Sentía el peso de un cuerpo sobre mis piernas, empecé a abrir mis ojos poco a poco y joder como me arrepiento, mi cabeza dolía demasiado.
- Me duele mi cabeza, no te muevas - escuche la voz de Mateo.
- ¿Dónde está el zanahorio?
- No lo sé, no grites - dijo sentándose con las manos en la cabeza.
Su ceño se frunció y sus ojos se abrieron completamente, como si se hubiese acordado de algo malo.
- Bese a Joao, le baile cuando me trajo a la habitación, le dije muchas cosas vergonzosas, Pablo no puedo verlo, por favor cierra la puerta con llave.
- No me acuerdo de nada y es mejor, no se porque te hice caso, no debimos ir - dije.
- No es momento de arrepentirse, pero joder no puedo ver a Joao.
- No entiendo como es que lo besaste, eres hetero o ya no tanto - dije riendo.
- Cállate, me gustan las chicas - dijo tirándome con la almohada.
- Seguro le hiciste tu baile de la cucaracha - dije burlonamente.
- Seguro tú te follaste a Pedri en el baño maldito guarro.
- No digas esas cosas que Oliver es un niño - dije.
Mateo frunció el ceño y empezó a buscar por todo la habitación.
- Se han robado a mi Chiquitín - dijo levantándose rápidamente.
La puerta se abrió dejándonos ver a Joao con una bandeja en las manos.
- Buenos días, ¿que tal la resaca? - preguntó con una sonrisa.
- Pero no me acuerdo, no me acuerdo y si no me acuerdo no pasó, eso no paso - cantó el pelinegro nervioso.
- Mateo, ¿sigues borracho?
- Pablo ese que estoy viendo en Joao, dios mío, escondeme antes que me vea - dijo el pelinegro para ponerse atrás mío.
- A veces me pregunto si te caíste de la cama o te ahogaron en tu bautizo y por eso quedaste así de imbecil - dije mientras me levantaba para coger una botella de las que ha traído el portugués.
- Buenos días, ¿has visto a Oliver y a Rodrigo? - pregunté.
- Balde esta con Rodrigo y Oliver pues no lo se, Pedri se fue a comprar algunas cosas - informó.
- Cómo que no sabes y si se lo robaron para vender sus órganos o si lo raptaron por tener cara de niño - empezó a decir el pelinegro.
- Deja de dramatizar, iré a la habitación de Pedri y Ferran, tú te quedas con Joao - dije sonriendo inocentemente.
- Judas, eso es lo que eres - dijo señalandome con un dedo.
Me reí y pase por el lado del portugués dejándolos solos, estoy seguro de que el pelinegro iba a estar a la defensiva.
La habitación de Pedri estaba al lado de la Balde así que no era difícil encontrar, a parte que era el número
número de su dorsal.Toque la puerta varias veces hasta que un Pedri despinado se asomó.
- Buenos días amor de mi vida - dije sonriendo.
- ¿Sigues borracho? - preguntó.
- Idiota, ¿sabes si Ferran durmió con Oliver?
- Oliver, Oliver, pero entra no quedes afuera - dijo haciéndose a un lado.
- ¿Lo has visto?
- Se está bañando, no nos dejó dormir, se puso a cantar, si apagamos la luz se asustaba y lloraba, vomito toda la noche y estuvo llamando a su mamá.
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Nuestro Verano
Romance«Bebé los dos sabemos que es verano Y que tal vez Cuando termine agosto no nos volvemos a ver»