Luego de casi una semana, desde la muerte de Nick no he vuelto a saber del pelinegro. Era como si se lo hubiera tragado la tierra, o algo parecido a ello.
Las dudas me invadían, pero era mejor que las cosas se mantuvieran en ese régimen. No quería volver a tener que verme obligada a tener algún tipo de contacto con personas como él.
Solo deseaba que el alma de Nick descansara en paz, se lo merece.
-Gema, ¿hoy sale mamá? - preguntó mi hermana sacándome de mis pensamientos.
Asentí con duda.
Melody me dedico una sonrisa y luego se marchó dando unos pequeños brinquitos como si fuera una niña pequeña.
Las preguntas sobre cómo iba a sobrevivir y alimentar a mi familia era una preocupación muy grande. Más porque Marco está en un internado y tengo que pagarle los gastos.
Mierda.
El celular sonó de repente, haciendo que de un respingo del susto. Con una mano en el pecho y otra en el celular, conteste la llamada la cual era de Ashton.
-¿Sí?
-¡Hola Gema! ¿Ocupada? - pregunto con su característica alegría.
-Iré a ver a mamá.
-¿Y mamá?
-Mañana saldré a buscar trabajo.
-Bueno, entonces llevare un pedazo de pastel a casa - su voz había cambiado a un tono de decepción.
-¿Tú mamá hizo pastel? ¿Un día especial? - intente cambiar el tema. Sinceramente mi mente sólo pensaba en las responsabilidades que se me venían encima.
-No, solo es mi cumpleaños.
¡Mierda!
¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿Qué hago?
-¿Por qué no te pasas por casa en la tarde?
-De acuerdo, allá te veo.
Dicho eso, colgó.
Me sentía mal por no recordar su cumpleaños. Ya me lo había mencionado hace un par de años, pero me encontraba cegada por la estupidez de Andrew que decidí ignorarlo.
¡Ahh! ¡Te odio Andrew!
Sacudí mi cabeza repetidas veces, tenia que empezar a superar todo lo vivido con Andrew. Y ahora preocuparme por mamá, conseguir un trabajo y... Ashton, como enmendar todo lo que había echo por mi.
(...)
-Mis niñas, me alegra poder regresar a casa con ustedes - sonrío mamá.
Melody no resistió de lloró sin control, a lo que mamá froto su espalda con calidez. Sonreí ante el conmovedor momento y no dejaba de pensar en mi hermanito menor.
-Solo falta Marco - dije.
Melody asintió y sonrío, se limpio las lágrimas y comenzó a buscar un taxi.
-Cuando me recupere, devolveré todos los gastos que hicistes.
-No es necesario mamá, es lo menos que puedo hacer por ti.
-Pero necesitas volver a la universidad - añadió. -Tienes que esforzarte para ser lo que tanto deseas.
-La verdad... ya no se si sea lo que deseo.
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¿Viva, muerta o atrapada?
Teen FictionSí, él está devuelta, pero... ¿todo seguirá igual? Segundo libro de La esposa joven.