Capítulo 31: Sí.

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_Yo: El termo.

_Moisés: Bien. Son 130, 100'10€ aplicando el 23% de descuento por ser miembro del equipo -dijo encendiendo el datáfono- Ryan, lo tuyo son 45, 34'65€ con el descuento.

Ambos pagamos y nos fuimos con las cosas al coche.

_Ryan: Hiciste una buena compra, Ricura -dije metiendo la bolsa en el maletero-

_Yo: Compré ambos perfumes. Me gustaron como olían -dije metiéndome en el coche con él-

_Ryan: Uno es de hombre y otro de mujer. Lo sabes ¿No?

_Yo: Si. Pero me gustaría tenerlos de decoración. Los formatos son bonitos.

_Ryan: Lo son. Además, los perfumes son edición limitada. Hay cincuenta de cada uno. Desde que se acaben se agotan. Por eso me gusta comprarlo antes de que salgan a la tienda. Así me aseguró de tenerlo.

_Yo: Si. También compré el termo, la paleta, el pintalabios, la bufanda y la manta. La tienda es barata. No es cara para nada.

_Ryan: Sin maquillaje te ves mejor, Ricura.

_Yo: Es para ponermelo en los partidos. Para destacar un poco los colores.

_Ryan: Tu siempre destacas, Ricura. Da igual si llevas maquillaje o no.

Sonreí y llegamos a la casa después de risas.

_Yo: Tu también posaste muy bien Ry. Sobretodo el perfume. Parecías un modelo de un anuncio de Paco Rabanne. Puede que eso me haya impulsado a coger el perfume de hombre -dije entrando a mí cuarto-

_Ryan: Necesitas que te ayude a colocar algo -dijo después de reír-

_Yo: No. La manta la pondré por encima de la cama. La bufanda la ataré a un lado de la cortina y ya. El termo es para llevarme el café a la universidad y el maquillaje irá al cajón. Los perfumes los meteré en esa estantería transparente, delante de los libros.

Asintió y se despidió poco después.

Las semanas pasaron y los partidos no eran de esperar. Ya se veía a los estudiantes con la línea. Efectivamente era muy popular. Pronto llegaron las vacaciones de semana santa.

_Ryan: Tu y yo. Una cabaña. Para nosotros solos. Una semana. Lo que duran las vacaciones de semana santa. Pero poco santas para ti y para mí. ¿Cómo lo ves? Te invito -dijo tumbado en mi cama acariciando a Motita-

_Yo: Bien. Me gusta la idea -dije secándome el pelo-

_Ryan: Nuestro hijo también puede venir. Oye -dijo bajando a Motita y sentándose-

_Yo: Sí.

_Ryan: ¿Lo nuestro cuando será oficial? Osea, nos amamos. No hay impedimento.

_Yo: No lo había pensado.

_Ryan: Bien. Hagámoslo bien. Te invito a cenar a un restaurante que te va a encantar. Sólo estate preparada en media hora. Sólo tienes que cambiarte. Acabas de ducharte. Y ponte un vestido elegante.

Asentí y salió de la habitación. Yo me puse un vestido azul grisáceo con tacones carne. Cogí un bolso del mismo tono a los zapatos y pasé toda mi documentación.

Ryan vino en esmoquin

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Ryan vino en esmoquin. Algo raro.

_Ryan: Hice una reserva en el mejor restaurante de la ciudad. El McDonald's. Es broma -dijo después de ver mi cara- vamos a cenar en el Petit Château -dije en un francés perfecto-

_Yo: Es imposible conseguir reserva. Hay una lista de espera de un año a otro.

_Ryan: Pero es de la madre de Paul. Y me llevo bastante bien con ella. Te ves maravillosa, Ricura.

Le di las gracias y salimos al coche. Allí pusimos rumbo al restaurante. Cuando llegamos se bajó y me abrió la puerta, al salir le dió las llaves al aparcacoches y nosotros subimos unas escaleras. Entramos y nos llevaron a un reservado.

_Ryan: La mejor mesa para la mejor chica -dijo cuando llegamos-

Pasada media comida habló.

_Ryan: Te traje aquí, para pedirte, formalmente, si quieres ser mi novia. No tienes por qué contestar ya. Ni hoy. Sólo quería proponértelo. Nos amamos mucho más allá de la cama. Por ello, decidí, que tras varios meses, ha llegado el momento de ir más allá. Ricura, te amo mucho más de lo que era capaz de creer.

_Yo: Si Ry, si quiero -dije con los ojos acuosos-

Terminamos de comer y salimos del restaurante tras pagar.

_Ryan: Y ahora, Ricura. ¿A dónde quieres ir? Tendremos que celebrarlo -dijo en el coche-

_Yo: Vamos al paseo. Caminemos por ahí.

_Ryan: De acuerdo, Ricura. Ahí iremos.

Caminamos por el paseo tras ir a aparcar.

_Ryan: Te amo, Ricura.

_Yo: Yo también te amo, Ry.

Fuimos en silencio caminando por el paseo disfrutando de nuestra compañía. Pasado casi una hora, volvimos a la casa.

Me acompañó a mi habitación y después se despidió recordándome que mañana nos vamos en la tarde a la cabaña.

Me duché y fui a dormir.

A la mañana siguiente preparé todo y bajé a desayunar.

_Ryan: Buen día, Ricura. ¿Lista para irnos?

_Yo: Sí. Tengo las cosas arriba -dije cogiendo una manzana y sirviendo zumo natural de naranja-

_Ryan: Bien. Voy a buscarlas en lo que desayunas.

Asentí y subió después. Al terminar de desayunar, Ryan estaba esperando a que terminara en la puerta. Fuimos al coche y pusimos rumbo a las cabañas.

Me sentó entre su muslo izquierdo y la puerta con las piernas en el reposabrazos derecho.

Fuimos cantando gran parte del viaje

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Fuimos cantando gran parte del viaje.

_Yo: Se que te gusta que esté así, pero debería de colocarme en mi sitio, la policía puede pasar en cualquier momento.

Asintió y se hizo a un lado en la carretera. Me senté en el asiento del copiloto y seguimos cantando cuando reanudó la marcha.

Llegamos a las cabañas y allí habían una serie de actividades. Hicimos el check in y después de dejar las cosas y a Motita investigamos un poco alrededor. No habían muchos árboles, solo unos pocos alrededor de las cabañas y tras estos árboles un pequeño río.

_Ryan: Reservé varias cosas para hacer. Tenemos una ruta a pie, buggy, paseo a caballo y actividades deportivas en grupo. El resto podemos reservar más cosas o quedarnos en la cabaña. Tu decides, Ricura. Podemos quedarnos viendo una película con Motita en nuestros pies.

Los hermanos BlackwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora