《 Se que extrañarte nunca va a ser suficiente y el destino no se escribe de repente, muero por decirte que. Te amo》
Estaba en mi habitación en llamada con la pelirroja, le conté lo que había pasado con Pedri y me regaño, a veces me pregunto si es mi amiga o mi enemiga.
- ¿Enviste tu solicitud? - preguntó Lia.
- Sip, a Harvard y a columbia - respondí.
Siempre había soñado en estudiar en otro país y hace unos días hable con Aurora y acepto, solo faltaban mis padres.
- Yo envié a la de Hunter College y a la de columbia.
Habíamos hablado muchas veces de esto, lo bueno era que a la pelirroja le daban la libertad de elegir todo.
- Si nos aceptan en columbia estaremos juntos Gavira, más estrés para ti - bromeó la pelirroja.
- Estoy viendo los folletos y la universidad de Manchester es muy buena - dije, tenía muchas opciones, pero quería entrar a Harvard, era mi sueño, era la universidad de mis sueños.
Me asuste cuando escuche golpes en mi ventana, Ansu tenía llaves y Aurora se iba a quedar con Fer, quien más podría ser.
- Gavi, ¿sigues ahí? - hablo la pelirroja.
- Pablito - escuche que gritaron.
- Te llamo después, me esta llamando Ansu - dije para colgar rápidamente.
- Pablito, soy yo, Pedrito - frunci el ceño y sonreí.
Él odia que lo llames así, pero lo esta usando para que lo perdones, que inteligente nos salio.
- Ojitos bonitos - insistió.
Abrí la ventana y me asomé sonriendo, si piensa que la va a tener fácil esta muy equivocado.
- No te conozco - dije sonriendo.
- Me presento, soy el amor de tu vida - dijo con una sonrisa.
- El amor de vida tiene nombre y apellido y no eres tú, baboso.
- ¿Quién es? - preguntó.
- Taylor Swift - respondí.
- No te voy a compartir con nadie, ahora sal y ábreme.
- Tú no me das órdenes, estúpido - respondí indignado.
- En la cama si y eres muy obediente - dijo mientras sonreía.
- Vete a la mierda - dije molestó.
- No te piques Pablito, ya ábreme - dijo con un puchero.
- Me la pelas Pedrito, no te voy a abrir - dije firmemente.
Lo hizo en la cama ayer.
Cállate joder, nadie se tiene que enterar.- Si quieres lo vuelvo a repetir.
Me puse rojo al instante, maldito capullo, me cae mal ojalá le caiga un rayo.
- Deja de decir esas cosas, te pueden escuchar - dije sonrojado.
- Pues que te todos se enteren y si quieren detalles pues que pregunten con gusto - dijo con una sonrisa burlona.
- Ya cállate
- Callame
Dios perdona y nosotros también.
Tienes razón.- Espérame en el auto, me llevaras a McDonald's - dije cerrando la ventana.
ESTÁS LEYENDO
Nuestro Verano
Romance«Bebé los dos sabemos que es verano Y que tal vez Cuando termine agosto no nos volvemos a ver»