Capítulo 42: El hotel.

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_Ryan: Vino blanco, uno afrutado. Dos copas, por favor.

_?: ¿Y para comer ya saben?

_Ryan: Si. La mesa de entrantes para dos. ¿Qué trae?

_?: Dos de cada cosa de lo siguiente: quesadillas griegas, manitarakia, feta sto fuorno, tsasiki, melitanosalata, fava y seis panes de pan pita.

_Ryan: Bien. Dejanos una de esas y el plato Aristóteles para dos.

_?: Lleva Mussakás, biffeki, suvlaki de kotopuolo y mosjari y gyros de kotopuolo.

_Ryan: Bien. Eso es todo.

Asintió y se fue.

_Yo: No me he enterado de nada. Sólo de pollo y ternera.

_Ryan: Bueno son cosas para picar tipo queso, verdura y cosas para ponerle al pan pita. Y para comer pues Mussakás, eso si sabes que es, carne, pinchos y un kebab griego.

Asentí y esperé a que llegara hablando con él.

_Ryan: Se que no es gran cosa nuestro escape de la rutina, pero intentaré que así sea. La cosa es disfrutar.

_Yo: Así me gusta. Además la cosa es estar contigo. Te vas en dos semanas y estarás un mes y medio de viaje.

_Ryan: Prometo sacarle foto a todo sitio al que vaya. Así tú también irás. Y te enseñaré el vídeo. Y hablaremos todos los días. De mi no te escapas, Ricura.

_Yo: Hay muchas horas de diferencia.

_Ryan: No pasa nada. Buscamos el mejor horario ¿Ya sabes dónde vas a ir con tu madre?

_Yo: No. No idea. Italia, Inglaterra, Emiratos Árabes. También me gustaría ir a Japón.

_Ryan: A Japón nos vamos juntos, pensábamos ir este año Gala y yo. Es el destino que teníamos pensado para navidad.

_Yo: Me gustaría ir con ustedes, pero entre Jeremy y que me gustaría pasar las navidades con mi madre no creo que sea lo mejor ir.

_Ryan: Por Jeremy no te preocupes, pero entiendo lo de tu madre.

_Yo: Sé que las navidades son dos semanas y que sólo vamos una, pero el 25 nos gustaba hacer galletas cuando estábamos juntas.

_Ryan: Podemos ir del 1 al 7. Y así estás con tu madre y con nosotros.

_Yo: ¿Y Jeremy?

_Ryan: Él da igual. Además no quiero separarme de ti. Si por mí fuera me casaría contigo ahora mismo, pero somos jóvenes para ello.

_Yo: Si. Supongo. Apenas tenemos 21 años.

Poco después trajeron la comida y seguimos hablando. Pedimos unos baklava y unos cafés griegos de postre. Salimos poco después y paseamos por la zona.

_Ryan: Bien. Cierra los ojos -dijo en mitad del paseo-

POV Ryan

La llevé hasta una joyería, Cartier, y la senté en un asiento que había dentro. Tras unos diez minutos hablando con el hombre compré un anillo. Lo puso en una caja preciosa roja y le pagué el coste final y me la metí al bolsillo. Finalmente salimos de allí y fuimos hasta la playa.

POV Anastasia

Nos encontrábamos en la playa, caminando por la orilla mientras hablábamos.

_Ryan: Ricura.

_Yo: Sí -dije mirándole-

_Ryan: Cuando te dije antes que me quería casar contigo no era una broma -dijo poniéndose en frente mía-  Te amo y créeme que no había sentido nunca lo que siento contigo cada vez que te veo. Definitivamente quiero que seas la mujer con la que crear una familia y llegar más allá si fuera necesario. Se que somos jóvenes para casarnos, pero mi promesa es esta. Prometo casarme contigo y amarte hasta mi muerte y más allá si fuese necesario -dijo sacando algo del bolsillo de su pantalón-

En su mano se encontraba una caja roja que abrió y dentro un anillo.

En su mano se encontraba una caja roja que abrió y dentro un anillo

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_Ryan: Este será tu anillo de promesa.

POV narrador omnisciente

En la playa se encontraba una pareja de pie y al rededor suya se empezaban a agrupar las personas, ellos no se daban cuenta de nada.

Ryan, por su parte, estaba lleno de nervios, sabía que iba a salir bien, pero siempre cabría la posibilidad de que no.

Anastasia, por su parte, se puso nerviosa en lo que Ryan hablaba y poco después lloraba de felicidad. No sabía que decir, solo asintió y abrazó a Ryan cuando esté le puso el anillo.

POV Anastasia

_Ryan: No llores, Ricura, no te he pedido matrimonio. Todavía al menos. Aunque si a ti no te importa, a mí no me importaría ir organizando la boda.

Reímos y seguimos caminando por la orilla. Finalmente volvimos al hotel.

_Yo: Gracias por el día de hoy.

_Ryan: Te mereces eso y más. Mañana saldré un momento en la mañana. Por si no me ves si te levantas. Procuraré estar aquí antes de que te levantes.

_Yo: De acuerdo.

Fui a ducharme y poco después él, me dió un masaje y nos fuimos a dormir.

A la mañana siguiente me levanté y Ryan ya estaba aquí.

_Ryan: Buenos días, Ricura. Te tengo una sorpresa -dijo dándome una caja-

La abrí y dentro de ella se encontraban varios libros, una vela, una taza, café en cápsula, M&M, una manta y una subscripción anual de Spotify.

_Yo: Es perfecto. Gracias.

_Ryan: No es nada. Ahora vístete y vamos a desayunar. Me muero de ganas de comer.

Eso hice y bajamos. Me puse un plato con frutas y tortitas y café. Ryan hizo lo mismo.

_Yo: Estoy adaptándome al anillo -dije moviéndolo un poco-

_Ryan: No pasa nada. En unos días te acostumbras. ¿Cómo te encuentras?

_Yo: Bien. Todavía no ha llegado.

Asintió y siguió comiendo. Poco después fuimos al spa del hotel.

_Ryan: El spa incluye masaje.

_Yo: Bien.

Minutos después estábamos rellenando una hoja donde ponían tus datos y como de fuerte querías el masaje. Luego elegimos la fragancia, que elegimos una mezcla de eucalipto y pino y nos dieron el masaje. Una experiencia muy relajante. Al salir de allí subimos a la habitación.

_Yo: Gracias por traerme. De verdad, si que estoy desconectado.

_Ryan: Eso es bueno. ¿Planes de hoy?

_Yo: ¿Libros y Netflix?

_Ryan: Eso me gusta.

Poco a poco los días fueron pasando y junto a ellos nuestra estancia en el hotel. Finalmente el último día, llegamos a casa en la mañana.

Los hermanos BlackwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora