—No me debes nada, soy tu... amigo, nos vemos después.
—Vale—dijo ella y yo me hundí un poco más en la miseria.
No tenía caso, era como esa canción de Maroon 5 en la que la chica pisoteaba a Adam Levine una y otra vez y él seguía aguantando con una sonrisa en el rostro. Ni siquiera me queda la definición de idiota.
Me llevo el premio mayor. Es que aunque desee gritarle por dejarme plantado no consigo enfadarme con ella. Está extraña, de eso no tengo dudas. Desde la fiesta de Jiminie las cosas han comenzado a distorsionarse y sinceramente tengo miedo.
La he encontrado más distraída de lo normal, por no hablar que su desaparición el sábado no me convence mucho. Tengo que dejar de darle vueltas y tener más confianza en mí mismo. Es como dijo Suga, no todos tenemos las bolas para decirle a alguien lo que sentimos.
Guardo el teléfono en el bolsillo de atrás de mis vaqueros. Ya no me apetece comer nada. Lo cierto es que antes de ella evitaba el comedor. Solo fue ese día en que terminó arrojándome medio vaso de café sobre la sudadera que valió la pena cruzar por aquí para llegar al parque de la entrada, mi lugar favorito dentro de esta cárcel. Bueno, supongo que recordar los viejos tiempos no me haría mal. Me queda Economía Política en la tarde y luego tenemos práctica. Los Asian Music Awards están a la vuelta de la esquina.
Termino de recorrer los metros que me separan del aparcamiento. Cielos, Lenie, de veras te extraño. Dudo un poco pero al final acabo recuperando el teléfono y con él el WhatsApp. Tecleó un “Te extraño” y me quedo mirando la pantalla como un tonto. No, mejor lo borro antes de que me arrepienta. Ella aún no está lista para mis sentimientos y yo tampoco, honestamente.
Voy a borrarlo y debo estar super concentrado en la tarea para no darme cuenta de que otra persona camina en mi dirección. El choque consigue sacarme el teléfono de las manos y el de la chica también va a dar al suelo.
—Disculpa, soy un tonto que no mira adónde va ¿Estás bien? —la ayudo a ponerse en pie.
Su largo flequillo casi no me deja ver su rostro. Lo aparta con un movimiento de su cabeza hasta que sus ojos dan de golpe contra mí. Son muy verdes, como la misma yerba del parque y están abiertos de par en par.
Quiero preguntarle si está bien nuevamente solo para cerciorarme pero por la forma en que la chica se queda congelada no me atrevo. Hace mucho que nadie me miraba así. Me recuerda al inicio con los chicos. Algo de esos viejos nervios me atacan durante unos segundos antes de que pueda retomar el curso.
—Soy Jungkook, Jeon Jungkook—por qué me ha salido la voz más aguda de lo normal. Será porque es una chica guapa. Si Taehyung la viera se enamoraría de su cabello rubio rojizo.
—Sé quién eres, estás en Administración No.6 y cantas en BTS.
Su respuesta es casi inaudible. El flequillo le vuelve a cubrir la mitad del rostro. Tengo ganas de apartárselo para verle mejor. Qué estás pensando tonto. Me golpeó mentalmente. Le acabas de conocer y ni siquiera sabes su nombre.
¿Y cómo sabe ella que voy a esa clase? Parece que mi expresión me delata porque la chica mira el suelo y retuerce sus dedos antes de volver hablar.
—Yo también estoy en esa clase.
—Ah…
Es todo lo que digo antes de agacharme a por lo teléfonos de ambos. El de ella es color amarillo dorado. Lo limpio un poco con mi playera y parece que he activado algo porque enseguida la pantalla parpadea y sale mi cara. Joder, es una A.R.M.Y.
—Eh…esto, creo que…—la chica ha enrojecido drásticamente y yo debo estar igual. Sé que tenemos fans y que las chicas tienen preferencias pero nunca me había tropezado con el celular de una A.R.M.Y y mi cara en medio. Se lo tiendo mirando al piso.
—Bueno, yo ya me voy.
La chica casi corre para no tener que soportar mis posibles preguntas. Casi me dejo arrastrar por la misma marea de nervios hasta que no puedo más y corro detrás de ella.
—Hey…espera ¿Cómo te llamas?
La chica casi tropieza con su propio pie. Muerdo mi labio inferior para no dejar escapar una sonrisa por su torpeza. Sigue roja como un tomate y creo que me va a ignorar cuando se vuelve apartar el flequillo y puedo ver mejor sus hermosos ojos.
—Angela, soy Angela Smith.
***
Hobi terminó de violinista en el asiento del pasajero. No podía saltarme otra práctica o Rapmon me castraría con ayuda de Jin. Por qué eran tan responsables esos dos. Negué con la cabeza. Estaba francamente frustrado. Lena me devolvió el gesto apretando mis dedos. Le sonreí de medio lado.
—Y el amor lo pone baboso—canturreó Hobi desde el asiento trasero.
—Creí que eras invisible—contesté con sorna.
—El fantasma eres tú que no se te olvide.
Lena intentó disimular la risa con una falsa tos. Genial, dos contra uno. Por qué ella no me defendía ¿Qué no estábamos saliendo ya? Miré a la desconsiderada por el espejo retrovisor en espera de alguna señal.
—Ya sabes mi respuesta. A partir de ahora me declaro suiza. No apoyaré a nadie en sus peleas.
—Pero Lenie…
—Alto ahí, sé lo que intentas y no funcionará nuestra…bueno lo que sea que esto sea queda al margen de sus estupideces de kindergarten. Última vez que lo digo.
—Es la primera que lo dices—resoplo frustrado.
—Me traeré una cámara la próxima. Ustedes son más divertidos que los programas de variedades.
—Gracias por esa intervención Hobi—Lena fulminó al pelinegro por el espejo retrovisor. Esa daba más miedo que yo.
—Vaya. Hasta se pegan la amargura. Vuelvo a ser invisible.
El resto del viaje nadie dijo nada. Obligué a Lena a que me diera su dirección. No la dejaría tomar el autobús y correr el riesgo de que fuera atropellada antes de subir al bus. La muy inconsciente solía ponerse los auriculares y olvidarse del mundo. Además en secreto me moría por saber dónde vivía.
—Voy a tomar aire mientras se amelcochan ustedes dos. Diez minutos, bro o Moni nos mata.
Hoseok era muy comprensivo cuando quería. Lena y yo nos miramos cuando el pelinegro cerró la puerta. Aun no tenía idea de cómo funcionaba su cabeza. Seguíamos sin saber más allá de que nos gustábamos y de que Kookie sufriría mucho si se enteraba de lo que habíamos estado haciendo los últimos días. Ella fue la primera en hablar.
—Yoongi… ¿Qué estamos haciendo?
Lo dijo tan suave que cualquiera se lo hubiera imaginado. Sin embargo yo escuché perfectamente. No tengo ni idea, fue lo primero que me pasó por la cabeza, pero en lugar de decirlo terminé besándola.
—Solo quédate un poco más—murmuré sobre sus labios cuando nos separamos y vi las dudas en el fondo de ese mar azul.
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•INCO13PLETE •© MYG#1BS
FanfictionYoongi, Namjoon, Jin, Jimin, Taehyung, Hoseok y Jungkook son amigos desde que tienen memoria al punto de compartir la misma casa y apoyarse en las horas más oscuras, pero todo comienza a cambiar una vez que Jungkook les presenta a su nueva amiga y c...