DEBRAM.
¿Amor? ¿Qué es la palabra amor? nunca entendí esa palabra, era un termino completamente desconocido para mí hasta que ella llegó. Hasta que sin querer me enamoré de la pureza de su alma...
Quería dárselo todo y tuve que dejarla ir.
¿Cuáles fueron las consecuencias?
El mundo colapsó bajo mis pies, poniendo a Gema en riesgo y lo que me llena de ira es que todo es culpa mía.
Ahora estoy entre la vida y la muerte mientras ella a comenzado a llamarme.
Jamás pensé acabar así, no ahora... No cuando tengo un nuevo motivo para vivir.
Ella.
Ella me necesita, eso lo sé. Sus ojos me confesaron su amor y su voz... su dulce voz envuelta en el dolor y la desesperación gritó que me amaba.
¿Acaso este es realmente mi final?
No lo sé, pero si es así lo único que deseo es estar a su lado hasta que mi corazón deje de latir, si tengo que morir que sea en sus brazos, sintiendo el aroma que emana de su cabello y que sus bellos ojos me envuelvan de su pureza.
Quiero sentir como mi ángel me lleva al cielo, aunque realmente este condenado al infierno....
-¡Gema cuidado! - gritaron a la vez que ante mis ojos el amor de mi vida era arrollado por un auto.
¡Gema...!
Gema... mi hermosa Gema. No, tú no por favor...
La poca fuerza que tenía se desvaneció haciendo que mi cuerpo caiga sobre la dura acera. Y en un par de segundos estaba en el único lugar donde pertenecía, al lugar donde muchas veces traje a Gema...
Mi alma ahora estaba perdida en la oscuridad donde nací.
(...)
Meses después...
Miedo... es la primera vez que lo experimento...
¿Miedo a que? ¿por que?
¿Por qué tengo la sensación de perder algo importante?
"¡Debram!"
Esa voz...
Es ella... ¿ella?
Ahí estaba la sensación de perder algo tras escucharla, pero no puedo llegar más profundo.
¿Por qué? ¡¿Por qué?!
Abrí los ojos de una forma desesperada, tenia miedo... ¿miedo?
-Señor Debram.
Nick se acerco con rapidez a mí con una expresión de alivio en su rostro.
-¿Donde carajos estoy Nick y porque me duele el pecho?
-En uno de los mejores hospitales de Suiza señor, en su ultimo encuentro que tuvo con el señor Said él le disparó en le pecho poniéndolo en riesgo - explico a la vez que miraba su reloj con impaciencia.
-¿Así? - fruncí el ceño - No lo recuerdo, lo único que se ahora es que ese maldito de Said va a morir en cuanto ponga un pie en Seattle.
¿Cómo llegue a esto? ¿Cómo Debram Russo pudo estar en riesgo por un hijo de puta como Said?
Ver a Nick mirar constantemente su reloj me estaba irritando.
-Carajo Nick ¿Qué tanto ves ese maldito reloj?
-Nada señor, traeré al doctor.
Trabaja para mí desde que yo era un niño así que se cuando Nick tenía algo entre manos. Claro que sí.
Cuando el castaño abandonó la habitación la puerta de esta fue abierta de golpe en pocos segundos dejándome ver a mi abuela junto a Ariana, mi amiga de la infancia.
¡Hace mucho que no la veía!
-Abuela... ¿Qué haces aquí?
-Querido Debram, estaba preocupada por ti - tomo mis mejillas y beso mi frente - no importa que no nos hayamos llevado muy bien, pero estaba preocupada por mi nieto - añadió con lagrimas en los ojos.
-Una bala en el pecho no es nada abuela. Soy Debram Russo ¿lo olvidaste? - sonreí.
-Yo también estaba preocupada por ti Debram, lamento si mi comportamiento de aquella noche te molestara - intervino la pelinegra.
Reí aunque con dificultad.
-Ariana no nos hemos visto en mucho tiempo - volví a reír. - ¿Cómo recuerdas aun nuestras peleas de infantes? - no recibí respuesta, por lo contrario ella solo me observo con una mezcla de asombro y horror.
-Con su permiso señora Russo... - dijo quien al parecer era el doctor- ¿Cómo se encuentra señor Russo?
-Bien, solo con una puta incomodidad en el pecho.
-¿Algún dolor de cabeza?
-No.
-Debram querido, tenemos que informarte sobre lo que paso con Gema - se apresuro en hablar mi abuela mientras que el doctor había comenzado a examinarme el pecho.
-¿Quien es Gema?
-¡¿Qué?! - dijeron ambas mujeres al unisonó.
-¿Y bien? Quiero respuestas abuela.
Soy un hombre impaciente y odio no tener respuestas instantáneas cuando pregunto algo.
-¿Hablas enserio Debram? - pregunto con una sonrisa.
-Abuela, no soy un puto niño para andar en juegos.
-¿Doctor...?
-¿Qué es lo ultimo que recuerda señor Debram?
-Que había vuelto a casa luego de un largo viaje de negocios.
Todos en la habitación me miraron con asombro, aunque solo a dos personas se les ilumino el rostro y sonrieron.
-Perdida de memoria - indicó el doctor. -Puede que su mente bloqueara momentos que para él son dolorosos y por eso no recuerda nada, esto puede ser temporal o para siempre. Todo depende de su recuperación.
-¿Puede traer alguna consecuencia en su vida? - pregunto la abuela cubriéndose la boca.
-No.
-¿Algo doloroso para mí? - pregunté con sarcasmo. -Si no lo recuerdo entonces es porque no es importante.
Debram Russo no siente dolor.
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¿Viva, muerta o atrapada?
أدب المراهقينSí, él está devuelta, pero... ¿todo seguirá igual? Segundo libro de La esposa joven.