Capítulo 41: El club.

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Allí, nos pusimos las máscaras antes de entrar.

Fuimos a los vestuarios y me cambié con lo indicado. Le puso la correa al collar y me ordenó arrodillarme.

Fuimos hasta una cama y me tiró allí. Me ató las manos a las dos esposas que habían a los lados y los tobillos a las otras que habían en la parte de abajo. Con su móvil encendió el vibrador y empezó a jugar por mi cuerpo. Poco a poco la gente se ponía en los lados a ver qué es lo que hacía mientras se pajeaban o tenían sexo con la pareja.

El ambiente estaba caluroso. El sexo también.

Ryan empezó con los dedos después de sacar el vibrador al par de minutos. Poco después me la metió. Duro y rápido. Pronto la cama se mojó. Se la chupé varias veces y después siguió follándome en diferentes poses.

Al terminar recogimos las cosas y nos fuimos de espectadores.

_Ryan: Tengo una pastilla del día después en el coche, para que te la tomes desde que salgamos de aquí. No me estoy poniendo condón porque los gastaríamos todos -me susurró-

Asentí y vimos el espectáculo. Estaba sentada sobre mis talones al lado de Ryan y me encargaba de su pene siempre que lo necesitaba.

Pasadas unas horas de mucho sexo, fuimos a los vestuarios, nos duchamos y fuimos al coche.

_Ryan: Tómate la pastilla antes que nada.

Asentí y la cogí de donde estaba.

_Ryan: Toma el agua -dijo dándome una botella- prefiero tus semanas tiburón a 18 o más años de cuidados.

La tragué y seguimos rumbo a casa.

_Ryan: ¿Te gustó?

_Yo: Si. Es diferente. Otra experiencia.

_Ryan: ¿Quieres repetirlo otra vez?

_Yo: Si. No me importaría.

_Ryan: Antes me terminé el libro. Me gustó bastante.

_Yo: Gracias. Fue bastante tiempo el que invertí.

_Ryan: Vamos al Becky's. A cenar.

Al llegar pedimos para llevar y fuimos a la montaña.

_Ryan: ¿Estás bien? Te noto extraña -dijo al bajar del coche-

_Yo: Si. Sólo estoy cansada. Los finales, las fiestas, el partido, los regalos, no dormí apenas en esta semana. Y en estos dos días aún más cansada -dije sentándome en el piso-

_Ryan: ¿Hace cuánto que no te baja?

_Yo: ¿Qué?

_Ryan: ¿Cuándo fue tu última semana tiburón?

_Yo: No se. Unas dos semanas, déjame mirar -dije sacando el móvil-

Miré la app y me venía en dos días.

_Yo: Me viene en dos días. Supuestamente.

_Ryan: Bien. Puede ser por eso también. A lo mejor como está a punto de bajarte te encuentras mal.

_Yo: Si bueno, tengo el abdomen hinchado, pero no es eso. Es el cansancio.

_Ryan: Bueno ahora en casa te cambias y duermes. Juro no molestarte.

_Yo: No me importa que estés conmigo. Al revés, duermo mejor.

_Ryan: Pues nos cambiamos rápido y a dormir. Ya mañana nos vamos tu y yo a un hotel durante una semana. ¿Te parece? Así descansamos un poco. En la casa siempre hay ruido.

Asentí, comimos y nos fuimos a la casa. Allí Ryan se fue a su habitación a cambiarse y luego vino. Yo ya estaba tumbada en la cama con Motita. Ryan entró y se tumbó a mi lado. Poco después nos quedamos dormidos.

A la mañana siguiente ya Ryan estaba despierto cuando me levanté.

_Ryan: Buenos días, Ricura. Ya tengo el hotel contratado. Un cinco estrellas todo incluido. Con spa y piscina gratis. Salimos a las 12.

_Yo: Buen día. Que rápido. Iré a desayunar y preparo las cosas -dije a punto de levantarme-

_Ryan: Quieta ahí. Te traje el desayuno.

_Yo: Gracias -dije acostándome de nuevo-

Me alcanzó una bandeja con comida que estaba en el escritorio y desayuné mientras él me hablaba.

_Ryan: Nos vamos a la casa de mi tío en Estados Unidos en dos semanas. Mi madre te invitó a ir. Es una mansión con múltiples habitaciones. Aunque también podemos quedarnos en casa de mi padre. Creo que no está decidido del todo donde nos quedamos.

_Yo: No creo poder ir. Quería llevar a mi madre de vacaciones. He ahorrado para eso durante todo el año.

_Ryan: Lo entiendo. Nosotros pasamos allí prácticamente todo el verano.

_Yo: Nos podemos ver por videollamada.

_Ryan: Seguramente venga y luego me vaya de nuevo. Unos días. Para estar contigo. O puedo pedirles a mis padres que mi vuelo lo adelanten.

_Yo: Como quieras amor. También es verdad que no salen nunca en familia y aprovechan el verano. No me gustaría que no estuvieras. Yo con mi madre tampoco paso el tiempo necesario. Por eso quiero ir de viaje.

Asintió y me ayudó a preparar la maleta para la semana. Poco después se fue él en lo que preparaba las cosas de Motita.

Al terminar pasó por mi habitación y nos fuimos tras decírselo a mi madre.

A la media hora llegamos al hotel. Estaba en la orilla de la playa. Allí entramos y deshicimos la mochila.

_Ryan: Vinimos aquí a relajarnos y disfrutar. No necesariamente sexualmente. El sexo no es principal para mí esta semana. Es pasar tu semana tiburón en otro sitio y estar más tranquilos. Mi misión esta semana es consentirte -dijo sacando a Motita del transportín, al que metíamos solo para entrar y salir del hotel, ya que en el coche se ponía en la alfombrilla trasera a dormir-

_Yo: Gracias.

_Ryan: Ahora. Tumbate en la cama y relájate. Duerme si quieres dormir, ve Netflix, caricias, haré lo que me pidas. Pero antes -dijo quitándome las sandalias- un masaje de pies. Te vendrá bien.

Asentí y poco a poco mis pies se relajaban. Verdaderamente necesitaba un descanso. Dormí durante la tarde y a la noche salimos a un restaurante a cenar, pese que teníamos el bufet del hotel.

_Ryan: ¿Quieres vino? -dijo leyendo la carta-

_Yo: Vale. Elígelo tu.

_Ryan: ¿Y para comer? Te parece una mesa de entrantes variados y un plato Aristóteles.

_Yo: Si. Bien.

_?: Buenas noches. Seré su camarero esta noche. Si me son tan amables de decirme la bebida.

Los hermanos BlackwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora