Habían pasado dos semanas desde que empezamos a salir como amigos, amigos que cada que podían se recordaban que no solo eran amigos.
Todo empezó él día de cena, maldito alcohol, nunca tomen con Mateo, el tonto de hace mezclas de otro mundo.
Me emborrache y le empecé a coquetear, joder me acuerdo de todo lo que hice, desde bailarle hasta ir a los baños y romper una puerta.
Por eso salgan con Mateo.
No mentira, no salgan con él.
Todo empezó cuando Mateo empezó a mezclar de todo.
- No va a pasar nada Pablito - dice el pelinegro pasándome un vaso con una mezcla extraña.
- Bebe Pablito, un shot no hace daño - me animo el pelirrojo.
Esos son amigos, tratan de distraerme, el estúpido de Pedri esta con una rubia.
- Solo uno.
Esa es la mentira más grande que he dicho. Cuando vi que la rubia le puso una mano en el pecho y le sonreía coquetamente empecé a tomar uno tras otro.
¿Saben que es lo peor?
Que él idiota sabe que estoy mirando todo, maldito.
-Este tiene vocka coca cola, aunque solo sea una gotita y esta es Ratafía, algo suave - no lo pensé, solo bebí de los dos tragos como si fuera agua.
- Shot, shot Pablito.
Empecé a marearme y a ver doble, que lindos son todos, quiero beso de seis.
No hagan eso, no sean como yo.
Saque mi teléfono y le marque a Pedri, porque ese idiota tenía que saber que la estaba pasando muy bien, porque yo si sabía divertirme.
Veo un poco borroso, pero a pesar de todo veo su nombre. Que lindo contesto rápido, seguro estaba esperando mi llamada, que lindo es mi canario.
- Solo quiero que sepas, que la estoy pasando muy bien sin ti, quien te extraña, pendejo, yo ya te supere, del verbo super poder - digo riéndome y soltando hips.
- Pablo.
Es lo único que dice. Puedo escuchar el mismo ruido que acá, uyy que miedo. Siento que algo se remueve en mi estómago, seguro son las estúpidas mariposas, maldito Pedri.
-No escuchaste lo que dije, estoy bien sin ti - repito volviendo a hipar.
- Pablo.
- ¿Qué putas quieres? - digo fruncido el ceño.
- Estoy atrás de ti, idiota - dice y giro sonriendo.
Que pendejo, olvide que estoy en la cena con él, que risa. Empiezo a reírme como desquiciado.
- Pablo, vamos al baño - dice agarrándome de la mano para guiarme.
- Pervertido.
Llegamos al baño y me sentó en lavador.
Uy, mi fetiche más sucio.
- No haré nada, somos amigos y estas borracho - dice abriendo la llave del otro lado para mojarme un poco la cara.
- Quiero hacerlo contigo, aquí - suelto de golpe, el suelta una pequeña carcajada y niega.
¿Acaso ya no le gusto?
- No haré nada - repite poniéndose entre mis piernas.
- Te extraño, extraño todo lo que me hacías - digo tratando de convencerlo.
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Nuestro Verano
Romance«Bebé los dos sabemos que es verano Y que tal vez Cuando termine agosto no nos volvemos a ver»