Capítulo 29: Vuelta a casa.

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Asentí y me hice a un lado en la cama. Unos minutos después me relajé.

_Ryan: No quiero verte llorando más por ese idota. Ya nada se solucionará, solo déjalo pasar.

_Yo: Si. Sólo quería llevar una buena convivencia, al final vivo en tu casa y quieras o no duele.

_Ryan: Déjalo, ya se le pasará y si no, él sale perjudicado. Conmigo apenas habla.

_Yo: Bien. Salgamos. No vinimos a pasar un fin de semana aquí para pasarla llorando. Nos vemos en una hora aquí.

Salió y yo fui a la ducha. Poco después tocaron. Abrí un poco y al ver quién era le dejé paso.

_Ryan: Todavía en toalla.

_Yo: Si. No sé cuál ponerme. Si el conjunto rosa y blanco o solo el rosa.

_Ryan: Estamos en Las Vegas, ponte el rosa, no siempre podrás utilizarlo, el otro puedes usarlo mañana.

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Asentí y me vestí, cogí las botas y el bolso blanco y salimos

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Asentí y me vestí, cogí las botas y el bolso blanco y salimos.

_Moisés: ¿Saldrán? -dijo saliendo del ascensor-

_Yo: Si -dije subiendo al ascensor-

_Moisés: Bien. Tengan cuidado.

Asentimos y bajamos.

_Ryan: Bien. ¿Te parece si vamos a la Torre Eiffel y a la exhibición del hotel?

_Yo: Si.

Eso hicimos. Subimos a la Torre Eiffel y allí nos sacamos fotos. Después fuimos a la exhibición del hotel. Era un cabaret de los 80.

_Ryan: Mañana vamos al Gran Canal de Venecia y a la pirámide de Egipto -dijo en el ascensor- y a la tarde cogemos el vuelo.

_Yo: Bien. Mañana si quieres vamos con los chicos.

Asintió y cada uno se fue a su habitación, después de darle un corto beso en la comisura de los labios.

Allí me fui a duchar y a dormir. Me levanté y preparé la mochila rápido, ya que llegaríamos justos a recoger la mochila, me bañé y me puse el otro conjunto de ropa que no me puse ayer. Tocaron a la puerta y salí.

_Yo: Estoy ya -dije saliendo-

_Ryan: Buen día, Ricura ¿Prepárate la mochila?

_Yo: Si.

_Ryan: Bien. Dámela. Llegaremos justos a subir y cogerlas. Las dejamos en mi habitación y después solo subo yo a buscarlas.

Asentí y cogí la maleta, heché un vistazo rápido y no se me quedaba nada.

Bajé al desayuno con la cámara y saqué unas pocas fotos. Después salimos con los amigos de Ryan, y míos, a ver lo más destacado de la ciudad. Obviamente les saqué más fotos.

Al cabo de un par de horas estábamos de regreso al hotel.

_Moisés: La guagua sale en diez minutos. Aquí les quiero en cinco -nos dijo al vernos llegar a los jardines-

Asentimos y subieron.

_Moisés: ¿Tus cosas? No subirás a buscarlas.

_Yo: Me las baja Ryan. Las dejé en su habitación antes.

_Moisés: ¿Tienes alguna relación con Ryan?

_Yo: Somos amigos, mas como mejores amigos.

_Moisés: Bien. No me gustaría tener problemas en el equipo.

_Yo: Los hay, pero no pasa nada. Aprendemos a convivir así.

_Moisés: ¿Con quién tienes problemas?

_Yo: No son importantes, no me gustaría sacar a nadie del equipo por eso.

_Moisés: No lo sacaré, solo dime quién es.

_Jeremy: García -dijo saludándole al par de segundos-

Subió a la guagua tras dejar el equipaje en el compartimiento de abajo. Claramente sin posar su mirada ni un segundo sobre mí.

_Yo: Bueno, ya pudo verlo con sus ojos.

_Moisés: Jeremy Blackwood. Juraría que no era él. Rindió muchísimo más desde que llegaste.

_Yo: Si, pero son tonterías.

_Moisés: ¿Qué tonterías?

_Yo: Celos. Cuando llegué aquí conocí a Ryan y después a sus hermanos. Ellos pasaban de mí, excepto Ryan que lo tenía pegado a mí. Poco a poco nos fuimos haciendo amigos y pasaba la mayor parte de mi tiempo con él. Jeremy también quería pasar tiempo conmigo, pero ni se molestó en escribirme un día para hacer planes y yo, adivina, no soy. Por lo que se molestaba si un día salía con él y a la tarde salía con Ryan. Un día se enfado y continuó su vida como si no existiera.

_Moisés: En fin. No entenderé a estos adolescentes nunca -dijo más para si-

_Ryan: Ya estamos -dijo con las dos mochilas-

Asentí, dejó las mochilas en el compartimiento y subimos.

Ya no faltaban muchos más por llegar, los restantes llegaron a los minutos y salimos al aeropuerto.

El vuelo, en su gran mayoría lo pasé durmiendo excepto la hora del almuerzo y la cena, que estos me los pasé comiendo y hablando con Ryan. Al llegar cogimos el coche y fuimos a la casa. Eran las tres de la mañana.

Llegamos, Ryan me subió las cosas y me fuí a duchar. Seguí durmiendo hasta que sonó el despertador. Me duché, me cambié y bajé a la cocina como de costumbre.

_Mamá: Ya volvieron mi amor. Me alegra. ¿Lo pasaste bien? -dijo dándome un abrazo-

_Yo: Si, mamá.

Cogí mi termo, lo rellené de café y subí a preparar las cosas para la universidad.

_Ryan: Ricura. Tu madre me dijo que estabas aquí -dijo asomándose en la puerta-

_Yo: Si. Estoy terminando de preparar el bolso de la universidad. Y la cámara -dije cogiendo esta última- estoy en dos minutos.

_Ryan: ¿Desayunaste?

_Yo: Me preparé un termo con café para la universidad.

_Ryan: Come algo sólido, Ricura. No quiero que te mueras en el coche. Igual yo también tengo que desayunar.

_Yo: No me moriré.

_Ryan: Pero desayunarás conmigo. Este cuerpo no se mantiene solo.

_Yo: Si ni siquiera vas al gimnasio.

_Ryan: Porque lo quemo todo en un entreno de cuatro horas diarias. Y un partido a la semana.

_Yo: Ya.

_Ryan: Sales hecho polvo del entreno. No paras de correr.

_Yo: Lo sé -dije saliendo de la habitación con el bolso y la cámara-

Desayunamos algo en la cocina y fuimos al garaje. Ya llegábamos algo tarde a la universidad.

_Ryan: Después de los partidos fuera, la universidad nos deja entrar dos horas después de la hora de inicio como máximo. Por eso no te he metido mucha prisa, aunque no me gusta faltar a las clases.

Los hermanos BlackwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora