO13PLETE •© MYG#1BSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora