_Ryan: Vino blanco, uno afrutado. Dos copas, por favor.
_?: ¿Y para comer ya saben?
_Ryan: Si. La mesa de entrantes para dos. ¿Qué trae?
_?: Dos de cada cosa de lo siguiente: quesadillas griegas, manitarakia, feta sto fuorno, tsasiki, melitanosalata, fava y seis panes de pan pita.
_Ryan: Bien. Dejanos una de esas y el plato Aristóteles para dos.
_?: Lleva Mussakás, biffeki, suvlaki de kotopuolo y mosjari y gyros de kotopuolo.
_Ryan: Bien. Eso es todo.
Asintió y se fue.
_Yo: No me he enterado de nada. Sólo de pollo y ternera.
_Ryan: Bueno son cosas para picar tipo queso, verdura y cosas para ponerle al pan pita. Y para comer pues Mussakás, eso si sabes que es, carne, pinchos y un kebab griego.
Asentí y esperé a que llegara hablando con él.
_Ryan: Se que no es gran cosa nuestro escape de la rutina, pero intentaré que así sea. La cosa es disfrutar.
_Yo: Así me gusta. Además la cosa es estar contigo. Te vas en dos semanas y estarás un mes y medio de viaje.
_Ryan: Prometo sacarle foto a todo sitio al que vaya. Así tú también irás. Y te enseñaré el vídeo. Y hablaremos todos los días. De mi no te escapas, Ricura.
_Yo: Hay muchas horas de diferencia.
_Ryan: No pasa nada. Buscamos el mejor horario ¿Ya sabes dónde vas a ir con tu madre?
_Yo: No. No idea. Italia, Inglaterra, Emiratos Árabes. También me gustaría ir a Japón.
_Ryan: A Japón nos vamos juntos, pensábamos ir este año Gala y yo. Es el destino que teníamos pensado para navidad.
_Yo: Me gustaría ir con ustedes, pero entre Jeremy y que me gustaría pasar las navidades con mi madre no creo que sea lo mejor ir.
_Ryan: Por Jeremy no te preocupes, pero entiendo lo de tu madre.
_Yo: Sé que las navidades son dos semanas y que sólo vamos una, pero el 25 nos gustaba hacer galletas cuando estábamos juntas.
_Ryan: Podemos ir del 1 al 7. Y así estás con tu madre y con nosotros.
_Yo: ¿Y Jeremy?
_Ryan: Él da igual. Además no quiero separarme de ti. Si por mí fuera me casaría contigo ahora mismo, pero somos jóvenes para ello.
_Yo: Si. Supongo. Apenas tenemos 21 años.
Poco después trajeron la comida y seguimos hablando. Pedimos unos baklava y unos cafés griegos de postre. Salimos poco después y paseamos por la zona.
_Ryan: Bien. Cierra los ojos -dijo en mitad del paseo-
POV Ryan
La llevé hasta una joyería, Cartier, y la senté en un asiento que había dentro. Tras unos diez minutos hablando con el hombre compré un anillo. Lo puso en una caja preciosa roja y le pagué el coste final y me la metí al bolsillo. Finalmente salimos de allí y fuimos hasta la playa.
POV Anastasia
Nos encontrábamos en la playa, caminando por la orilla mientras hablábamos.
_Ryan: Ricura.
_Yo: Sí -dije mirándole-
_Ryan: Cuando te dije antes que me quería casar contigo no era una broma -dijo poniéndose en frente mía- Te amo y créeme que no había sentido nunca lo que siento contigo cada vez que te veo. Definitivamente quiero que seas la mujer con la que crear una familia y llegar más allá si fuera necesario. Se que somos jóvenes para casarnos, pero mi promesa es esta. Prometo casarme contigo y amarte hasta mi muerte y más allá si fuese necesario -dijo sacando algo del bolsillo de su pantalón-
En su mano se encontraba una caja roja que abrió y dentro un anillo.
_Ryan: Este será tu anillo de promesa.
POV narrador omnisciente
En la playa se encontraba una pareja de pie y al rededor suya se empezaban a agrupar las personas, ellos no se daban cuenta de nada.
Ryan, por su parte, estaba lleno de nervios, sabía que iba a salir bien, pero siempre cabría la posibilidad de que no.
Anastasia, por su parte, se puso nerviosa en lo que Ryan hablaba y poco después lloraba de felicidad. No sabía que decir, solo asintió y abrazó a Ryan cuando esté le puso el anillo.
POV Anastasia
_Ryan: No llores, Ricura, no te he pedido matrimonio. Todavía al menos. Aunque si a ti no te importa, a mí no me importaría ir organizando la boda.
Reímos y seguimos caminando por la orilla. Finalmente volvimos al hotel.
_Yo: Gracias por el día de hoy.
_Ryan: Te mereces eso y más. Mañana saldré un momento en la mañana. Por si no me ves si te levantas. Procuraré estar aquí antes de que te levantes.
_Yo: De acuerdo.
Fui a ducharme y poco después él, me dió un masaje y nos fuimos a dormir.
A la mañana siguiente me levanté y Ryan ya estaba aquí.
_Ryan: Buenos días, Ricura. Te tengo una sorpresa -dijo dándome una caja-
La abrí y dentro de ella se encontraban varios libros, una vela, una taza, café en cápsula, M&M, una manta y una subscripción anual de Spotify.
_Yo: Es perfecto. Gracias.
_Ryan: No es nada. Ahora vístete y vamos a desayunar. Me muero de ganas de comer.
Eso hice y bajamos. Me puse un plato con frutas y tortitas y café. Ryan hizo lo mismo.
_Yo: Estoy adaptándome al anillo -dije moviéndolo un poco-
_Ryan: No pasa nada. En unos días te acostumbras. ¿Cómo te encuentras?
_Yo: Bien. Todavía no ha llegado.
Asintió y siguió comiendo. Poco después fuimos al spa del hotel.
_Ryan: El spa incluye masaje.
_Yo: Bien.
Minutos después estábamos rellenando una hoja donde ponían tus datos y como de fuerte querías el masaje. Luego elegimos la fragancia, que elegimos una mezcla de eucalipto y pino y nos dieron el masaje. Una experiencia muy relajante. Al salir de allí subimos a la habitación.
_Yo: Gracias por traerme. De verdad, si que estoy desconectado.
_Ryan: Eso es bueno. ¿Planes de hoy?
_Yo: ¿Libros y Netflix?
_Ryan: Eso me gusta.
Poco a poco los días fueron pasando y junto a ellos nuestra estancia en el hotel. Finalmente el último día, llegamos a casa en la mañana.
ESTÁS LEYENDO
Los hermanos Blackwood
Teen FictionEn el esplendor de una mansión adinerada, la hija de una empleada encuentra un amor inesperado con el hijo pequeño de la familia. Juntos, desafían a las carreras clandestinas y comparten momentos íntimos. Sin embargo, las tensiones familiares los ob...