DEBRAM
-¡Debram!
Mierda.
-¿A donde vas con tanto apuro? - preguntó la castaña tomándome del brazo.
-Solo quiero salir un momento.
-Te acompaño.
¡Joder no!
-No es necesario Ariana - con una forzada sonrisa la aparte de mi brazo - sigue atendiendo a mis invitados.
-Soy tu prometida Debram, no tu empleada así que vayamos juntos.
-Esta bien.
La noche continuo llena de sonrisas falsas y chistes rancios que solo a los viejos hacían reír a grandes carcajadas, mientras que a mi solo me tocó disimular hasta el momento en el que mis invitados más importantes se fueran del casino.
-Nick vayamos a casa.
-¿Y la señorita Ariana?
Es verdad, si no la dejaba sola quien sabe que era capaz de hacer.
¡Ah! Cada vez la soportaba menos, pero que podía hacer si tenia la protección de papá y la abuela.
-Ve a traerla y si se niega no le insistas, es mejor para mí - dicho eso ingrese al auto.
En cuestión de segundos Nick estaría de regreso junto a Ariana que mostraba una cara de disgusto.
-¿No podías ir a buscarme tú? - pregunto con enfado mientras ingresaba al auto.
-Agradece que me acorde de ti para que volvamos juntos a la mansión o después ibas a estar lloriqueandole a mi papá por teléfono - sonreí.
-Eres un idiota.
Reí fuertemente al recordar esas mismas palabras salir de la boca de aquella chica de vestido azul.
-Por esta vez lo dejaré pasar solo porque me hiciste recordar algo muy divertido - le guiñe un ojo.
-¿Se trata de otra mujer?
-Sí.
De una muy peculiar de hecho.
(...)
-¿Qué sabes de ella? - aunque trate no pude quitármela de la cabeza en todo lo que quedaba de la noche.
-¿De quien señor?
-De la pelirroja de vestido azul.
-Se llama Gema Campbell, tiene veintiún años, esta en la universidad y... - lo interrumpí.
-Y dijiste que no estabas de galán ayer - reí.
-No señor - negó con la cabeza.
-Tranquilo, estoy bromeando.
Nick solo sonrío por un par de segundos antes de seguir brindando me toda la información que sabia.
-Es actualmente la ex novia de Andrew Evans el chico rubio de malogro la reputación del Red diamond.
-¿Es es todo lo que sabes?
-Si señor, es todo hasta el momento.
Así que veintiún años, no es tan menor como pensé. El comportamiento tan rebelde que muestra me tiene inquieto y lo hace jodidamente atractivo.
Es la primera vez que una chica no moja las bragas con sólo verme, y mucho menos me contradice como ella. Usualmente las mujeres caen rendidas a mis pies con un chasquido, pero esa mujercita es diferente.
¡Mierda!
-Averigua exactamente cada detalle de su vida, quiero saberlo todo - ordene a la vez que me levantaba de mi silla giratoria - quiero saber que hará hoy y donde estará, creo que... le haré una pequeña visita - sonreí.
Nunca me he quedado con las ganas y la pelirroja no será una excepción. Será rebelde, pero nadie dice que no pueda amansarla.
Salí de mi despacho para dirigirme a mi habitación.
Le haré pagarme el golpe de anoche señorita Gema Campbell, ¿te crees más lista que yo?
-Señor - dijo Ana, caminando rápidamente hacia mí con un sobre en las manos - apareció este sobre en su habitación.
-¿Qué? - me acerqué a ella y tome el sobre - avisa de esto a Nick, el sabe lo que se tiene que hacer en estos caso.
-Si señor.
Cuando me quede solo saque mi arma e ingrese a mi habitación, registre cada rincón de esta por si las dudas y tras verificar que no había nadie abrí el sobre blanco.
¿Qué mierda es esto?
Había un anillo pequeño dorado junto a una nota.
"Las separaciones jamás me parecieron tan tristes hasta que me hoy me toco vivirlo..."
¿Qué carajos significa eso? De seguro esta mierda era algo relacionado con Ariana.
¡Joder!
Esa maldita zorra.
-¡Ariana! - grite con enfado.
Salí de mi habitación y me dirigí hacia la de ella encontrándola profundamente dormida. Abrí las cortinas de par en par y me acerqué a la castaña para quitarle el antifaz de dormir bruscamente.
-Levantate - la tome del brazo haciendo que se incorpore de golpe.
-¡¿Qué te pasa?!
-¿Por qué mierda me dejas este puto sobre en mi habitación? - Dije señalandolo para luego dárselo.
-¿Qué? ¿De qué hablas Debram? - abrió el sobre de papel y sacó de este el anillo y la nota - Las separaciones jamás me parecieron tan tristes hasta que me hoy me toco vivirlo - nuestras miradas coincidieron y después de un par de segundos reímos al unísono -¡Qué cursilerias son estas!
-¡Lo sé!
-No se de donde salio esto, pero yo no fui - se encogió de hombros.
Si no fue Ariana, ¿entonces quien?
-Es demasiado extraño - aunque intente encajar estas palabras en alguien es imposible, estoy rodeado de personas como yo.
-Alguna de tus amantes seguro - bufo tirando el sobre junto a lo demás.
-No me mezclo con esa clase de mujeres.
-Entonces no se, dile a tu querido Nick que te resuelva esta incógnita - sonrío.
No respondí y solo salí de su habitación.
Saque el celular de mi bolsillo y le marqué.
-No hace falta señor - estaba detrás de mí.
-Eres eficaz - sonreí.
-Ya sabemos donde esta Gema.
-Excelente trabajo, Nick.
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¿Viva, muerta o atrapada?
Teen FictionSí, él está devuelta, pero... ¿todo seguirá igual? Segundo libro de La esposa joven.