Capitulo 4: Despedida

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Eran las cuatro de la madrugada y seguía llorando.

- ¿Gavi?, se que estas despierto, ábreme por favor -Ansu toco la puerta.

- Quiero estar solo- murmure mientras hundía mi cara en la almohada.

-No llores Gavito, ábreme por favor, él no está aquí, se quedó en casa de Ferran

- Quiero estar solo - repetí

Volví a sentir como las lágrimas brotaban otra vez por mis mejillas.

- Él no merece tus lágrimas, le dije que mañana venga a recoger sus cosas, no permitiré que llores otra vez por su culpa- dijo Ansu insistiendo para que le abriera.

No respondí, solo llore más fuerte.

¿Porque Pedri me había sacado tan rápido de su vida?

-No me iré hasta verte Gavi, ábreme - insistió

- Vete a dormir Ansu - dije dando por terminada la conversación.

-Vendré a verte mañana, no te dejare solo- dijo firmemente.

Después del incidente de ayer no había bajado ni a desayunar, ya eran las dos de la tarde y Julio llegaba por mi a las cuatro, aún no tenía idea de donde iríamos, me dijo que era una sorpresa, me levanté de la cama con pereza y empecé a buscar ropa no tenía ánimos de nada pero no le podía cancelar a último minuto. Cuando ya estaba listo baje pero no había nadie en casa, tal vez Ansu había salido a comprar cosas para preparar la cena o otras cosas, le dije una nota diciendo que regresaría temprano y salí encontrándome con Julio.

-Hola Martín - saludo con una sonrisa.

-Hola Ju- dije tímidamente.

-¿Listo para una aventura?

-Completamente listo, ¿a dónde iremos?-pregunté con curiosidad.

-Es una sorpresa pequeño - pequeño se sentía raro escuchar aquel apodo.

-Sorprendeme entonces - dije sonriendo.

Salimos de la casa y nos dirigimos a aquel lugar desconocido, no hable durante todo el camino, era extraño porque siempre solía conversar para que el camino no estuviera aburrido, pero normalmente lo hacía con Pedri, aunque también ponía música, pero Julio no era Pedri y eso se sentí raro.

-Llegamos a nuestro destino señorito - dijo mostrándome esos hermosos hoyuelos.

-Joder Julio, nunca había venido a un parque de diversiones.

Tenía fe en que Pedri nos trajera aquí y nos ganara a una jirafa.
Solo cállate, Pedri ya no hará esas cosas.

-Entonces vamos, este día será muy especial -dijo el ojiverde.

Todo era muy bonito, aún me ponía algo nervioso ver a tanta gente, pero lo sé controlar, llegamos a un puesto para ganar cosas.

-¿Cuál quieres Pablito?- frunci el ceño al escuchar aquel nombre.

-No me gusta que me digas así, solo me lo puede decir una persona en especial - dije mirándolo.

-Yo....lo siento, no quería incomodarte- joder, joder, había sonado muy grosero.

-No te disculpes prefiero el Martín - dije sonriendo.

-Entonces Martín, ¿cuál quieres?- preguntó mientras miraba los premios.

Me gustaría mucho la jirafa, pero solo quería que me la regalará alguien en especial.

- El oso panda, quiero el oso panda - dije algo más animado.

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