Capítulo 21: Ry. Ven.

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_Ryan: Bueno. Pasa más tiempo con él si lo ves necesario. Sólo te llevaré yo a la universidad, te traeré de ella, iré a buscarte antes de los entrenos y te llevaré a salir en la moto.

Asentí y seguí cogiendo sol hasta la hora de comer. Mi madre llamó a Ryan para que comiera con su familia y yo aproveché para ir y comer en la cocina. Al terminar, subí a la habitación, preparé mi ropa para ir a jugar a los bolos y me fui a la ducha.

_Ryan: Muy linda -dijo sentado en mi cama, acariciando a Motita-

_Yo: ¿Se te perdió algo aquí? -dije peinándome-

_Ryan: Me llevaré a Motita a mi habitación. Así él me hará compañía esta tarde.

_Yo: ¿Tenemos la custodia compartida de mi conejo ahora?

_Ryan: Si. Es más mío que tuyo.

_Yo: Nunca te he visto recogiendo su suciedad ni limpiando sus cosas.

_Ryan: Bueno, disfruta tus bolos con mi hermano. Cuando llegues ven a recoger a nuestro hijo -dijo llevándoselo en las manos- hola Jer -dijo al salir de la habitación-

_Jeremy: ¿Estás lista? -dijo en mi puerta-

_Yo: Ya casi. Tengo que ponerme los zapatos -dije cogiéndolos-

_Jeremy: ¿Qué hacía aquí Ryan?

_Yo: Vino a llevarse a Motita. Dice que le hará compañía hoy -dije terminando de atarme las playeras- bien, vamos, ya estoy -dije cogiendo el bolso-

Fuimos a su coche en un silencio incómodo.

_Yo: Jer, se que estás decepcionado conmigo. Me he dado cuenta -dije cuando llegamos aún dentro del coche-

_Jeremy: Anastasia, de verdad no estás jugando. Porque eso es lo que estoy viendo. Quieres a mi hermano y me estás dando falsas esperanzas.

_Yo: Jer, también te quiero a ti. Pero con tu hermano he pasado más tiempo. Ya te lo he dicho.

_Jeremy: Bien. Ya me dijiste todo. No vas a lograr manipularme Anastasia. Ahora por favor, sal del coche. La reserva está a mi nombre por si quieres jugar tú.

Salí del coche y se fue arrancando a toda velocidad.

Yo sin embargo me quedé paralizada viendo el coche irse del aparcamiento del centro comercial.

Me ha dejado tirada, en un centro comercial, que no conozco, a más de media hora de la casa.

La ansiedad empezaba a crecer en mi interior. Caminé a paso lento hasta la entrada del centro comercial y me senté en uno de los bancos que había al lado de las escaleras mecánicas.

Cogí rápidamente el móvil después de estar diez minutos sentada asimilando que me había dejado tirada en un aparcamiento. Sólo pude hacer una cosa. Llamar a Ryan.

_Yo: Ry -dije a punto de llorar- ven a buscarme -dije titubeando-

_Ryan: Pásame la ubicación.

Colgué y se la pasé. Pasados quince minutos recibí su llamada.

_Ryan: ¿Dónde estás? En qué parte.

_Yo: Sentada en uno de los bancos del aparcamiento, al lado de las escaleras mecánicas.

Unos segundos después llegó con la moto a uno de los lados de la entrada en la que estaba. Se bajó de la moto y se sentó a mi lado.

_Ryan: No pasa nada, Ricura. Ya estoy aquí, no estás sola -dijo quitándome las lágrimas- vamos a casa y hablamos allí.

Asentí y nos dirigimos a la moto. De ella sacó mi casco que lo tenía dentro de la moto. Me lo puso y volvimos rápidamente a casa. Probablemente a la misma velocidad que vino y esquivando todos los coches. A los quince minutos estábamos en el garaje.

Subimos a mi habitación y me tiré en la cama a llorar.

_Ryan: Ricura. No llores por el idiota de mi hermano -dijo sentándose tras cerrar la puerta con llave-

_Yo: No le he hecho nada -dije llorando-

_Ryan: Es idiota. No sabe lo que dejó tirado -dijo cogiendo a Motita y poniéndolo a mi lado-

Cogí a Motita y me puse a acariciarlo.

_Ryan: ¿Quieres que te traiga algo? ¿Te pongo Netflix?

_Yo: No. Sólo quédate a mi lado.

Se tumbó a mi lado y empezó a hacerme caricias en la cabeza.

Me dormí llorando y al par de horas me desperté con los ojos hinchados.

_Ryan: Ya se despertó la princesa -dijo al verme- bueno, ahora mismo eres Shrek el ogro, pero te quiero igual.

Le pegué un pequeño puñetazo en el estómago que me dolió más a mí que a él.

_Ryan: Bueno, ya desataste tu furia. Ahora, por si se te olvidó, tenías planes conmigo. Así que mueve ese precioso culo a la ducha. Sabes que odio llegar tarde.

Asentí y preparé mi ropa oscura y el cinturón. Me duché y salí.

_Ryan: Mira que tardaste. Me dió tiempo de ir y ducharme yo, venir y esperarte ¿Te encuentras mejor?

Asentí, cogí el casco, la braga y bajamos. De allí nos marchamos. Esta vez solo fue a veinte minutos de la casa.

Saludamos a Z y a algún amigo más y empezamos la carrera. Pasamos toda la madrugada allí. Fuimos al Becky's y desayunamos en el mismo local unas tortitas con huevos a la plancha, bacon y pan en lo que hablábamos. A la diez de la mañana volvimos a la casa.

_Mamá: Que madrugadores. ¿Salieron está mañana?

_Ryan: Acabamos de llegar que es diferente. Llevamos toda la noche fuera.

_Mamá: ¿Salieron de fiesta?

_Ryan: No. De ruta nocturna con la moto.

Asintió y subimos a mi habitación.

_Ryan: ¿Te encuentras mejor? -dijo poniendo su casco y los guantes en mi cama-

_Yo: Si. Gracias.

_Ryan: Bien. Descansa. Cuando me despierte pasaré por aquí -dijo cogiendo sus cosas y acariciando a Motita que se le había quedado quieto en sus pies-

Salió, le puse de comer a Motita y me fui a dormir.

Cuando desperté, Ryan estaba sentado a mi lado mirando el móvil con Motita dormido en sus muslos.

_Yo: Buenas ¿Qué hora es?

_Ryan: Buen día. Son las cinco de la tarde. Tu madre subió el almuerzo antes.

_Yo: ¿Te vió aquí? -dije preocupada-

_Ryan: No. Estaba llegando cuando la vi venir a dejarte la comida. Y esperé al final del pasillo a que saliera para entrar.

Los hermanos BlackwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora