_Ryan: Serán desgraciados.
_Yo: No he terminado. Al año de nacer mi hermanastra. Nos llevamos cuatro años. Llegó el abuelo de ella a vivir a la casa porque murió su esposa de cáncer y se sentía solo y sin el cariño de su familia etc. O eso decía él. Como ellos estaban muy ocupados como para hacerse cargo de mi y de él, le pidieron que me cuidara, era un señor de sesenta y siete años. Pese a que vivíamos todos en la misma casa, la mía, ya que era mitad de mi madre y de mi padre y en las escrituras pusieron la casa a mi nombre, por lo que legalmente era mía y no se podía hacer nada. No podían sacarme de ella y aparentar que no existía. Ese señor el primer mes me cuidó bien. El segundo ya hacía cosas extrañas cuando estaba jugando con muñecas como que mordía el labio, se acariciaba su miembro por encima de la ropa y semejantes. Al tercer mes lo pasaron a vivir a mi habitación, ya que según mi padre la niña ya tenía que tener su propia habitación y que él tenía que venir a la mía. Ahí empezó el verdadero infierno. Me obligaba a tocarle, me tocaba, me asfixiaba para que no gritara, me ataba cuando se le apetecía, jugaba con mi cuerpo como si de una muñeca se tratase, tengo una cicatriz de un corte en gemelo que me causó un golpe con un cinturón y finalmente tras hacer lo que quisiera me amenazaba. Había veces que simplemente si quería no me daba de comer, ni siquiera me dejaba salir de la habitación muchas de las veces. Mi vida nunca fue fácil y pese a que aprendí a vivir así y terminé acostumbrándome a eso. A que me agredieran todos los días, al maltrato. Y pese a que nunca me gustó, llegué a pensar que eso me tocaba a mí. Como si me lo mereciera. Ese hombre murió cuando tenía 11 años. Duré muchísimo tiempo así. Y nunca pude contarlo. Porque cuando lo conté, primero ni me creyeron y luego me amenazaron.
_Ryan: Ricura. No debiste sufrir eso. Nunca se lo contaste a tu madre ¿Cierto?
Asentí y dejé la revista a un lado. Me levanté y me dirigí a la terraza.
_Yo: Agradecería que esto no saliera de aquí. Si se enteran que lo he contado no duraré mucho viva -dije abriendo la puerta de la terraza-
_Ryan: Bien. Me darás la dirección de donde vive la persona que te amenaza, supongo que tú madrastra y tu hermanastra -dijo serio-
_Yo: No puedes hacer mucho al respecto. Déjalo. Sólo déjalo. Me pagan el alquiler y me dejan la casa estable. Con eso es suficiente.
_Ryan: Eso también pueden hacerlo otras personas. Dame la dirección y yo ya me encargaré. O tendré que buscarla por mi cuenta. Y es peor que lo haga yo.
_Yo: No creo que llegues muy lejos.
_Ryan: Ricura. Dame la localización. Porque como yo lo haga saldrá hasta por la televisión.
_Yo: ¿Qué piensas hacer?
_Ryan: No te contaré. Porque no debes saberlo. Por ahora.
_Yo: ¿Qué significa eso?
_Ryan: Como llegaré a lo que quiero, ni lo que quiero, puedes saberlo. No hasta que firmes unos papeles.
_Yo: Bien. No me digas nada. Tampoco te daré la información. Busca tu por tus métodos.
Asintió y salió para hacer unas llamadas.
POV RYAN
Salí de la terraza, con rabia y sed de sangre. Nadie debía de haberla tocado. Y cada una de su descendencia caerá. Porque si algo se, es que la venganza es placentera y los inconvenientes son bastante grandes, pero la amo y soy lo que hará que caiga toda esa mierda.
Llamé a la persona que se que puede conseguirme los contactos para todo. Sé de muchas más y más cercanas para mí, pero son cosas que nadie debe saber.
_Yo: Hola María. Soy Ryan.
_María: ¿Todo bien? -dijo alerta-
_Yo: Si. Pero tengo que encargarme de algo.
_María: ¿Qué cosa? ¿Cuál es el motivo?
_Yo: Unas dos personas. Una venganza por una violación.
_María: ¿De quién para que te importe tanto? Tu hermana no puede ser porque llamaría ella y tu madre porque se hubiera hecho al momento.
_Yo: Mi novia. Es de hace años. Pero me acabo de enterar ahora. Y la persona murió. Es su familia lo que quiero fuera.
_María: ¿Saben tus padres que me estás llamando o tu tío?
_Yo: No. Ni se los comentes. Ni a Castiel. Sólo quiero que me consigas a alguien que lo haga. No lo hagas tú. Sólo pásame el contacto y yo me encargaré.
_María: Bien. Lo llamo y te lo paso ahora. Haz las cosas bien.
_Yo: Si. ¿Todos bien?
_María: Si. Roxanne y Dominick quieren verles este verano. Iremos a verles a Grecia el 25 de agosto. Tu padre me dijo que ya estaban en esas fechas en casa.
_Yo: Bien. Nos vemos en un par de semanas.
Colgué y a la hora me llegó el mensaje. Un tal Luis. Recomendado de María.
En lo que me llegaba el mensaje yo me dediqué a mirarle la cuenta del banco y ver la transacción del alquiler y los recibos del agua y luz, seguí el numero de cuenta, y su dueña salió a la luz, de los recibos miré donde estaban domiciliados. Por lo que ya tenía el nombre de la madrastra y la dirección. Una pequeña búsqueda en Google Maps me confirmó la casa, ya que alguna vez había visto la fachada y una búsqueda en redes sociales me confirmó su nombre y el de su hija.
Después de esto les escribí al hombre.
_Yo: Vía Conde de Finguay, 913. Newcastle, Reino Unido. Maitane Quiñones Jilengo y Mónica Sinclair Jilengo. 500.000€ las dos. Como quieras, pero muertas. Encárgate de todo. Quiero la casa como si no hubiera nadie. Cuando esté listo llámame.
Archivé el chat y dejé el móvil. Poco después entró Anastasia de la terraza.
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Los hermanos Blackwood
Ficção AdolescenteEn el esplendor de una mansión adinerada, la hija de una empleada encuentra un amor inesperado con el hijo pequeño de la familia. Juntos, desafían a las carreras clandestinas y comparten momentos íntimos. Sin embargo, las tensiones familiares los ob...