Capítulo 39: El libro.

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Seguimos viendo el álbum de fotos lleno de fotos del equipo haciendo el payaso o cualquier cosa.

_Ryan: Hay hasta de la barbacoa de la semana pasada. De verdad te pegaste mucho tiempo haciendo esto.

_Yo: Lo tenía que llevar al día. Si no iba a ser imposible.

Habían fotos de todo tipo, los chicos formales, de deporte, en toalla, borrachos, liados con las parejas.

_Ryan: Lo único malo que veo es que no sales en casi nada.

_Yo: Salgo en alguna ocasión con Moisés, con los chicos en el baile, contigo. Si soy la fotógrafa en pocas ocasiones salgo.

_Ryan: Bueno eso hay que cambiarlo. El próximo año alternamos la cámara.

Asentí y tras ver el álbum vimos el CD.

Ya no habían clases, ya que hoy fue el último día, por lo que podíamos estar todo el tiempo necesario.

_Ryan: Y explícame el libro.

_Yo: No había y decidí hacerlo. Al principio iba hacerlo sola, pero no tenía todos los recursos. Así que en mis horas libres iba al despacho con Moisés para hacerlo. Él fue quien me dijo que en la biblioteca había una sección de periódicos de la universidad donde también podía sacar información aparte de la que encontraba y él me decía. Finalmente conseguí un buen resultado.

_Ryan: Me lo leeré en estos días -dijo para poner el CD- has hecho mucho trabajo, Ricura. Tienes más que merecido el spa. Es para dos por cierto.

Asentí y me puse a ver el CD con Ryan. Reímos múltiples veces y como también lloramos en algunas partes del vídeo. Finalmente al terminar la hora de vídeo y nos fuimos a dormir.

Ryan se había quedado a dormir aqui, así que podía abrazarlo en la noche.

A la mañana siguiente me desperté y encontré a Ryan leyendo el libro a mi lado.

_Yo: Buen día -dije apoyándome en los codos-

_Ryan: Buen día, Ricura -dijo dándome un beso- Está muy interesante el libro. Me gusta bastante.

_Yo: ¿Te levantaste hace mucho?

_Ryan: Unas dos horas. Siempre me levanto temprano. Pero aproveché a leer un poco el libro. Es muy interesante. Probablemente me lo termine hoy. Son solo trecientas páginas.

Asentí y me senté. Cogí a Motita de los pies de la cama y me puse a jugar con él.

Pasada una media hora bajé a desayunar.

_Mamá: Ayer le diste ya los regalos a los chicos ¿No?

_Yo: Si.

_Mamá: Jeremy me pidió que te diera las gracias.

Asentí y preparé el desayuno. Cogí una galleta y subí a mí habitación. En esta estaba Gala junto a Ryan.

_Gala: Buenos días mi amor -dijo saludándome-

_Yo: Buenos días.

_Gala: Vine a ver el álbum de fotos. Todos los años lo veo. Estaba buscando a Ry en su cuarto, pero no estaba, entonces vine aquí para ver si estaba -dijo mirando el álbum de Ryan- te quedó muy bonito.

_Yo: No pasa nada. Quédate. En mi cama cabemos todos.

Me senté en la parte baja de los pies de Ryan y me apoyé en sus canillas, ya que tenía encogido los pies.

_Gala: Has hecho un trabajo impresionante. Ry me dijo que también escribiste el libro y les regalaste una entrada a la super bowl.

_Yo: Si. Di lo mejor de mí durante el año para sacar esto adelante.

_Ryan: Y te quedó perfecto.

_Gala: ¿Quieres salir de compras? Iré de viaje con unas amigas y me faltan cosas.

_Yo: Si, claro.

_Gala: Bien. Nos vemos en el coche en una hora -dijo saliendo-

_Ryan: Será en más de una hora -dijo sin despegar la vista del libro-

Me levanté y empecé a preparar mi ropa.

_Ryan: Ricura -dijo llamándome-

_Yo: Dime -dije sacando una pieza de ropa y volviéndola a meter al armario-

_Ryan: Ven.

Fui para allá y me cogió de la cintura y me tiró a la cama.

_Ryan: Te amo con locura -dijo subiéndose encima mía y dándome besos-

_Yo: Ry. No me dará tiempo.

_Ryan: Es Gala, te da tiempo a follar, ducharte, vestirte y esperar por ella -dijo entre besos-

Dejé que continuara y poco a poco fue desvistiéndome y yo le desvestía a él. Los besos y las caricias se hicieron presentes, su largo y gordo pene se notaba cada vez más y yo estaba bastante mojada. Poco a poco sus besos iban bajando hasta mi entrepierna y se quedó jugando con su lengua en mi clítoris. No dejaba que nada se le escapace, cada líquido lo recogía con su lengua.

Yo solo me estremecía e intentaba disminuir los gemidos que eso me causaba.

_Ryan: Gime para mí, Ricura. Tus gemidos es música angelical para mis oídos -dijo jugando con sus dedos-

La excitación cada vez era mayor y ya le suplicaba que me la metiese.

_Ryan: Ponte de pie y apóyate en la mesa -me ordenó-

En lo que yo me ponía en pose saco un condón de mi mesa de noche.

_Ryan: Mira para el frente y tus muñecas en la espalda -dijo cerca de la cama por la lejanía a la que escuchaba la voz-

Le hice caso, apoyé mi pecho en el tablón frío y puse mis manos en la espalda. Noté como las cogía y las ataba con un cinturón por el ruido que esté provocaba.

_Ryan: De puntillas -dijo dándome una nalgada- y disfruta del mejor sexo que nadie, excepto yo, puede darte.

Me cogió de las caderas y me la metió de una estocada. Di un gemido fuerte y otra nalgada se aproximó junto a su estocadas fuertes y rápidas. De un momento a otro me cogió de las caderas con sus manos y me elevó del piso haciendo que yo notará más profunda su carne.

_Ryan: Te acordarás durante toda la tarde quien es tu novio, quién te hace mojar, gemir y llorar de placer.

_Yo: Vas a perforarme el coño.

Tras diez minutos así, me corrí como nunca. El sacó su miembro y en el piso se formó un gran charco de agua.

Los hermanos BlackwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora